El ghosting, o acto de cortar repentinamente todo contacto sin dar explicaciones, se ha convertido en una parte demasiado familiar de las citas modernas. A menudo, el hecho de no poder cerrar la relación lleva a las personas a cuestionarse no sólo lo que salió mal, sino también su autoestima. Aunque algunos ven en el ghosting una forma de evitar conversaciones incómodas, su impacto emocional puede ser profundo y afectar a la confianza.
Aunque muchos españoles son conscientes del daño que puede causar, el ghosting sigue estando muy extendido. De hecho, el 61% de los adultos españoles cree que el ghosting es una tendencia perjudicial en las citas, aunque sigue siendo una experiencia común durante las mismas. Para entender por qué ocurre esto, Unobravo realizó una encuesta en la que participaron más de 1.500 residentes españoles, explorando las consecuencias emocionales, cómo varían las actitudes según la región y qué grupos se ven más afectados.
¿Qué es el ghosting en las citas?
El ghosting se refiere al fin repentino e inexplicable de la comunicación en un contexto romántico. Por ejemplo, alguien puede dejar de responder a los mensajes, ignorar las llamadas y desaparecer sin dar ningún tipo de explicación. En las citas modernas, el ghosting se ha convertido en una experiencia común pero confusa, y a menudo deja a la otra persona sin un cierre y con muchas preguntas persistentes.
Desde una perspectiva psicológica, el ghosting es una forma de evitación emocional. La persona fantasma suele preferir el silencio a la comunicación directa, ya que le resulta menos incómodo que expresar desinterés o mantener una conversación difícil. Si bien esto puede proteger de la incomodidad a corto plazo, puede causar confusión duradera, rechazo y angustia emocional a la persona abandonada.
Dicho esto, no todos los silencios repentinos se consideran ghosting. Decidir cortar el contacto en situaciones que se sienten inseguras, coercitivas o emocionalmente amenazadoras no es ghosting, sino un acto necesario de autopreservación. Poner fin al contacto para proteger tu propio bienestar mental o físico es una forma de establecer límites, no de evitar. En estos casos, la necesidad de seguridad tiene más peso que la necesidad de dar explicaciones.
Aun así, muchas personas hacen ghosting para evitar la incomodidad o la incertidumbre. El miedo a la confrontación, la incertidumbre sobre sus sentimientos o, simplemente, no saber cómo comunicar desinterés pueden llevar a alguien a retirarse sin decir una palabra. Aunque el ghosting puede parecer grosero o frío, a menudo está motivado por la inmadurez emocional, el miedo o la ansiedad, más que por la intención de herir a la otra persona.
Sea cual sea el motivo, el ghosting suele tener un impacto psicológico en ambas partes. Las personas que sufren el ghosting pueden sentirse confusas, heridas o rechazadas, mientras que las que realizan el ghosting pueden sentir culpa, malestar o emociones no resueltas.
Abordar estas experiencias con empatía, no sólo por los demás sino también por nosotros mismos, puede ayudarnos a procesar el rechazo con mayor compasión y claridad. Comprender qué impulsa el ghosting abre la puerta a una comunicación más reflexiva y a experiencias de noviazgo más sanas y respetuosas.
¿Es frecuente el ghosting en las citas?
El ghosting no es una moda pasajera, es una experiencia generalizada. Según nuestra encuesta, el 43% de los españoles afirma haber sufrido ghosting, lo que pone de manifiesto lo común que se ha vuelto esta forma silenciosa de rechazo. Esta cifra es aún mayor entre los que actualmente navegan por el mundo de las citas, ya que el 60% de los solteros españoles afirman haber sufrido ghosting al menos una vez.
Como las citas se basan cada vez más en la tecnología a través de las aplicaciones de citas y las redes sociales, tiene sentido que el ghosting se haya vuelto aún más común entre las generaciones más jóvenes. Un sorprendente 72% de los españoles de entre 18 y 24 años ha sufrido ghosting, seguido de cerca por el 69% de los que tienen entre 25 y 34 años. Estas cifras sugieren que el ghosting es especialmente frecuente en los grupos de edad más activos en aplicaciones de citas y plataformas digitales, donde la comunicación tiende a ser más informal y cortar lazos puede ser tan rápido como cerrar una ventana de chat.
Sin embargo, el ghosting no sólo ocurre a través de las aplicaciones de citas. A menudo empieza también en entornos familiares y cotidianos. La encuesta muestra que lo más habitual es que la gente conozca a alguien que luego le fantasma a través de aplicaciones de citas o redes sociales, pero también se da en relaciones que empiezan en un bar, un club o una fiesta, con un 11% de los encuestados señalando cada uno de estos lugares como el origen de la conexión. Otro 9% dijo haber conocido a la persona en el trabajo o en la escuela.
El género también influye en cómo se vive el ghosting. Entre los solteros españoles, el 55% de los hombres afirma haber sufrido ghosting, frente al 63% de las mujeres, lo que indica que la experiencia está muy extendida entre los géneros, aunque es ligeramente más común entre las mujeres.
Sin embargo, el ghosting no es una experiencia unilateral. Según la encuesta, el 37% de los españoles admite haber hecho ghosting a alguien. Entre los solteros, esta cifra se eleva al 53%. Las generaciones más jóvenes son las más propensas, con un abrumador 65% de jóvenes entre 18 y 24 años que dicen haber hecho ghosting a alguien, seguidos de cerca por el 60% de los que tienen entre 25 y 34 años.
¿En qué parte de España afecta más el ghosting?
En un país conocido por su pasión y su animada vida social, las citas en España pueden ser tan estimulantes como impredecibles. Pero entre el encanto de los encuentros de tapas y las conversaciones nocturnas, la tendencia moderna de las citas fantasma está complicando un poco las cosas en algunas zonas.
La lista la encabeza L'Hospitalet de Llobregat, donde el 45% de los solteros afirma haber sido víctima de ghosting, y un 55% admite haberlo sido ellos mismos. Lo más notable es que el 42% cree que el ghosting es una forma aceptable de terminar una relación romántica, la tasa de aprobación más alta de España.
Le sigue muy de cerca Valencia, donde la mitad (50%) de las personas afirman haber sufrido ghosting y el 44% confiesa haber hecho lo mismo con otras personas. La ciudad también registra uno de los promedios más altos de experiencias para ambos roles, con 2,3 y 1,8 veces, respectivamente.
Córdoba ocupa el tercer lugar, con un 55% de personas que han sufrido ghosting y un 45% que han fantasmeado a otra persona. Sin embargo, sólo el 13% cree que es una forma aceptable de terminar la comunicación, lo que sugiere que, aunque el comportamiento es común, no está ampliamente aprobado.
Madrid y Granada completan los cinco primeros puestos. En Madrid, el 46% ha experimentado el ghosting y el 38% lo ha hecho, con una cuarta parte (25%) de acuerdo en que es una forma razonable de cortar los lazos románticos. En Granada, el 49% afirma haber sufrido ghosting, y uno de cada cinco (20%) lo considera aceptable.
Mientras tanto, algunas ciudades parecen ofrecer una experiencia de citas más fundamentada y considerada. Pamplona, por ejemplo, registra tasas de ghosting relativamente bajas, ya que sólo el 38% ha sido víctima de ghosting y sólo el 31% admite haberlo hecho. Aquí, sólo el 7% cree que es una forma aceptable de poner fin a una interacción romántica.
Gijón le sigue de cerca, con sólo un 36% de residentes que han sido víctimas de ghosting y un 26% que admiten haberlo hecho ellos mismos. Aunque un 18% lo considera aceptable, el riesgo general de ghosting sigue siendo bajo.
El impacto psicológico del ghosting
El fantasma puede parecer una salida fácil y silenciosa, pero para la persona que lo recibe, el impacto emocional puede ser duradero. La ausencia de una explicación o de un cierre puede llevar a la confusión, a pensar demasiado en numerosos «y si...» y a un persistente sentimiento de rechazo, todo lo cual puede erosionar sutilmente la confianza en futuras relaciones.
La verdad está en las cifras, ya que el 41% de los españoles afirma que el ghosting ha afectado negativamente a su autoestima, mientras que casi la mitad (49%) afirma que ha hecho más difícil confiar en la gente a la hora de volver a salir con alguien. Las mujeres parecen ligeramente más afectadas por el impacto del ghosting, ya que el 52% admite que este comportamiento les dificulta volver a confiar, frente al 46% de los hombres.
Aunque el ghosting es un fenómeno confuso, el núcleo del daño que causa reside en la falta de claridad. Cuando alguien desaparece sin decir nada, la mente busca un significado de forma natural. Esto puede dar lugar a un pensamiento rumiativo, en el que las personas insisten en la situación, repiten las conversaciones e interiorizan la culpa. Sin una explicación, muchos asumen que la culpa es suya, lo que puede erosionar la confianza y reforzar las inseguridades. Con el tiempo, este patrón puede contribuir a generar sentimientos de inadecuación emocional o miedo a volver a amar.
Los signos reveladores del comportamiento de un ghosteador
Uno de los aspectos más difíciles del ghosting es la incertidumbre. ¿Está la persona ocupada? ¿O está desapareciendo lentamente de tu vida? Reconocer las señales a tiempo puede ayudarte a entender mejor lo que está pasando y a decidir cómo responder con claridad y respeto por ti mismo.
Éstas son algunas de las señales clave que pueden sugerir que estás siendo víctima del ghosting:
1. Las conversaciones pierden impulso de repente
Si alguien que solía participar activamente ahora envía respuestas cortas y genéricas o deja de hacer preguntas, puede ser una señal de que se está alejando emocionalmente.
2. Dejan de iniciar el contacto
Un cambio claro en quién se esfuerza en la conexión puede revelar mucho. Si siempre es la misma persona la que tiende la mano y rara vez o nunca la inicia, puede que se trate de algo más que una agenda apretada.
3. Las respuestas se retrasan o desaparecen por completo
Una disminución repentina del tiempo de respuesta, especialmente durante días o semanas, suele indicar que alguien está evitando intencionadamente la interacción. Al final, puede dejar de responder.
4. Evitan hacer o mantener planes
Si la persona sigue posponiéndolo, da vagas excusas o evita repetidamente fijar una fecha, a menudo apunta a una falta de interés y a un creciente distanciamiento emocional.
5. No se ofrece ninguna explicación
Las circunstancias de la vida cambian, pero cuando alguien se calla sin dar explicaciones, incluso después de haber estado conectado previamente, a menudo es una elección consciente de desconectar sin confrontación.
Aunque estos signos no siempre significan que se esté produciendo un ghosting, ya que las emergencias y los fallos de comunicación son reales, observar un patrón constante puede ayudarte a dar sentido a lo que estás experimentando. En última instancia, confía en tus instintos: si alguien te deja confuso, esperando e inseguro durante demasiado tiempo, eso es un mensaje en sí mismo.
Cómo manejar el ghosting y el rechazo en las citas
Ser víctima de un fantasma es una experiencia especialmente desorientadora porque no se puede cerrar, y te deja atrapado en un limbo emocional. Pero, aunque no puedas controlar el comportamiento de otra persona, siempre puedes elegir cómo cuidar de ti mismo después.
1. Perseguir explicaciones es una batalla perdida
El ghosting se define por la falta de comunicación. Así que, aunque es natural ansiar respuestas, seguir buscándolas no te llevará a ninguna parte. En lugar de eso, intenta redirigir esa energía hacia lo que puedes controlar: tu propia tranquilidad. Invierte ese tiempo en ver a amigos y familiares que te apoyen y muéstrate compasivo contigo mismo a través del autocuidado.
2. Tómate un tiempo para centrarte en lo que realmente te importa
Centrarnos en lo que queremos para nosotros mismos y en nuestras prioridades puede ser el punto de partida para recordarnos qué tipo de relación deseamos de verdad. Por mucho que te haya dolido el ghosting, no eres impotente y puedes elegir por ti mismo y avanzar en tus propios términos.
3. Reflexiona sobre tus necesidades, no sobre su comportamiento
La tentación de analizar el comportamiento fantasma puede ser tentadora, pero como dijo una vez Carl Jung: "Poco importa saber en qué se equivoca la otra persona, porque ahí no podemos hacer nada. Interesa saber dónde nos equivocamos nosotros. Porque ahí podemos hacer algo". Este cambio de mentalidad puede potenciar el crecimiento y la claridad.
4. Reconocer y procesar todas las emociones
Desde la rabia y la tristeza hasta la confusión y la sensación de abandono, todas las emociones que sientas son válidas. Aunque te resulten incómodas, afrontarlas es fundamental para avanzar y superar el dolor. Escribir un diario, realizar proyectos creativos o simplemente hablar de ello con alguien de confianza puede ayudarte a aliviar un poco esa carga.
5. Busque apoyo si lo necesita
Si el impacto emocional del ghosting persiste, hablar con un psicólogo puede ser un valioso paso adelante para recuperar el control de tu vida. El apoyo puede ayudarle a procesar sentimientos no resueltos, recuperar la confianza y sentirse preparado para abrirse de nuevo a nuevas conexiones emocionalmente seguras. Ya sea que esté saliendo solo o dentro de una relación, la terapia de pareja en línea o las sesiones individuales con un psicólogo pueden ofrecerle un apoyo accesible cuando y donde más lo necesite.
Fuentes y metodología
Este estudio se basa en datos recogidos mediante una encuesta realizada en mayo de 2025. La encuesta recogió respuestas de 1.541 adultos en España, con una muestra representativa a nivel nacional en cuanto a género, edad y región. Se preguntó a los participantes sobre sus experiencias con el ghosting, incluyendo si habían sido víctimas de ghosting, si habían hecho ghosting a otra persona, y sus respuestas emocionales a estas experiencias.
Además de los datos nacionales, se creó un Índice de Ciudades Fantasma para comparar ciudades en función de varios factores: frecuencia de ghosting (como víctima y como agresor), número medio de incidentes de ghosting y niveles de acuerdo con las afirmaciones sobre el comportamiento de ghosting. Esto nos permitió trazar un mapa geográfico de las tendencias del ghosting y explorar las diferencias regionales.
