Ojos que no ven, corazón que no siente. Este ejemplo de la sabiduría popular de los proverbios nos hacen pensar en un vínculo entre la mente, las emociones y la vista, que nos sirve de apertura para abordar el tema de la tensión ocular por estrés y sus síntomas.
El fenómeno del estrés, estudiado desde principios del siglo XX gracias a las investigaciones de Hans Selye (Tan & Yip, 2018), impacta en diversos órganos y aparatos de nuestro organismo, provocando cambios en la eficiencia del rendimiento y en los hábitos alimenticios, irritabilidad, problemas intestinales, dolor, alteración del ciclo del sueño (Syeda Rushda et al., 2017) y síntomas psicosomáticos. Pero, ¿qué impacto tiene esto en la visión?
En este artículo, intentamos investigar la relación entre el estrés y la salud visual investigando el impacto específico en la tensión ocular.
“Estrés en los ojos”: el impacto del estrés en la salud ocular
En la amplia variedad de manifestaciones de trastornos visuales relacionados con el estrés, encontramos algunas manifestaciones sintomáticas recurrentes (Lanfernini & Moscariello, 2023):
- Visión borrosa causada por la tensión en los músculos oculares.
- Visión doble.
- Deslumbramiento con fotosensibilidad acentuada.
- Visión en túnel: la tensión extrema puede causar estrechamiento del campo visual con la sensación de mirar a través de un tubo (aura migrañosa).
- Visión borrosa y mareos.
- Destellos brillantes y luces repentinas en el campo visual.
- Palpitaciones y temblores.
- Fasciculaciones de los párpados: temblor de los párpados.
- Desprendimiento vítreo (generalmente relacionado con el estrés crónico).
- Blefaritis y orzuelos por estrés.
- Desprendimiento de retina.
- Ojos y párpados hinchados.
- Fatiga visual.
- Dolores de cabeza.
- Sequedad ocular.
- Síndrome del ojo seco: el estrés puede contribuir a reducir la producción de lágrimas, esencial para la hidratación.

Tensión ocular por estrés: ¿cuál es la relación?
En el caso de la tensión ocular se pueden experimentar sensaciones de presión debido a la tensión en los músculos perioculares como consecuencia de la ansiedad y la somatización. A diferencia del glaucoma, no se produce un aumento real de la presión intraocular.
Estrés y glaucoma
Sin embargo, como se ilustra en la contribución de Seyeda Rushda et al. (2017), existe un efecto bidireccional, una especie de círculo vicioso de influencia recíproca entre el estrés y los problemas oculares y viceversa.
En el caso concreto del glaucoma, el estrés afecta a la secreción y drenaje del líquido ocular, lo que provoca un aumento de la tensión ocular que puede favorecer el avance de la patología ocular. A su vez, el glaucoma puede repercutir en el bienestar emocional al generar preocupación y ansiedad. Las revisiones oftalmológicas periódicas pueden ser una herramienta útil para el seguimiento, la prevención y la intervención precoz.
Estrategias para gestionar el estrés y promover el bienestar visual
A continuación se exponen algunas estrategias para gestionar el estrés y promover el bienestar visual (Lanfernini & Moscariello, 2023):
- Realizar ejercicio físico adecuado.
- Cuidar la alimentación: existen dietas antiinflamatorias específicas para el estrés ocular (tomar vitaminas aumentando la ingesta de frutas y verduras, tomar proteínas magras, limitar la ingesta de grasas saturadas, evitar los azúcares añadidos y el alcohol, preferir los hidratos de carbono integrales).
- Cuidar el sueño.
- Prestar atención al uso de pantallas: por ejemplo, para quienes trabajan con PC durante largos periodos de tiempo, puede ser útil cuidar la postura, hacer pausas frecuentes (respetando la regla 20-20-20, es decir, cada 20 minutos fijar la vista en algo a una distancia de 6 metros durante 20 segundos), utilizar eventualmente lágrimas artificiales, ajustar el brillo de las pantallas, hacer ejercicios de estiramiento ocular, utilizar gafas o lentillas correctamente bajo prescripción de un oftalmólogo, considerar el uso de gafas de descanso que limiten el impacto de la luz azul de las pantallas.
- Considerar remedios naturales: hay numerosas plantas y hierbas que pueden ser útiles para aliviar las molestias oculares.
- Técnicas de relajación y respiración, yoga y meditación.
Apoyo psicológico y salud ocular: ¿cuál es el vínculo?
Determinadas condiciones laborales, acontecimientos vitales o problemas de salud pueden provocar la sensación de estar sobrecargados. Se trata de condiciones de distrés, el estrés negativo que se genera cuando sentimos que no tenemos recursos suficientes para hacer frente a situaciones concretas.
En este caso, puede ser útil recurrir a un profesional para iniciar un proceso de apoyo psicológico que puede ser útil para identificar los recursos, los nodos críticos y también para aprender técnicas específicas para la gestión del estrés.
Como ya hemos descrito, el estrés favorece las reacciones fisiológicas de nuestro organismo con la producción de sustancias (por ejemplo, el cortisol) responsables de la inflamación y de las respuestas sistémicas (aumento del ritmo cardíaco y de la tensión arterial). La cronificación de este tipo de activación puede tener consecuencias negativas para la salud de nuestro organismo y de nuestros ojos.
Por ello, para evitar que “los ojos no vean y el corazón se estrese”, puede ser útil seguir unas sencillas pautas:
- Fomentar un estilo de vida equilibrado (cuidar la alimentación, el sueño, el ocio, el ejercicio físico y la conciliación de la vida laboral y familiar).
- Programar revisiones periódicas con un oftalmólogo.
- Acudir a un especialista en salud mental si sentimos que necesitamos afrontar una situación de estrés crónico.





