Test psicológicos

Un test psicológico o reactivo psicológico es un instrumento estandarizado, que puede ser de diversos tipos y tener diversos objetivos. Los test en psicología son un instrumento que puede resultar muy útil a los profesionales de la salud mental a la hora de realizar un diagnóstico, siempre y cuando respete algunos requisitos básicos como:

• estar estandarizado, un elemento útil para garantizar la fiabilidad de los test psicológicos;
• respetar la peculiaridad de la función psíquica objeto del test;
• contar con puntuaciones basadas en valores objetivos y en lo que se define como “ajuste”;
• estar validado: la validez es una verdadera exigencia ética, porque la persona que se somete a un test tiene el derecho de realizar un test válido;
• dar la posibilidad de medir los elementos subjetivos dentro de la prueba.

Los test psicológicos, como las pruebas de psicodiagnóstico, entre las que se encuentran los test de personalidad (como el test MBTI) o el test de Rorschach, pueden ser administrados por el psicólogo.

Por supuesto, para poder administrar un test, es necesario haber adquirido una formación adecuada y específica. Como precisa el art. 17 del Código Deontológico, “La autoridad profesional del Psicólogo/a se fundamenta en su capacitación y cualificación para las tareas que desempeña. El/la Psicólogo/a ha de estar profesionalmente preparado y especializado en la utilización de métodos, instrumentos, técnicas y procedimientos que adopte en su trabajo. [...] Debe reconocer los límites de su competencia y las limitaciones de sus técnicas.”

En términos generales podemos clasificar los test psicológicos en dos categorías:

1. Test de ejecución máxima: evalúan el nivel de conocimientos y entre ellos se encuentran, por ejemplo, los test de inteligencia.
2. Test de ejecución típica: también conocidos como no cognitivos, evalúan aspectos como la personalidad o las actitudes.

Como es de suponer, las tipologías de test psicológicos que forman parte de estas categorías son diversas y entre ellas se encuentran:

• los test de aptitudes psicológicas,
• los test de diagnóstico psicológico,
• los test neuropsicológicos.

Los test que se pueden realizar de forma autónoma se definen como pruebas de cribado y no son pruebas diagnósticas.

Entre los ejemplos de test de diagnóstico psicológico más generalizados y utilizados citamos:

• El Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota 2 (MMPI-II, por sus siglas en inglés: Minnesota Multiphasic Personality Inventory-II), uno de los test de personalidad más usados en el ámbito clínico así como en el forense y empresarial.
• El Test de Rorschach, una prueba proyectiva de evaluación de la personalidad.
• El Inventario de Depresión de Beck (BDI, por sus siglas en inglés: Beck Depression Inventory).
• El Cuestionario de 90 síntomas (SCL-90, por sus siglas en inglés: Symptom Checklist-90).

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Los test psicológicos que proponemos son pruebas de cribado que puedes realizar de forma autónoma y no constituyen un diagnóstico profesional. Sin embargo, realizarlos de forma correcta y responder con honestidad será útil para conocer en más detalle el propio estado de bienestar.

En caso de querer compartir los resultados del test durante la terapia, el rol del psicólogo será el de evaluarlos para enriquecer un itinerario terapéutico personalizado.

Es posible que un test no sea suficiente para ayudarte a saber si necesitas ir al psicólogo, pero puede ser de gran ayuda para monitorizar el estado de tu bienestar y tomar mayor consciencia del estado de tu salud mental.