Cómo superar una ruptura y el fin de una relación

Cómo superar una ruptura y el fin de una relación
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Antonio Dessì
Redacción
Psicólogo con orientación Cognitivo-Constructivista
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
28.4.2025
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El fin de una relación puede representar un momento de gran vulnerabilidad emocional en las relaciones humanas. Cuando una historia termina, podemos pasar un periodo de dolor, confusión e incertidumbre. Las emociones pueden ser intensas y opuestas: de la tristeza a la rabia, del sentimiento de culpa al miedo al futuro, de una sensación de libertad que puede ser tanto agradable como inquietante. Sin embargo, aunque pueda parecer imposible de superar, esta etapa se puede superar y es posible encontrar un nuevo equilibrio emocional, de manera que esta mezcla de emociones se transforme en una oportunidad de crecer y renacer.

En este artículo, vamos a explorar las reacciones del cerebro ante la ruptura, las etapas emocionales que se atraviesan y las estrategias que podemos usar para afrontar el dolor como una parte natural del proceso de separación.

Acoger la ruptura como una oportunidad de crecimiento personal

La cultura japonesa nos enseña, a través del Kintsugi, el arte de reparar las cerámicas rotas con oro, que no hay que esconder las fracturas, sino que hay que ponerlas en valor, porque representan la historia y la resiliencia de un objeto. El mismo principio se puede aplicar a nuestras heridas emocionales: cada ruptura sentimental puede convertirse en una oportunidad para reconstruirnos con mayor conciencia y fuerza interior.

El duelo resultante de una separación hunde sus raíces en nuestra parte afectiva más profunda, sacando a veces a la luz inseguridades y experiencias emocionales que pueden remontarse a la infancia. Esto puede generar momentos de intensa vulnerabilidad, pero es crucial recordar que cada etapa del dolor tiene su propia finalidad y duración.

Entender el valor de las experiencias pasadas, aceptar nuestras emociones y afrontar la separación con una actitud constructiva puede hacer que el sufrimiento se transforme en una oportunidad de crecimiento personal.

¿Qué pasa cuando se termina una relación?

Cuando una relación llega a su fin, el cerebro y el cuerpo reaccionan de formas que pueden compararse con un verdadero trauma. En el amor intervienen las mismas áreas cerebrales que se activan con las adicciones, según demuestran algunos estudios neurocientíficos (Fisher et al., 2010).

Cuando se rompe el vínculo, el cerebro entra en un estado de alarma y provoca una cascada de reacciones químicas que amplifican el sufrimiento emocional y físico. El corazón late más fuerte, la respiración se entrecorta y los pensamientos repetitivos invaden la mente.

Esta tormenta de emociones suele ir acompañada de síntomas similares a los de la abstinencia: insomnio, pérdida del apetito, ansiedad y depresión (Najib et al., 2004). Muchas personas experimentan una etapa inicial de conmoción, que se caracteriza por la incredulidad y la negación. El dolor es tan intenso que la mente puede adoptar estrategias de defensa, como el desapego emocional o la disociación (Holmes et al., 2005).

Los momentos de desesperación se alternan con intentos de racionalizar lo sucedido y buscar respuestas que a menudo no existen. La ruptura de una relación también puede alterar la percepción que tenemos de nosotros mismos: ¿quiénes somos sin esa persona? ¿Qué nos queda de nuestra identidad? Estas preguntas pueden dar lugar a sentimientos de vacío y confusión.

cómo superar una ruptura
Foto de Henri Pham (Unsplash)

Cómo superar una ruptura amorosa: el primer paso para seguir adelante

Los seres humanos aprenden desde pequeños a construir vínculos con los demás (Bowlby, 1999), compartir experiencias e interpretar el comportamiento ajeno. La capacidad de crear relaciones forma parte de la naturaleza humana orientada a la evolución, pero el fin de las mismas supone un desafío complejo y doloroso.

Cuando un amor termina, se desencadena un trauma emocional que puede tener repercusiones en numerosos aspectos de la vida diaria, desde la autoestima a la capacidad para proyectar el futuro. Para muchos, aceptar el fin de una relación significa afrontar el dolor, la soledad y el cambio, elementos que pueden parecer imposibles de superar.

Sin embargo, la resiliencia emocional y algunas estrategias de apoyo psicológico pueden facilitar el proceso y hacer que la ruptura se convierta en una oportunidad para crecer.

¿Cuáles son las etapas de la ruptura?

En su libro Cuando el desierto florece, Prem Rawat ofrece una reflexión profunda sobre la resiliencia y la capacidad humana de encontrar la belleza incluso en los momentos más difíciles. Una ruptura amorosa sigue un proceso emocional que, por mucho que sea subjetivo, se caracteriza por algunas etapas recurrentes que nos pueden ayudar a entender y aceptar el dolor:

  • Conmoción y negación: durante las primeras etapas, el dolor es tan sumamente intenso que la mente intenta protegerse negando la realidad. Tenemos la sensación de que todo es irreal y que la separación solo es temporal. Esta etapa, aunque resulta dolorosa, es necesaria para concedernos tiempo para poder asimilar el cambio.
  • Rabia y frustración: con el paso del tiempo, la conciencia de la pérdida se vuelve más clara y conlleva sentimientos de rabia y frustración. Nos preguntamos qué podríamos haber hecho de otra manera, nos echamos la culpa a nosotros mismos o a nuestra expareja y experimentamos un fuerte sentimiento de injusticia.
  • Tristeza y dolor emocional: una vez superada la rabia, el dolor se manifiesta en su forma más profunda. Esta es la etapa en la que experimentamos la tristeza más intensa, el sentimiento de vacío y el miedo a no ser capaces de volver a ser felices. Sin embargo, tal y como subraya Rawat, es justo esta vulnerabilidad la que hace que podamos redescubrir nuestra fuerza interior y reconectar con nuestro verdadero yo.
  • Aceptación y renacimiento: con el tiempo, el sufrimiento deja espacio a una nueva conciencia. No se trata de olvidar, sino de integrar la experiencia en nuestro transcurso vital para que pase a formar parte de nuestro bagaje emocional. Esta es la etapa en la que el dolor se transforma en crecimiento y empezamos a mirar al futuro con otros ojos.

Qué hacer para superar una ruptura

Aceptar el final de una relación puede ser un proceso delicado, pero es esencial seguir adelante con serenidad. Es importante darse tiempo para sentir el dolor, sin forzar el proceso de cura.

Pero, ¿cómo podemos superar una ruptura de pareja?

El primer paso para superar una ruptura es reconocer y acoger nuestras emociones: reprimir el dolor no hará que desaparezca, al contrario, hará que persista. Llorar, escribir o hablar con una persona de confianza son algunas de las maneras de las que podemos liberar el peso emocional y dar voz a nuestros sentimientos.

Al mismo tiempo, puede ser útil cortar el contacto con nuestra expareja, al menos al principio. Agarrarnos a los recuerdos, mirar las redes sociales o buscar continuamente a la otra persona puede hacer que el proceso de separación sea aún más difícil. Tomar distancia permite procesar el duelo emocional sin volver a abrir constantemente la herida.

Otro aspecto esencial es cuidar de nosotros mismos, tanto físicamente como mentalmente. Llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y mantener una rutina regular ayuda a contrarrestar los efectos negativos del estrés y la tristeza. También resulta determinante construir una red de apoyo: los amigos, la familia o un profesional de la salud mental pueden ofrecernos consuelo y nuevas perspectivas, lo que nos ayuda a ver la situación con más claridad.

Por último, es importante abrazar el cambio como una oportunidad. Cada ruptura lleva consigo la semilla de un renacimiento: nos invita a redescubrirnos, a reordenar nuestras prioridades y a ser más conscientes de nuestras necesidades.

El fin de una relación no es el final de todo, sino el comienzo de un nuevo capítulo, más auténtico y alineado con aquello en lo que nos hemos convertido. Cada historia, incluida la que se termina, nos enseña a amar mejor y, sobre todo, a amarnos mejor y reconstruirnos a nosotros mismos.

El proceso de cura no es lineal y a menudo podemos pensar que no conseguiremos superarlo. Cada persona tiene sus propios tiempos, pero lo realmente importante es confiar en nuestras capacidades para recuperarnos y volver a encontrar la felicidad.

Estrategias para procesar el sufrimiento: cómo recuperarse de una ruptura

¿Existen técnicas psicológicas para superar una ruptura amorosa? Afrontar el fin de una relación no significa únicamente dejar atrás el dolor, sino también aprender a convivir con él y transformarlo en una oportunidad. Para ello, es necesario adoptar estrategias que ayuden a procesar el sufrimiento de forma sana y eficaz. Por ejemplo:

  • Dar espacio a nuestros sentimientos: permitirnos sentir emociones dolorosas sin reprimirlas es un paso crucial para superar la ruptura. Llorar, el journaling o hablar con una persona de confianza pueden ser formas útiles para dar voz a nuestro estado de ánimo. 
  • Hablar con alguien de confianza: compartir el dolor con nuestros amigos, familia o con un psicólogo nos ayuda a sentirnos menos solos y a mirar la situación desde otras perspectivas.
  • Evitar aislarnos por completo: aunque pueda resultar natural buscar la soledad, es importante no encerrarnos en nosotros mismos. Seguir manteniendo un mínimo de interacción social nos ayuda a que no nos hundamos en el aislamiento.
  • Crear nuevas rutinas: el vacío que deja la relación se puede llenar introduciendo nuevos hábitos en nuestra vida, como actividades deportivas, aficiones creativas o nuevos proyectos profesionales.
  • Practicar actividades que nos hagan sentir bien: el deporte, la meditación, la música o un simple paseo por la naturaleza son algunas de las maneras en las que podemos reducir el estrés y mejorar el bienestar psicofísico.
  • Distraerse con actividades gratificantes: dedicarse a algo constructivo nos permite desplazar la atención del dolor y encontrar nuevas fuentes de satisfacción personal.

El riesgo de caer en una depresión

En algunos casos, el sufrimiento se puede volver tan persistente y paralizante que la persona puede vivirlo como una verdadera depresión postruptura. Por eso es importante reconocer las señales e intervenir para evitar que el dolor se transforme en una afección debilitante.

Si el sentimiento de soledad y la tristeza asociada no se atenúan con el paso del tiempo, sino que, al contrario, se intensifican y desembocan en rabia y desesperación, e interfieren en la vida diaria, puede ser que exista un malestar más profundo. 

De hecho, cuando el dolor provocado por la separación se manifiesta mediante síntomas como la pérdida de interés por todo, el insomnio prolongado, la dificultad para realizar las tareas diarias o pensamientos autodestructivos, es importante plantearse pedir ayuda.

Consultar a un psicólogo puede ser una elección útil para recibir un apoyo adecuado y aprender estrategias para afrontar el dolor de forma más eficaz, así como para recibir apoyo y contención emocional. También es muy importante practicar la autocompasión, es decir, tratarse con amabilidad y aceptar que el dolor forma parte del proceso de cura.

cuánto se tarda en superar una ruptura
Foto de SAJAD FI (Unsplash)

¿Cuánto se tarda en superar una ruptura?

No existe una única respuesta a la pregunta de cuánto tiempo se tarda en superar una ruptura o a cómo superar una ruptura rápidamente. El tiempo necesario varía en función de cada persona y depende de diversos factores, como:

  • la duración de la relación,
  • el nivel de implicación emocional,
  • el apoyo social disponible,
  • los recursos personales de quien experimenta la ruptura.

No existe una fórmula precisa para calcular el tiempo necesario para superar una ruptura, sino que es importante aceptar que cada persona debe seguir su propio proceso. Algunas personas consiguen recuperarse en pocos meses, mientras que para otras el proceso puede llegar a durar años.

El dolor asociado al fin de una relación no desaparece de golpe, sino que tiende a disminuir gradualmente con el paso del tiempo y hacerse más pequeño. No podemos deshacernos de él, tenemos que guardarlo en el baúl de los recuerdos, como si fuera un pequeño amuleto de esa experiencia que, sin embargo, no define todo nuestro espacio.

Es importante recordar que el tiempo, por sí solo, no siempre es suficiente para curar una herida emocional. El crecimiento personal y la cura también dependen de las decisiones y acciones que tomamos para volver a levantarnos. Invertir en nosotros mismos, dedicarnos a nuevas pasiones y reconstruir nuestra autoestima son pasos esenciales para transformar el dolor en una ocasión de renacimiento.

¿Cómo saber si te has curado de una ruptura?

Saber si realmente hemos superado una ruptura no siempre es fácil, pero existen señales claras que indican que el proceso de cura avanza. Una de las primeras señales es la disminución del dolor asociado a los recuerdos de la relación: si el hecho de pensar en nuestra expareja no desencadena un fuerte sufrimiento o rabia, puede significar que la herida se está cerrando. Asimismo, empezamos a mirar al futuro con más esperanza y a sentirnos menos anclados en el pasado.

Otra señal importante es la capacidad para volver a encontrar placer en las actividades del día a día.

La capacidad de estar solos sin experimentar un sentimiento de vacío también es fundamental. Conseguir vivir la soledad como una oportunidad de crecimiento personal, sin sentir la necesidad constante de llenar el vacío con otra persona, puede ser un indicador de que hemos alcanzado un mayor equilibrio emocional.

¿Cuánto tiempo debe pasar para empezar una nueva relación?

Decidir cuándo empezar una nueva relación es una decisión muy personal y depende del nivel de conciencia emocional alcanzado. Es importante no buscar a alguien únicamente para llenar la ausencia, sino hacerlo porque estamos preparados para compartir nuestra vida con otra persona de forma sana y en paz.

Un buen indicador es sentirnos completos y satisfechos con nosotros mismos antes de abrirnos a un nuevo amor. Si somos capaces de ser felices solos, sin depender emocionalmente de una pareja, significa que estamos preparados para construir una relación basada en la reciprocidad y no en la necesidad de llenar un vacío interior. Asimismo, el deseo de tener una relación sana, libre de las dinámicas tóxicas del pasado, también es una señal de madurez emocional.

Pedir ayuda tras una ruptura

Cuando una relación se termina, algunas emociones y sentimientos indican que existe la necesidad de contar con un apoyo psicológico profesional. Si nos sentimos atrapados en el dolor e incapaces de encontrar una sensación de alivio, hablar con un profesional, como una psicóloga o psicólogo online, puede ser una opción útil para volver a encontrar el equilibrio.

El apoyo profesional no sirve solo para superar el dolor de la ruptura, sino también para entendernos mejor a nosotros mismos y nuestra manera de vivir las relaciones. El objetivo no tiene que ser olvidar, sino integrar la experiencia en nuestra historia personal. Cada relación nos deja algo, y en lugar de considerar la ruptura como una derrota, es más útil verla como un aprendizaje.

Cada amor, incluso el que termina, nos permite amarnos mejor, identificar qué es lo que necesitamos y mejorar nuestra capacidad para construir vínculos significativos.

Bibliografía
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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