¿Quién no recuerda al mítico personaje de Los Simpson llamado Eleanor Abernathy? A priori, puede que el nombre no te suene, pero si añadimos que su apodo es "la señora de los gatos", enseguida nos viene a la mente la anciana de pelo despeinado, excéntrica, estrafalaria y rodeada de gatos.
El personaje de Eleanor podría ser un buen retrato ficticio de una persona acumuladora de animales. Pero, ¿puede el amor desmedido por los animales convertirse en una patología? Cuando la acumulación se vuelve obsesiva, podemos hablar del síndrome de Noé o de acumulación de animales patológica. Abordamos este tema en detalle en este artículo.
Qué es el síndrome de Noé
El síndrome de Noé, también conocido como acumulación de animales o animal hoarding, es un trastorno mental que se caracteriza por la acumulación de un número excesivo de animales de compañía o domésticos, a menudo sin la capacidad de proporcionarles los cuidados adecuados.
Es una forma de disposofobia o trastorno de acumulación compulsivo, que en el DSM-5 pasa de estar clasificado como trastorno obsesivo compulsivo a una categoría autónoma. No obstante, el acaparamiento de animales no tiene una clasificación específica en el DSM-5, sino que se incluye en la categoría de trastorno de acumulación compulsiva.
Perfil del acumulador de animales patológico
Las personas que experimentan acumulación compulsiva de animales o “Síndrome de Noé” sienten una fuerte necesidad de acaparar un gran número de animales, pero a menudo pueden tener dificultad para reconocer que su situación es problemática. De hecho, pueden percibirse a sí mismas como “salvadoras de animales”, aunque las condiciones en las que viven los animales sean a menudo degradantes y perjudiciales para su bienestar.
Las personas que experimentan el síndrome de Noé suelen creer que están cuidando amorosamente de sus animales, pero en realidad su entorno se convierte rápidamente en superpoblado e insalubre. La acumulación de animales puede contribuir a que el entorno esté superpoblado, sucio y carezca de recursos básicos como comida, agua y atención veterinaria. De modo que los animales en estos entornos pueden sufrir desnutrición, enfermedades no tratadas, parásitos y estrés por hacinamiento.

Síndrome de Noé y maltrato de animales
Un estudio realizado por investigadores españoles abordó el fenómeno del acaparamiento de animales en España, centrándose en las implicaciones para el bienestar animal (Calvo et al., 2014). Este análisis retrospectivo se basó en 24 casos documentados de acaparamiento de animales que involucraron a un total de 1.218 perros y gatos, y a 27 acaparadores, todos ellos descubiertos gracias a la intervención legal de una sociedad protectora de animales en España durante el período de 2002 a 2011.
Los casos analizados revelaron situaciones de:
- Tenencia incompatible de animales, por haber mantenido numerosos perros y gatos en condiciones incompatibles con su naturaleza (Artículo 337 bis del Código Penal).
- Maltrato de animales, reflejado en el pobre estado de bienestar de los animales, incluyendo malas condiciones corporales, presencia de heridas, y enfermedades parasitarias e infecciosas (Artículo 337 del Código Penal).
- Abandono de animales, no solo por el abandono físico, sino también por mantenerlos en condiciones de vida incompatibles con su naturaleza.
- Violaciones de la ley, aunque el estudio no especifica casos de violación de precintos o incumplimiento de órdenes judiciales, la intervención legal en estos casos sugiere la presencia de infracciones legales relacionadas con el cuidado y bienestar animal.
- Amenazas o conflictos con funcionarios públicos, como veterinarios o miembros de sociedades protectoras de animales, aunque no se detallan específicamente, son situaciones probables dada la intervención legal y la resistencia comúnmente asociada a los casos de acaparamiento (Artículo 550 y siguientes del Código Penal, referentes a atentados contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos, y desobediencia y resistencia).
Este estudio es significativo porque, además de evidenciar la falta de coordinación entre las distintas entidades involucradas y las figuras jurídicas y sanitarias para la gestión de los casos de acaparamiento de animales en España, ilumina sobre la psicopatología del acaparamiento de animales. Según los investigadores:
"Las características de los acaparadores analizados en este estudio concuerdan con las características típicas del acaparador de animales descritas en la literatura: la edad avanzada, el aislamiento social, y las malas condiciones higiénicas en las que vivían tanto los acaparadores como sus animales, fueron rasgos comunes encontrados en estos casos.”
Consecuencias para la salud pública y el bienestar animal
Asimismo, entre las principales consecuencias del síndrome de Noé podemos mencionar:
- Riesgo de zoonosis: cuando se acumulan animales en condiciones poco saludables, aumenta la probabilidad de transmisión de enfermedades infecciosas que pueden afectar tanto a animales como a personas, como la rabia, la leptospirosis o la toxoplasmosis.
- Problemas de higiene y contaminación ambiental: la acumulación de excrementos y restos orgánicos puede contaminar el aire y el agua, lo que favorece la aparición de malos olores y la proliferación de plagas.
- Sufrimiento animal: los animales suelen encontrarse en situaciones de hacinamiento, desnutrición y sin atención veterinaria adecuada, lo que puede llevar a altos niveles de estrés, enfermedades y a una vida más corta.
- Carga para los servicios públicos: atender casos de síndrome de Noé implica movilizar recursos sanitarios, sociales y legales, además de requerir la colaboración de organizaciones dedicadas a la protección animal para el rescate y la reubicación de los animales.
Estos efectos ponen de manifiesto la importancia de abordar el síndrome de Noé como un desafío complejo, que requiere la colaboración entre profesionales de la salud mental, autoridades sanitarias y entidades de protección animal.
Arrojemos algo de luz sobre el trastorno de acumulación de animales
Muchas veces, como hemos mencionado, las personas que acumulan animales pueden presentar síntomas de negación y minimización de las condiciones en las que viven los animales. Además, suelen carecer de conciencia sobre las consecuencias negativas de su comportamiento tanto para sí mismas, como para sus familias y los animales (Abreu & Marques, 2022). Esta falta de reconocimiento puede causar vergüenza y empujarlas al aislamiento social.
La investigación Una perspectiva teórica para informar las estrategias de evaluación y tratamiento para los acaparadores de animales (Patronek & Nathanson, 2009) intenta aplicar la teoría del apego a la acumulación de animales. De hecho, los investigadores sostienen que:
“A lo largo de la vida, existe una lucha persistente por formar un estilo de apego funcional y lograr una integración social positiva. Para algunas personas, particularmente aquellas con una experiencia de apego primario disfuncional en la infancia, una relación protectora y reconfortante con los animales puede dejar una impresión indeleble.
”En la edad adulta, cuando el apego humano es crónicamente problemático, el cuidado compulsivo de los animales puede convertirse en el medio principal para mantener o construir un sentido de uno mismo”.
Por lo tanto, según esta teoría, las personas que acumulan animales en serie pueden estar motivadas por la necesidad de llenar un profundo sentimiento de vacío emocional y soledad a través de la compañía de animales. Además, este trastorno puede presentarse en comorbilidad con trastornos depresivos y trastornos de ansiedad.
Cabe destacar que las causas subyacentes más frecuentes del síndrome de Noé incluyen condiciones neurológicas y psiquiátricas como demencia, trastorno obsesivo compulsivo, psicosis y adicción a drogas (Moreira Abreu & Gama Marques, 2022).

Síndrome de Noé: ¿qué hacer ante la presencia de este trastorno?
El llamado síndrome de Noé es una condición compleja que requiere mayores estudios en diferentes frentes (Stumpf et al., 2023). De hecho, este trastorno, además de afectar a la salud mental de la persona, representa un problema de salud y protección de los animales, así como un problema de salud pública (Arluke & Frost, 2002). Los entornos superpoblados pueden crear problemas de higiene que pueden afectar la salud de las comunidades circundantes.
Además, la falta de una atención adecuada puede provocar la propagación de enfermedades que pueden transmitirse a los humanos, como la rabia. Por tanto, el tratamiento de este trastorno debe realizarse con una combinación de intervenciones psicológicas, apoyo y asistencia social, tanto para la persona como para los animales afectados.
Abordar el problema de la acumulación compulsiva de animales requiere un enfoque compasivo y colaborativo, en el que el ejercicio de la empatía es fundamental. Es esencial involucrar a profesionales de la salud mental para brindar apoyo a los afectados y tratar las causas subyacentes del comportamiento. Además, se recomienda realizar intervenciones integradas y a largo plazo, en lugar de limitarse a respuestas de emergencia, para lograr resultados sostenibles y efectivos (Guerra et al., 2021).
Las autoridades locales y las organizaciones de protección animal pueden entonces intervenir para sacar a los animales de condiciones dañinas y brindar asistencia y recursos para su recuperación y reubicación en entornos seguros.
Es importante subrayar que el síndrome de Noé es un trastorno complejo que puede influir en las personas, en los animales y en el entorno en el que conviven. Si consideras que tú o alguien cercano podría estar atravesando una situación similar, es importante recordar que no tienes por qué afrontarlo en soledad.
Buscar apoyo profesional representa un acto de valentía y puede ser el primer paso para recuperar el equilibrio emocional, favorecer una mejor calidad de vida y cuidar el bienestar de todas las personas y animales implicados. En Unobravo, estamos disponibles para escucharte y acompañarte en este proceso. Si sientes que necesitas apoyo, estamos aquí para ayudarte a encontrar tu psicólogo o psicóloga online.




