La violencia de género es un fenómeno muy extendido en España y en todo el mundo, y se manifiesta de distintas formas, desde la psicológica a la física, con diferentes niveles de gravedad. Desde el acoso hasta el feminicidio, la violencia contra las mujeres suele ser ocultada por las propias víctimas, lo que dificulta su detección e intervención.
En este artículo examinaremos más de cerca el Día Internacional contra la violencia de la mujer: cuándo nació, por qué es importante celebrarlo y qué apoyo puede recibir una mujer víctima de violencia.
25 de noviembre: el origen del día internacional contra la violencia de la mujer
Para entender por qué se eligió el 25 de noviembre como día internacional contra la violencia de la mujer, tenemos que dar un paso atrás en el tiempo al 25 de noviembre de 1960.
Estamos en la República Dominicana. En esa fecha, los cuerpos de las hermanas Mirabal aparecen en el fondo de un acantilado. En los cuerpos de Patria, Minerva y María Teresa aún son visibles los signos de la tortura que sufrieron tras ser capturadas por los agentes secretos del dictador Rafael Leónidas Trujillo, que gobernó la República Dominicana durante treinta años.
El asesinato de Las Mariposas —el nombre en clave de las tres mujeres—, asesinadas por participar en la resistencia contra el régimen mientras visitaban a sus maridos en prisión, desencadenó una reacción popular tan fuerte que condujo al asesinato del dictador Trujillo en 1961 y al fin de la dictadura.
La lucha contra la violencia de género se convierte en una celebración internacional
“Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer” es el nombre oficial de lo que más comúnmente se conoce como “Día contra la violencia machista” o “Día Internacional contra la violencia de la mujer” (o, erróneamente, Día de la Violencia contra la Mujer). Pero, ¿por qué se celebra este día?
Este día fue establecido el 17 de diciembre de 1999 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) con la resolución 54/134. Ya en 1993, durante la Segunda Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, la AGNU había formalizado el 25 de noviembre como fecha para celebrar el día contra la violencia de la mujer y había definido el significado de esta expresión:
“Todo acto de violencia basado en el género que tenga como resultado, o que pueda tener como resultado, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para las mujeres, incluidas las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea en la vida pública o privada”. (Art. 1 de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer)
Pero, ¿es realmente necesario un día internacional contra la violencia de género?

Violencia de género
¿Qué es la violencia de género? Según el art. 1 de la Ley Orgánica 1/2004 de Protección Integral contra la Violencia de Género, la violencia de género incluye:
“Todo acto de violencia (…) que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia. (…) que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”
Estas formas de violencia representan una manifestación directa de la voluntad de dominación y subordinación de un sexo, el masculino, frente al otro, percibido como diferente y peligroso.
La violencia de género no proviene de una patología o desviación individual, sino que está ligada a las relaciones cotidianas y normales entre hombres y mujeres en nuestra sociedad. Es ante todo un problema cultural: las desigualdades de género y los papeles asignados por la sociedad se ven reforzados en lugar de cuestionados.
La lucha contra la violencia de género
Una vez aclarado qué se entiende por violencia de género, es importante detenerse en la legislación que regula las intervenciones para combatirla. Esta legislación se basa en el principio consagrado en el Convenio de Estambul, que define la violencia de género como una violación de los derechos humanos.
El Convenio de Estambul, firmado por todos los Estados miembros de la UE y ratificado por 20 de ellos, es un tratado jurídicamente vinculante que pretende no solo combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, sino también prevenirla, proteger a las víctimas y acabar con la impunidad de los agresores (Convenio de Estambul, 2018).
La legislación contra la violencia de género tiene tres objetivos principales:
- la prevención del delito,
- la protección de la víctima,
- el castigo del agresor.
En España, la ley que protege a las víctimas de la violencia de género es la Ley Orgánica 1/2004 de Protección Integral contra la Violencia de Género. La cual también se ve reforzada con otras leyes como la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y la Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual.
Algunos datos sobre la violencia de género en España
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2024; INE, 2025), en 2024:
- el número de mujeres víctimas de violencia de género disminuyó un 5,2 % —en comparación con un aumento del 12,1 % en el año 2023—;
- el número de víctimas de violencia doméstica disminuyó un 2,9 % —en comparación con un aumento del 12 % en el año 2023— (INE .
Según el Boletín Estadístico Mensual de septiembre de 2025 (Ministerio de Igualdad, 2025), el número de feminicidios en la pareja o expareja entre enero de 2003 (año en el que se empiezan a contabilizar) y septiembre de 2025 asciende a 1.323. Poniendo el foco en los últimos años:
- hasta septiembre de 2025, han habido 28 mujeres víctimas mortales;
- en 2024, 49 mujeres fueron víctimas mortales —36 hasta septiembre—;
- en 2023, 58 mujeres fueron víctimas mortales —51 hasta septiembre—;
- en 2022, 50 mujeres fueron víctimas mortales —36 hasta septiembre—.
Según datos sobre las llamadas al número de atención a todas las formas de violencia contra las mujeres 016 (Ministerio de Igualidad, 2025):
- Durante septiembre de 2025 se recibieron 11.776 consultas pertinentes, de las cuales 84,8 % fueron relativas a violencia de género (pareja o expareja) y el 15,2 % a otro tipo de violencia contra las mujeres.
- Desde el establecimiento del servicio en septiembre de 2007 y hasta septiembre de 2025, se han recibido 1.432.459 llamadas pertinentes.
Características del ciclo de la violencia
Por lo general, los incidentes de violencia se producen cíclicamente, sin motivo aparente, a intervalos cada vez más cortos y se suceden en un crescendo de gravedad que puede poner en grave peligro la propia vida de la mujer.
Se pueden distinguir tres fases en el ciclo de la violencia de género:
- el aumento de la tensión,
- la explosión de la violencia,
- el arrepentimiento/perdón con una vuelta momentánea de la pareja a la afectividad.
Para la mujer se convierte en una sucesión de choques que aumentan la desvalorización de sí misma y la desconfianza en que la situación pueda cambiar y sobre todo la sensación de que es imposible escapar al poder del otro.
La violencia ejercida por el compañero en el seno de la familia tiende a establecer y mantener el control sobre la mujer y, a veces, sobre los hijos. Se trata de verdaderas estrategias destinadas a ejercer el poder sobre la otra persona, utilizando modos de comportamiento para controlar, humillar, infundir miedo y denigrar.
Factores que contribuyen a la violencia de género: violencia psicológica
Puede resultar difícil para las personas ajenas a la pareja entender cómo una mujer puede vivir, a veces durante años, como víctima de la violencia en la pareja, al lado de un hombre que la insulta, la denigra, la controla y la golpea. Más que víctimas de la violencia machista, a veces se las considera parte del problema, se las percibe como corresponsables de su condición.
Las mujeres "no se van" debido a una multiplicidad de factores (individuales, relacionales, sociales, culturales e institucionales) que crean una compleja red que las encierra en la relación abusiva. Entre estos factores, hay que prestar especial atención al poder de la violencia psicológica: una forma de violencia que se insinúa sutil y silenciosamente en la relación.
Esta forma de violencia es responsable de la parálisis de las mujeres maltratadas y a menudo es la causa de que no se rebelen. De hecho, la violencia psicológica es la que crea el terreno en el que la violencia física puede arraigar, echar raíces y crecer en intensidad y frecuencia, llegando incluso al feminicidio.
Con el tiempo, la autoestima de la mujer queda minada. Esto provoca una herida tan profunda que resulta difícil reaccionar: la persona se siente sin identidad, frágil e insegura. Un mecanismo que la hace controlable y, por tanto, más débil, incapaz de reaccionar o tomar decisiones. Aquí es donde entra en juego la violencia psicológica.
También se suele impedir la libertad de la mujer mediante la manipulación emocional, lo que puede hacer que termine por encontrarse sola sin darse cuenta; lo cual aumenta su fragilidad y la dependencia de la pareja.
La emoción predominante es el miedo, que se cuela en la mente de la mujer y la lleva a pensar que no tiene ninguna esperanza de escapar de su agresor.

Combatir y prevenir la violencia de género
El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer no debe ser solo una conmemoración. Es importante que toda mujer víctima de violencia pueda contar con la ayuda de instituciones, cuerpos policiales, médicos, psicólogos y centros antiviolencia.
La prevención de la violencia de género es fundamental. Las acciones de educación afectiva, concienciación y lucha contra la violencia incluyen, por ejemplo:
- campañas y materiales de sensibilización del Ministerio de Igualdad;
- servicios de información y atención especializada como la línea telefónica 016;
- medidas de prevención y protección como la Estrategia Estatal contra las violencias machistas y el sistema de seguimiento y protección para víctimas.
Cómo apoyar a las víctimas de la violencia
Si conoces a una persona que pueda ser víctima de la violencia, tu apoyo puede marcar la diferencia. A menudo, quienes sufren malos tratos se sienten aislados, incomprendidos o temen que no se les crea. He aquí algunas formas concretas de ofrecer ayuda:
- Escucha sin juzgar: ofrece un espacio seguro donde la persona pueda hablar libremente, sin presiones ni críticas. La escucha empática es esencial para que la víctima se sienta acogida y comprendida.
- Respeta su tiempo y sus decisiones: no obligues a la persona a tomar decisiones inmediatas. Cada camino para salir de la violencia es personal y lleva su tiempo.
- Proporciona información útil: puedes sugerir la posibilidad de consultar servicios de información y atención especializada como la línea telefónica 016 o centros de emergencia para mujeres víctimas de violencia de género.
- Ayuda a planificar la seguridad: si la persona está en peligro, ayudarla a pensar en un plan de emergencia (por ejemplo, tener preparada una bolsa con documentos y objetos esenciales) puede ser un paso importante.
- No actuar solo/a: en situaciones de emergencia, llama inmediatamente al 112 o al 016. No intentes enfrentarte directamente al agresor: la prioridad es la seguridad de la víctima.
Recuerda que el apoyo psicológico también puede ser de gran ayuda, tanto para la víctima como para quienes la rodean. Hablar con un psicólogo puede ayudar a gestionar las emociones y a encontrar estrategias de afrontamiento eficaces.
Qué hacer si eres víctima de la violencia
Tomar conciencia de ser víctima de violencia psicológica puede ser complejo y actuar puede serlo aún más. Acudir a un profesional, como un psicólogo online, con quien hablar en un espacio online seguro y confidencial puede ser el primer paso.
Una vez que son conscientes de que han sufrido abusos, muchas mujeres no saben o no consiguen buscar ayuda. Sin embargo, la intervención temprana y la denuncia pueden ser determinantes.
Si sufres violencia de género, te recomendamos contactar con el teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016. Es un servicio público puesto en marcha por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, funciona las 24 horas del día y está atendido por profesionales especializados en esta materia. También puedes comunicarte por WhatsApp (600 000 016) y por correo electrónico escribiendo a 016-online@igualdad.gob.es
Es importante que las mujeres víctimas de violencia de género sepan que no están solas y que tienen la posibilidad de ser acompañadas en un camino de liberación accediendo al apoyo jurídico, informativo y psicológico. Si precisas de un psicólogo o psicóloga con experiencia en temas de violencia, en Unobravo puedes encontrar numerosos profesionales disponibles para apoyarte y acompañarte.





