Vivimos en una sociedad globalmente conectada, pero parece que cada vez estemos más desconectados que nunca los unos de los otros. Quizás por eso es recurrente escuchar a muchas personas afirmar “me siento solo” o “me siento sola”. Pero, ¿por qué a veces sentimos soledad incluso estando acompañados?
Un dato interesante que surge del barómetro sobre la soledad no deseada en España de 2024 es que, el 45,1 % de las personas que sufren soledad se relacionan principalmente online con su familia, frente al 24,8 % entre quienes no la sufren. Unas cifras que descienden ligeramente en las relaciones con amigos a un 38,4 % y 17,6 % respectivamente.
El ser humano es un animal social y genéticamente estamos diseñados para vivir en comunidad, por eso nuestro instinto de supervivencia “nos avisa del peligro de desconectar del resto”. Estar y sentirnos solos durante mucho tiempo nos puede inquietar y causar malestar. En este artículo, abordamos el tema de la soledad no deseada y por qué a veces es habitual experimentar sensación de soledad, independientemente de tener mucha interacción social.
Empecemos por aclarar la diferencia entre estar solo/a y sentirse solo/a.
No es lo mismo estar solo que sentirse solo
Según datos del barómetro sobre la soledad no deseada en España de 2024, el 63 % de las personas encuestadas se han sentido solas en algún momento de su vida. Asimismo, cabe destacar que el 21,8 % de las mujeres se sienten solas frente al 18 % de los hombres.
La soledad tiene muchos matices y puede ser una experiencia positiva o negativa, eso depende de si es deseada, impuesta y de cómo se maneje. Por ejemplo, no es lo mismo buscar la soledad de forma puntual que experimentar soledad debido a un trastorno como puede ser el síndrome de hikikomori. Se puede estar rodeado de gente y sentir soledad, de la misma manera que se puede estar solo/a y no experimentar sensación de soledad.
Estar solo significa estar sin compañía. Es una soledad física (ausencia de compañía física), por voluntad propia, que puede servir como tiempo propicio para la introspección, la concentración, la creatividad y la relajación. Estar a solas sin estar solos se puede convertir en algo disfrutado porque hablamos de una soledad deseada.
En cambio, sentirse solo es una percepción personal, una experiencia subjetiva que causa dolor por la falta o insatisfacción en las relaciones interpersonales. Cuando una persona afirma “me siento sola” hace referencia al sentimiento de estar aislada, desconectada del resto y con la sensación de que no hay nadie que la comprenda. En este caso hablamos de una soledad no deseada.
Dicen que no hay nada peor que estar acompañado y experimentar soledad, pero, ¿puede ocurrir esto? ¿Puede alguien sentirse solo/a en compañía? La respuesta es sí.
Una persona puede afirmar "me siento sola" estando acompañada por su pareja, sus amigos o su familia porque, como decíamos antes, sentirse solo o sola es un sentimiento subjetivo en el que la persona experimenta la ausencia de relaciones personales satisfactorias.
Sentirse solo estando acompañado
¿Por qué a veces me siento solo incluso cuando estoy rodeado de gente?
No hay una única razón por la que sentir el peso de la soledad pese a estar acompañado. A continuación, algunas de las causas por las que las personas pueden estar acompañadas y sentirse solas:
- Incomprensión o falta de conexión emocional con las personas que están alrededor.
- Dificultad a la hora de socializar y encajar en un grupo. A veces, buscamos compañía, pero al mismo tiempo ponemos en marcha mecanismos de defensa que no nos permiten apreciar a esas personas, por eso no dejamos de sentirnos solos y tristes.
- Diferencia de intereses. A veces podemos sentir que no tenemos amigos de verdad e incluso preguntarnos "por qué no tengo amigos", pero quizás lo que ocurre es que hay una falta de afinidad con las personas de nuestro entorno, lo que dificulta la comunicación y la conexión.
- Problemas de autoestima. A veces puede ser difícil sentir conexión con los demás cuando se tiene baja autoestima y falta de confianza en uno mismo.
- Ausencia de apoyo. Una persona puede sentirse sola cuando no tiene a nadie en quien confiar o con quien hablar de sus inquietudes personales.
- Expectativas poco realistas. En ocasiones, generamos expectativas poco realistas sobre las relaciones que establecemos con otras personas y eso conlleva a desilusiones, frustración y a experimentar desconexión emocional.
Problemas desalud mental. Sufrir depresión, fobia social, trastorno de la personalidad o algún otro trastorno relacionado con la esquizofrenia puede generar que la persona se pregunte “¿por qué me siento tan vacía y sola si estoy rodeada de gente?”.

Sentirse solo en el extranjero
Otra situación en la que puede ser habitual sentirse solo es al vivir en el extranjero. En estas situaciones, a la distancia física que nos separa de las personas más importantes para nosotros, se suman otros elementos que pueden contribuir a la sensación de sentirse solo aún estando rodeados de gente, como:
- el idioma de nuestro país de acogida, que puede no ser especialmente fácil;
- los hábitos y el estilo de vida, que pueden ser diferentes a los nuestros;
- no tener un círculo de conocidos lo suficientemente amplio como para poder pasar el tiempo libre en compañía.
Estos son algunos de los elementos que pueden llevarnos a decir “me siento muy solo o sola” y provocar sentimientos de tristeza, frustración y rabia, e incluso una verdadera depresión reactiva a causa del traslado.
Para Unobravo, la idea de crear un servicio de psicología online, por ejemplo, surgió precisamente para responder a las necesidades de muchas personas que no conseguían encontrar un psicólogo en el extranjero que hablara su idioma y fuera más accesible. Con un psicólogo online de Unobravo, es posible hablar con un psicólogo en español desde cualquier parte del mundo.
¿Por qué me siento solo? ¿Por qué me siento sola?
Como decíamos antes, sentirse solo suele ser el resultado de una determinada forma de gestionar las emociones y las relaciones con el resto, además de ser una percepción subjetiva.
De hecho, hay que aclarar que sentirse sola o solo temporalmente es normal. A lo largo de nuestra vida, se pueden dar diferentes acontecimientos y situaciones que pueden hacer que esto ocurra y se trate de algo normal. Por ejemplo:
- un cambio de vida al trasladarnos a otra ciudad (la persona vive sola y experimenta soledad),
- un cambio de trabajo,
- una ruptura de pareja,
- la pérdida de un ser querido.
El problema viene cuando ese sentimiento se prolonga mucho en el tiempo y de alguna forma sientes que te has “desconectado” de tu presente.
Existen muchas razones por las que alguien puede experimentar el sentimiento de soledad y tristeza, como:
- La relación que la persona tiene consigo misma: una persona que se siente sola puede tener una baja autoestima o estar atravesando una crisis personal.
- La relación con los demás: una persona puede sentirse demasiado sola, triste e incomprendida por la falta de relaciones cercanas y de oportunidades para interactuar con otras; por mantener una relación de pareja infeliz; por tener muchos vínculos, pero superficiales; por vivir para los demás y anteponer de forma constante las necesidades de los otros a las suyas (algunas personas se sienten solas porque no escuchan sus propias necesidades).
- Problemas patológicos: detrás de sentirse solo y triste puede haber algo más como algún problema psicológico.
Si reconoces te reconoces en algunos de estos ejemplos o situaciones similares, quizás puede ser útil pedir ayuda psicológica para recuperar tus ilusiones y objetivos. Un psicólogo puede evaluar tu estado psicológico actual, con herramientas específicas de cribado como un test de depresión, y acompañarte en un proceso terapéutico adaptado a tus necesidades.

¿Qué pasa cuando te sientes solo?
A la larga, sentirse solo puede afectar tanto a la salud física como a la salud psicológica. Las consecuencias para la salud física se han investigado en varios estudios (Jaremka et al., 2017; Vinggaard, 2018).
Entre las consecuencias psicológicas de sentirse solo podemos encontrar:
- trastornos en la alimentación,
- adicciones,
- ataques de ansiedad,
- estrés,
- compras compulsivas.
Cómo dejar de sentirse solo
La pregunta “¿cómo no sentirse solo/a?” puede dar la impresión de que tenemos que controlar completamente nuestros sentimientos y emociones. Sin embargo, hay que comprender que atravesar esta experiencia interior dolorosa se debe precisamente a que nuestras emociones y sentimientos pueden ser un obstáculo para nuestro bienestar mental.
Por eso, un primer paso para dejar de sentirse solo puede ser permitirse identificar y reconocer las emociones , incluso las desagradables, y tomar conciencia de ellas. Después, podemos tomar acción probando diferentes cosas, por ejemplo:
- Rodearse de personas que nos aporten bienestar emocional (analiza tus relaciones y quédate con aquellas que te aportan y te hacen sentirte bien).
- Ir a lugares que nos gustan o que siempre hemos querido visitar o hacer aquella actividad que siempre hemos pensado llevar a cabo (además de hacerte sentir bien y cuidarte a uno mismo, esto puede ayudarte a crear nuevas conexiones sociales).
- Practicar deporte u otras actividades que estimulen el cuerpo y la mente, como el entrenamiento autógeno.
Pero lo más importante que hay que hacer, cuando nuestro único pensamiento es “me siento solo y triste”, es reconocer cuándo deja de ser temporal la condición en la que se presentan los pensamientos de soledad. Cuando tu pensamiento gira en torno a sentirse solo y estar triste, confiar en un profesional del bienestar psicológico puede marcar la diferencia.
Encuentra apoyo para no sentirte en soledad
Sentirse solo o sola de manera persistente puede ser un peso difícil de llevar, pero no tienes que hacerlo sin ayuda. Reconocer cómo te sientes es el primer paso hacia el bienestar.
Si la soledad no deseada está afectando tu vida, hablar con un profesional puede ofrecerte las herramientas y la perspectiva que necesitas para reconstruir tus conexiones y encontrar de nuevo la alegría. Un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psicóloga online, puede ayudarte a cultivar el amor propio y a redescubrirte a ti mismo.