Problemas laborales

Los problemas laborales son todas aquellas dificultades relacionadas con la esfera relacional en el ámbito profesional, como puede ser la relación con los compañeros y con los superiores, o aquellas relativas a aspectos específicos de las organizaciones de las que forman parte.

De hecho, algunas condiciones laborales pueden provocar riesgos psicosociales que repercuten en la salud psicológica y física de los trabajadores. Entre las principales causas de los riesgos psicosociales se encuentran: el contexto laboral, la organización del trabajo y su gestión.

Uno de los principales síntomas de los problemas laborales es el estrés laboral que, en su estado más grave, se convierte en burnout.

Los síntomas más comunes de los problemas relacionados con el trabajo pueden ser: los trastornos psicosomáticos, como problemas gastrointestinales y cefalea, la ansiedad, las crisis de pánico, el insomnio, los problemas en las relaciones, la falta de autoestima, la depresión, la insatisfacción laboral, el deseo de cambiar de vida y de trabajo, o las adicciones.

No obstante, algunos aspectos de las dinámicas de la organización como el absentismo, la falta de productividad, la comunicación agresiva o el aislamiento, también pueden indicar la existencia de posibles problemas en el trabajo.

Para la mayoría, el trabajo supone una parte importante de la jornada e influye sobre el bienestar personal. De modo que cuando se experimentan problemas en el trabajo, la vida personal también puede verse afectada en el día a día. Estos son algunos de los factores que pueden ocasionar problemas laborales:

• la comunicación ineficaz entre los compañeros y con los superiores,
• la excesiva competitividad,
• el sentimiento de precariedad laboral, la explotación o la discriminación, y
• el acoso psicológico de los compañeros, superiores o de la propia organización.

Como hemos visto anteriormente, los problemas laborales pueden ser de diversa índole y tener consecuencias importantes en el bienestar psicológico de las personas. Veamos en detalle algunos tipos de problemas laborales, que pueden ser relacionales o no:

• La adicción al trabajo: que hace que se descuiden las necesidades personales, provoca ansiedad, tensión y estrés, pero no contribuye necesariamente a mejorar el rendimiento.
• El burnout o agotamiento laboral: que, como ya hemos mencionado, es una condición de estrés relacionada con el trabajo excesivo y prolongado que provoca, entre otras cosas, falta de motivación y de autoestima, e incluso reacciones psicosomáticas. Asimismo, quienes asumen responsabilidades relacionadas con el trabajo de cuidados o el trabajo doméstico no remunerado pueden enfrentar una doble carga que impacta su bienestar psicológico.
• El mobbing o acoso laboral: que da nombre a las conductas agresivas, denigrantes o vejatorias destinadas a aislar a la persona, las cuales pueden venir de un superior y/o de los compañeros de trabajo.

Además, en los últimos años ha surgido el fenómeno del quiet quitting o renuncia silenciosa, que describe la tendencia de algunos trabajadores a limitarse a cumplir con lo mínimo exigido en su puesto, sin comprometerse emocionalmente ni asumir tareas adicionales. Este comportamiento puede ser una respuesta al burnout, a la insatisfacción laboral o a la falta de reconocimiento dentro de la empresa. Aunque no siempre se percibe como un problema en sí mismo, puede generar consecuencias en la motivación personal y en la dinámica organizacional.

Estos son solo algunos de los problemas que una persona puede experimentar dentro de una organización. Pero, ¿cómo se pueden afrontar los problemas en el trabajo?

Las consecuencias de no tener un ambiente de trabajo sano pueden repercutir tanto en las personas como en toda la organización. ¿Cómo se pueden evitar los problemas en el trabajo? Las empresas más virtuosas tienen muy en cuenta el bienestar organizativo; se preocupan por el equilibrio psicofísico de sus empleados, y también por el ambiente y la seguridad en los puestos de trabajo.

Para ello es importante la presencia del psicólogo del trabajo, un profesional especializado que puede apoyar a los trabajadores en su crecimiento personal, promover un mayor equilibrio en las dinámicas relacionales entre compañeros y dar apoyo en caso de malestar psicológico. La presencia de un psicólogo laboral en las empresas puede convertirse en una solución de bienestar que puede contribuir al crecimiento y al bienestar, también económico, de toda la organización.