La poligamia es característica de muchas especies. De hecho, los animales monógamos y polígamos representan porcentajes muy diferentes, y la mayoría de ellos son polígamos. Pero, en primer lugar, abordemos qué significa el término “poligamia”.
Para tener una idea clara de lo que es la poligamia, podemos recurrir al diccionario para conocer su significado. La palabra poligamia deriva del griego poli (mucho) y gamos (nupcias), de modo que el término significa literalmente "nupcias múltiples".
En el uso común, la palabra poligamia es sinónimo de poliginia, una condición matrimonial, legalmente reconocida (por ejemplo, por el derecho musulmán e hindú), en la que un hombre se casa con más de una mujer.
Podemos encontrar las primeras huellas de la poligamia en textos antiguos y sociedades del pasado, mientras que el término poliamor es un neologismo de uso reciente que se refiere a una relación amorosa basada en la consensualidad y el respeto a los principios que permite a los implicados tener varias parejas al mismo tiempo.
Las relaciones monógamas, aunque prevalecen en el mundo occidental, solo son ley en 180 sociedades, y muchas menos son aquellas en las que se practica la poliandria, es decir, el derecho de una mujer a tener varios maridos —algo sin duda minoritario en las sociedades humanas—.
¿Qué significa ser polígamo?
La poligamia es una relación en la que la consensualidad entre los miembros de la pareja les permite mantener múltiples relaciones afectivas, íntimas, eróticas y sexuales con más de una persona al mismo tiempo.
En este tipo de relación no monógama, no existen diferencias con respecto al género y la orientación sexual, pero es importante la libertad de compartir voluntaria y consensuadamente esta experiencia relacional.
La poligamia es frecuente en las culturas de África Occidental y Central. El mayor número de relaciones polígamas se da en Burkina Faso (36 %), con una prevalencia entre los practicantes de religiones populares (45 %), musulmanes (40 %) y cristianos (24 %).
Las razones subyacentes a este comportamiento relacional no son solo religiosas. En la mayoría de los casos, no vivir en una relación monógama es una elección de estilo de vida para todas las personas implicadas.

¿Cuál es la diferencia entre monogamia, bigamia y poligamia?
- La monogamia consiste en la unión de dos personas de carácter exclusivo, independientemente del matrimonio.
- La bigamia, por definición, es la condición de una persona que, estando legalmente casada, contrae un nuevo matrimonio, o de una persona que, estando soltera, contrae matrimonio con una persona ya casada.
- La poligamia consiste en la unión de un individuo con dos o más personas del sexo opuesto.
Asimismo, existen 3 tipos de poligamia:
- La poliginia: hace referencia a un marido que se casa con varias mujeres.
- La poliandria: hace referencia a una mujer casada con varios maridos.
- La poliginandria: se refiere a una situación de matrimonio en grupo en la que dos o más esposas están casadas simultáneamente con dos o más maridos.
¿El ser humano es monógamo o polígamo?
Desde el punto de vista biológico, ¿el ser humano nace polígamo o monógamo? En términos estrictamente biológicos, el ser humano es polígamo (el objetivo es extender su ADN lo máximo posible y garantizar la continuidad de la especie).
A lo largo de los siglos, la monogamia, la poligamia y la poliandria se han convertido en hechos culturales y han adquirido nuevos significados en relación con la cultura de referencia.
La monogamia es un hecho cultural que garantiza la paternidad a la descendencia. Esto ha hecho que la sociedad occidental actual tenga una idea específica de las relaciones íntimas y de la familia, que privilegia la relación de pareja en la que el vínculo es solo entre dos personas.
La historia siempre ha sido testigo de grupos en los que la experiencia "poli" se contempla y se vive en armonía y gran respeto entre las personas. La reciente introducción del concepto de poliamor ha abierto la puerta al concepto más complejo de polifamilia y polifidelidad.
¿Existe realmente el amor monógamo?
El enfoque del concepto de monogamia en las relaciones de pareja ha venido determinado en gran medida por los cambios sociales. Pero, ¿puede decirse que la monogamia está pasada de moda? En su libro Does Monogamy Work?: A Primer for the 21st Century, el investigador Luke Brunning sostiene, en lo que respecta a la monogamia, que:
“Esta idea de amor como algo que ofrece un valor importante o central en la vida que es mejor —o más intenso— que otro tipo de valores es relativamente moderna. Y pienso que esto es problemático porque, siendo sincero, no creo que sea real.”
Según el estudioso, la pareja monógama solo puede ser problemática y utópica hoy en día: condensar familia, atracción, amor y sexo en un único espacio no solo resulta (partiendo de estas condiciones) infructuoso, sino incluso perjudicial.
El listón que hay que mantener es tan alto (ser buenos padres o incluso buenos en el papel de amante) que resulta insostenible.
Monogamia y poligamia: ¿cuándo cambió todo?
¿Cuándo se volvió monógamo el ser humano? Aunque la poligamia se practica en varias culturas hoy en día, el ser humano sigue tendiendo a la monogamia. Sin embargo, esta no era la norma entre nuestros antepasados. De hecho, los antropólogos afirman que la cultura monógama moderna solo existe desde hace 1.000 años.
Entre las hipótesis más plausibles que llevaron a esta evolución social está la alta incidencia de enfermedades de transmisión sexual tras las relaciones polígamas. Se daban infecciones que provocaban problemas de fertilidad (sífilis, clamidia, gonorrea) y en el pasado, no se disponía de tratamientos para estas afecciones, por lo que la monogamia suponía una ventaja para la especie.
Relaciones sexuales en la poligamia
En la relación polígama, el sexo no es promiscuo y, por lo tanto, no hay una "libertad total". Se trata de una relación que es expresión de sentimientos, búsqueda de intimidad y afectividad con más de una persona.
El hecho de compartir la experiencia de las relaciones no monógamas se basa en reglas relacionales bien definidas que consagran el respeto del otro. Así pues, esta orientación relacional contempla la coexistencia armoniosa de:
- la afectividad,
- el amor,
- el sexo.

Diferencias psicológicas entre la monogamia y la poligamia
En la dinámica de las relaciones no monógamas no hay exclusividad, ni sexual ni sentimental. Esta gran flexibilidad relacional solo es posible si todos los miembros de la pareja comparten sus emociones, sentimientos y estados de ánimo y consiguen tener su propio espacio.
Dentro de este sistema relacional, cada nuevo miembro de la pareja es acogido como un recurso en la relación compartida y no como un rival al que hay que temer u obstaculizar. Existe un enfoque relacional basado en la inclusividad y esto solo es posible trabajando sobre uno mismo, reduciendo los efectos de los celos y sobre el concepto de exclusividad.
En cambio, la monogamia se basa en la unión de dos personas ligadas por dimensiones exclusivas de afecto y sexualidad. Cuando alguno de los prerrequisitos en los que se basan las relaciones monógamas o polígamas falla, ya sea psicológica o físicamente, la relación se rompe drásticamente, y pueden surgir crisis de pareja más o menos difíciles de superar.
Relaciones polígamas y problemas psicológicos
La exclusividad es la piedra angular en la que se basa la monogamia y la inclusividad la de las relaciones polígamas. La complejidad de la poligamia se expresa más en el sistema familiar, que está claramente más articulado que un sistema familiar monógamo e implica la relación con las distintas parejas y sus hijos.
La poligamia, según investigaciones recientes (Bahari et al., 2021), es un factor de riesgo de resultados negativos para la salud de los niños, que están más expuestos a un clima de conflicto y descuido:
“[...] las mujeres en los matrimonios polígamos tienen mayor probabilidad de experimentar depresión respecto a los matrimonios monógamos. Los niños con padres polígamos tienen un Global Severity Index (índice general de la intensidad del trastorno) significativamente más alto respecto a los de los padres monógamos.”
Pero entonces, ¿mejor monogamia o poligamia?

¿Cómo puede la psicología apoyar las relaciones polígamas?
Entrar en una relación polígama o monógama es una elección de vida que debe hacerse con pleno respeto a la libertad propia y ajena. Independientemente del motivo por el qué somos monógamos o polígamos, la psicología puede ayudarnos a identificar las necesidades que sentimos en nuestras elecciones.
Ahondando en las razones de una elección relacional como la de entrar en una relación polígama y las expectativas que la acompañan, es posible definir con la persona implicada las necesidades y, por tanto, las necesidades que esta elección entre poligamia y monogamia consigue satisfacer.
Por ejemplo, en algunos casos, la persona implicada experimenta una relación con dos compañeros que no interactúan entre sí, mientras que otros comparten la experiencia relacional al mismo tiempo. La infidelidad y los celos en la pareja también pueden darse en las relaciones polígamas.
La infidelidad suele adoptar la forma de una expresión de transgresión, que provoca malestar y sufrimiento dentro de la relación, al romper las reglas básicas de apertura, confianza y respeto que tienen similitudes con una relación monógama.
Todo gira en torno a dos ejes fundamentales, la confianza y la sinceridad: aceptar que los demás puedan satisfacer las necesidades de la pareja y que esto se haga de forma transparente.
Aceptando los límites y trabajando sobre las dificultades que genera un sistema de relaciones complejo, se puede trabajar hacia la definición de un espacio claro personal dentro del grupo.
Una psicóloga o psicólogo con experiencia en relaciones sentimentales puede acompañar a las personas en una relación polígama a tomar conciencia de los límites individuales y relacionales, del mismo modo que en una relación monógama, para poder vivir una experiencia de relación serena.