Rabia emocional: qué es y cómo gestionarla

Rabia emocional: qué es y cómo gestionarla
Clarissa Renna
Redacción
Psicoterapeuta con orientación Cognitivo-Conductual
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
14.10.2025
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El ser humano no puede evitar sentir y lo hace de diferentes formas, a través de las emociones.  Las emociones nos relacionan con los demás y con nosotros mismos. Son respuestas o reacciones de nuestro cuerpo ante los cambios o estímulos a los que nos enfrentamos.

Todas las emociones cumplen una función, aunque haya algunas que no están “bien vistas” como es el caso de la rabia, la protagonista del artículo de hoy en el que trataremos de conocer mejor la rabia emocional: qué es, cómo se manifiesta, sus causas y cómo gestionarla.

¿Qué es la rabia?

La definición de rabia por parte de la (RAE):

“Ira, enojo, enfado grande”.

La rabia es un estado emocional que nos moviliza para responder a una situación que percibimos como una amenaza, cuando algo nos parece una injusticia o un agravio. Es una emoción primaria con una función adaptativa (prepara al organismo para la acción, en este caso para defendernos o reaccionar ante una injusticia). Podemos dirigir la rabia hacia nosotros mismos o hacia otra persona (si la consideramos responsable de lo que nos ha ocurrido).

Por ejemplo, sentimos rabia si consideramos que un derecho es atacado o ante una situación en la que percibimos un obstáculo que se interpone en nuestro camino para conseguir un objetivo.

¿Por qué la rabia se considera una emoción "negativa"?

Aunque decíamos antes que la rabia tiene una función adaptativa, ¿entonces por qué no tiene buena fama? La rabia, como sucede con los ataques de ira, se asocia a las explosiones de cólera, a las agresiones y a los gritos. Muchas personas tratan de bloquear las expresiones de rabia por el miedo a las consecuencias, pero al final, la rabia explota hacia fuera o hacia adentro.

Asimismo, en ocasiones, se usa la rabia cuando no corresponde. Por ejemplo, se usa la rabia en lugar del miedo, tristeza o alegría. En estos casos la rabia resulta disfuncional, pues reemplaza a otra emoción y puede acabar convirtiéndose en rabia tóxica, que no cumple su función adaptativa.

Cuando la rabia, en lugar de manifestarse como una irritabilidad más o menos leve, aparece en forma de furia, puede ir acompañada de manifestaciones fisiológicas como el aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardiaca.

rabia emocional
Fotografía de Nicola Barts (Pexels)

Diferencia entre ira y rabia

La rabia es la manifestación, la expresión de la ira. La intensidad de la rabia puede variar; de hecho, como cualquier emoción, la rabia tiene muchos matices que pueden resumirse en una escala de intensidad creciente:

  • molestia;
  • rencor;
  • irritación;
  • furia;
  • rabia.

¿Cómo se manifiesta?

La rabia se experimenta emocionalmente, pero también se refleja en el cuerpo y en nuestro comportamiento. Reconocer estas señales es el primer paso para poder gestionarlas. La rabia se puede manifestar, por ejemplo:

  • Físicamente: con un aumento del ritmo cardíaco, tensión muscular (especialmente en mandíbula y hombros), sensación de calor o enrojecimiento facial, respiración acelerada, temblores.
  • Emocionalmente: con irritabilidad constante, frustración, impaciencia, sentirse ofendido con facilidad, hostilidad, ganas de gritar o golpear algo.
  • Conductualmente: Elevar la voz o gritar, usar un lenguaje sarcástico o cínico, dar portazos, aislarse de los demás, tener discusiones frecuentes.

Causas de la rabia emocional

“¿Por qué siento tanta rabia?” es una de las preguntas que más nos hacemos ante esta emoción, y muchas veces no sabemos identificar que bajo esa rabia se ocultan otras emociones. Algunas de las causas de la rabia emocional pueden ser:

  • Falta de control sobre nuestra propia vida y sensación de estar atrapados en una situación desagradable.
  • Sentimiento de agravio, de trato injusto, de traición.
  • Falta de expectativas cumplidas.
  • Sentimiento de menosprecio o ignorancia hacia nuestra persona.
  • Cúmulo de decepciones o de críticas inmerecidas.
  • Por el consumo de sustancias nocivas y los efectos de las drogas.

A veces, las personas nos vemos atrapadas en patrones de pensamiento y comportamiento sin poder entender por qué. Incluso podemos llegar a sentirnos como víctimas y a creer que todo el mundo nos odia, que la vida es injusta y que nadie ahí fuera reconoce nuestro valor.

Pero, en muchas ocasiones, detrás de la rabia y el enfado, hay otras emociones enmascaradas, como el miedo, la preocupación, la tristeza, la decepción o la incertidumbre. Asimismo, la rabia puede enmascarar, por ejemplo:

  • Una depresión reactiva, a menudo producto de la percepción de un fracaso irremediable en el propio objetivo y que no permite llegar a nuevas soluciones.
  • Un sentimiento de culpa que se experimenta tras haber causado un daño a alguien o haber violado las normas morales.
  • Un sentimiento de vergüenza si se percibe una amenaza o daño a la propia imagen pública.

Cómo gestionar la rabia

Veamos algunos consejos sobre cómo calmar la rabia:

  • Aceptar la rabia como una de las emociones que sentiremos en un momento u otro es parte de nuestro desarrollo personal. Lo importante es tratar de evitar el secuestro emocional.
  • Plantearnos preguntas como “¿por qué siento tanta rabia?”, “¿qué es lo que me provoca este sentimiento de rabia?” o “¿qué me molesta de esta situación?” puede ayudar a identificar la causa de ese desagrado. Tomar conciencia de lo que sentimos es esencial para aprender a manejar la rabia.
  • Empatizar en lugar de culpar a las demás personas. Tratar de entender la visión de la persona que sientes que te agravia y usar la asertividad a la hora de comunicarte.
  • Preguntarnos si nuestras expectativas son racionales. A veces, pensamos que algo o alguien es injusto porque no se ajusta a nuestros deseos. Generamos expectativas no realistas de cómo queremos las cosas, pero ¿son racionales? De no serlo se romperán y entonces puede aparecer la rabia.
tenerle rabia a alguien
Fotografia de Rodnae Productions (Pexels)

Cómo deshacerse de la rabia acumulada

Reprimir y no expresar tus emociones no es una buena opción. Muchas veces, actuamos de una forma pasiva y nos dejamos “pisar” y acabamos generando rabia contenida, desarrollando resentimiento y rencor (lo que significa no haber olvidado lo ocurrido) y permaneciendo en el dolor, el enfado y la rabia, como si acabase de ocurrir.

No somos un pozo sin fondo al que ir echando de todo, así que, veamos algunas herramientas y ejercicios que puede ayudar a sacar la rabia interior:

  • Controlar la rabia es respirar profundamente para activar el sistema nervioso parasimpático.
  • Desviar la atención del foco del enojo.
  • Apartarse del bullicio y las multitudes y buscar un lugar que induzca a la calma, en soledad puede resultar más fácil controlar los nervios.
  • Practicar alguna actividad física también puede ayudar a canalizar la rabia. Hay personas que lo hacen a través del deporte, del yoga o el mindfulness; lo importante es encontrar el método más adecuado para nosotros.

Sentir rabia es normal, pero cuando se vuelve incontrolable, frecuente o daña tus relaciones, puede ser una señal de que necesitas apoyo. Si sientes que la rabia está afectando tu vida, dar el primer paso es un acto de valentía. Pedir ayuda psicológica puede ser útil para adquirir herramientas útiles para comprender, gestionar nuestras emociones y trabajar la inteligencia emocional

Bibliografía
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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