Psicología del desarrollo: definición y principales autores y teorías

Psicología del desarrollo: definición y principales autores y teorías
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Unai Aso
Redacción
Psicólogo con orientación Cognitivo-Conductual
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
23.10.2023
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Desde nuestros primeros años de vida hasta la vejez, experimentamos una serie de cambios cognitivos, emocionales, sociales y físicos que nos moldean y definen como individuos. 

A lo largo de la historia, numerosos autores han propuesto modelos y teorías para explicar estos procesos de cambio, dando lugar a una disciplina que hoy conocemos como psicología del desarrollo.

En este artículo, hablaremos de los principales autores y teorías en este campo, y de cómo cada una de ellas ha contribuido a nuestra comprensión de quiénes somos y cómo llegamos a serlo.

Psicología del desarrollo: definición

Vamos a comenzar respondiendo a la pregunta: ¿qué es la psicología del desarrollo? Es una subdisciplina de la psicología que se ocupa del estudio del cambio en el comportamiento humano y el proceso de maduración cognitiva y personal, así como del desarrollo psicológico a lo largo de la vida de un individuo.

Pero, ¿qué es el desarrollo psicológico? Básicamente, nos referimos a cómo y por qué las personas cambian con el tiempo. La definición de desarrollo psicológico abarca diversos aspectos, desde el desarrollo de los procesos más básicos (como la percepción o las emociones), pasando por el desarrollo de los procesos psicológicos superiores (el pensamiento lógico, la memoria, atención, etc.) hasta el desarrollo social y moral. 

Al indagar más sobre qué estudia la psicología del desarrollo, encontramos que esta disciplina abarca la comprensión de las etapas y transiciones que experimentamos desde la infancia hasta la vejez, y no solo identifica y describe los cambios a lo largo de la vida, sino que también busca entender las causas que los propician. Esto abarca factores biológicos, como la genética, y ambientales, como la educación y la cultura. 

La psicología del desarrollo, como campo formal de estudio, comenzó a tomar forma a finales del siglo XIX y principios del XX. Y en la actualidad se aplica en múltiples contextos, incluyendo la educación, la terapia, las políticas públicas o la investigación, entre otros. Esto permite llevar a cabo intervenciones educativas, terapéuticas y preventivas adaptadas a cada etapa de la vida, facilitando así un desarrollo óptimo y saludable de las personas.

El desarrollo psicológico y la educación

La psicología del desarrollo tiene un impacto directo en la educación y la enseñanza. Un psicólogo del desarrollo puede trabajar mano a mano con educadores para diseñar currículos y estrategias de enseñanza que se alineen con las etapas del desarrollo psicológico a lo largo de la vida. Momentos clave como la vuelta al cole pueden influir en estos procesos, ya que la transición a un nuevo curso escolar puede generar importantes desafíos cognitivos y emocionales para los niños y adolescentes. Entender cómo los niños y adolescentes aprenden y se desarrollan puede ayudar a crear ambientes educativos más efectivos y enriquecedores.

Además, la integración de las bases de la psicología del desarrollo en el ámbito educativo permite una mejor adaptación a las necesidades individuales de cada estudiante. Esto es especialmente positivo en casos de estudiantes con necesidades educativas especiales (NEE) o aquellos que enfrentan dificultades de aprendizaje específicas en su desarrollo. 

La intervención de un psicólogo del desarrollo puede ser esencial para identificar y abordar posibles dificultades o retrasos en estas etapas. La colaboración entre psicólogos del desarrollo y educadores facilita la identificación temprana de posibles dificultades o retrasos en el desarrollo, permitiendo intervenciones oportunas y evitando que se agudicen o se conviertan en problemas más graves. Esta colaboración entre disciplins también es importante para planificar una buena educación afectivo-sexual para los niños y adolescentes, ya que permite adaptar los programas educativos a las necesidades específicas de cada etapa del desarrollo.

Si quieres profundizar más en esto último, puedes leer el libro de Coll, Marchesi y Palacios, “Desarrollo psicológico y educación” o el manual de Kathleen S. Berger, “Psicología del desarrollo: infancia y adolescencia”.

Un buen desarrollo psicológico infantil es importante
Foto de Pixabay (Pexels)

Las 8 etapas del desarrollo psicosocial según Erikson

Erik Erikson es uno de los principales exponentes de las teorías del ciclo vital en psicología. Este autor propuso una teoría del desarrollo psicológico y psicosocial que abarca ocho etapas, desde la infancia hasta la vejez. Cada etapa presenta un conflicto o crisis que, si se resuelve con éxito, resulta en el desarrollo de una habilidad o calidad esencial.

Esta teoría destaca la importancia de las interacciones sociales y los conflictos que pueden surgir en diferentes momentos de la vida. Según Erikson, el desarrollo psicosocial se centra en cómo las personas se relacionan con otras y cómo se ven a sí mismas a lo largo de las diferentes etapas de la vida. 

Las ocho etapas de Erikson son:

  • Confianza vs. Desconfianza (infancia): en esta etapa, el bebé depende de los cuidadores para sus necesidades básicas. Si estas necesidades se satisfacen de manera consistente, el niño desarrolla una sensación de confianza en el mundo.
  • Autonomía vs. Vergüenza y Duda (edad temprana): en esta etapa, los niños comienzan a explorar el mundo y a desarrollar un sentido de independencia. Si se les alienta, desarrollan autonomía; si no, pueden desarrollar sentimientos de vergüenza y duda.
  • Iniciativa vs. Culpa (edad preescolar): aquí, los niños comienzan a asumir roles y a jugar. Si se les permite tomar la iniciativa, desarrollarán habilidades de liderazgo; de lo contrario, pueden sentirse culpables por intentar ser independientes.
  • Laboriosidad vs. Inferioridad (edad escolar): aquí, los niños comienzan a compararse con otros. Si se sienten competentes, desarrollarán un sentido de laboriosidad; si no, pueden llegar a desarrollar cierto complejo de inferioridad.
  • Identidad vs. Confusión de roles (adolescencia): los adolescentes buscan desarrollar un sentido de identidad. Si no logran establecer esta identidad, pueden experimentar confusión sobre quiénes son y cuál es su propósito.
  • Intimidad vs. Aislamiento (adultez temprana): en esta etapa, las personas buscan relaciones íntimas y comprometidas. Si no logran formar estas relaciones, pueden sentirse aisladas.
  • Generatividad vs. Estancamiento (adultez media): en esta etapa, los adultos buscan contribuir al mundo, ya sea a través de la familia o del trabajo. Si no sienten que están contribuyendo, pueden experimentar sentimientos de estancamiento o crisis.
  • Integridad vs. Desesperación (vejez): en esta última etapa, las personas reflexionan sobre sus vidas. Si están satisfechas y sienten que pueden envejecer con éxito, sienten integridad; si no, pueden experimentar desesperación.

Un desarrollo psicosocial inadecuado en ciertas etapas podría influir en la aparición de determinados trastornos del desarrollo psicológico (como el TDAH, los trastornos del lenguaje, trastornos del aprendizaje, etc.), aunque las causas son siempre multifactoriales.

Estos problemas en el desarrollo también pueden favorecer la aparición de otros trastornos mentales; por ejemplo, en el caso del trastorno límite de la personalidad, la falta de confianza desarrollada en la infancia debido a unos cuidados inconsistentes puede llevar a dificultades en las relaciones adultas y a ese patrón de conducta que se caracteriza por la inestabilidad emocional, el miedo intenso al abandono y las relaciones interpersonales muy turbulentas.

Otras teorías del desarrollo psicológico

Existen otras teorías psicológicas del desarrollo humano en psicología que abordan este proceso desde diferentes perspectivas. A continuación, veamos cuáles son las propuestas de algunos de los autores de la psicología del desarrollo más conocidos.

Teoría del aprendizaje de Piaget

Jean Piaget es conocido por su teoría del desarrollo cognitivo. Propuso que los niños pasan por cuatro etapas principales de desarrollo cognitivo, cada una caracterizada por diferentes formas de pensar y entender el mundo.

  • Etapa sensoriomotora (0-2 años): los niños comprenden el mundo a través de sus sentidos y acciones. Desarrollan la noción de permanencia del objeto, entendiendo que los objetos existen aunque no estén a la vista.
  • Etapa preoperacional (2-7 años): comienzan a usar símbolos y palabras, pero su pensamiento es predominantemente egocéntrico y se centran en un solo aspecto de las situaciones.
  • Etapa de las operaciones concretas (7-11 años): adquieren la capacidad de pensar lógicamente sobre eventos concretos y comprenden conceptos como la conservación.
  • Etapa de las operaciones formales (12 años en adelante): los adolescentes desarrollan el razonamiento abstracto y pueden considerar situaciones hipotéticas.

Piaget sostenía que estas etapas eran universales y se sucedían en el mismo orden para todos los niños. Sin embargo, estos postulados no han estado exentos de críticas. Por ejemplo, ha cuestionado la supuesta universalidad de sus etapas, la posible subestimación de las capacidades infantiles y la consideración insuficiente del papel de las interacciones sociales en el desarrollo cognitivo. 

Teoría Sociocultural de Lev Vygotsky

Lev Vygotsky fue un psicólogo ruso que propuso un enfoque revolucionario para su época sobre el desarrollo cognitivo, centrando su atención en la influencia del contexto cultural y social. A diferencia de otros teóricos que se centraban en el desarrollo individual, Vygotsky argumentaba que la mente y el aprendizaje están intrínsecamente ligados al mundo de lo social. 

Uno de los conceptos clave de Vygotsky es la zona de desarrollo próximo (ZDP). Esta se refiere a la diferencia entre lo que un aprendiz puede hacer de manera independiente y lo que puede conseguir con la guía de alguien más experimentado. Según Vygotsky, en la ZDP se da el aprendizaje más efectivo, ya que el niño es orientado y respaldado por un compañero o un adulto.

Vygotsky también destacaba la importancia de la mediación en el desarrollo cognitivo. Él argumentaba que determinadas herramientas culturales, como el lenguaje, los símbolos y los sistemas numéricos, juegan un papel crucial en este proceso. Estas herramientas, que se transmiten de generación en generación, son imprescindibles para que los individuos construyan significados y entiendan el mundo que les rodea.

Por otra parte, el lenguaje también tiene un papel central en la teoría de Vygotsky, que sostenía que los niños utilizan el “habla egocéntrica” no solo como medio de comunicación, sino también como una herramienta para estructurar su pensamiento. Con el paso del tiempo, esta forma de comunicarse se interioriza y se convierte en pensamiento verbal.

Además, Vygotsky creía firmemente en el aprendizaje colaborativo. Consideraba que aprender en un contexto social era más efectivo y que las interacciones con compañeros y educadores potenciaban el pensamiento.

Teoría del aprendizaje social de Bandura

El psicólogo Albert Bandura argumentó que las personas aprenden no solo a través de experiencias directas, sino también observando e imitando a otros., lo que se conoce como aprendizaje vicario u observacional. La teoría del aprendizaje social sostiene que los modelos a seguir, como los padres o los profesores, son cruciales para el aprendizaje. 

Bandura introdujo el concepto de autoeficacia, refiriéndose a la confianza de un individuo en su capacidad para realizar tareas. Para Bandura, no solo es importante lo que aprendemos, sino también cómo nos sentimos acerca de nuestras propias habilidades. La autoeficacia que experimentamos ante una tarea puede determinar cómo nos enfrentamos a ella, cuánto esfuerzo invertimos y cómo nos sentimos acerca de nuestros logros.

Teorías conductistas: condicionamiento clásico y operante

Las teorías de la psicología conductual se enfocan en cómo el entorno influye en el comportamiento. El condicionamiento clásico, introducido por Ivan Pavlov, describe cómo un estímulo neutro puede evocar una respuesta automática al asociarse con otro estímulo que ya produce esa respuesta. Por ejemplo, un perro puede aprender a salivar al oír una campana si se asocia con la comida. 

Por su parte, el condicionamiento operante de B.F. Skinner se basa en reforzar o castigar comportamientos para influir en su repetición. Un ejemplo es enseñar a un animal a presionar una palanca para obtener recompensas. Ambas teorías han sido fundamentales en el ámbito educativo y en terapia, sobre todo en intervenciones con niños y adolescentes.

Teoría del psicodesarrollo de Freud

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, introdujo una teoría del desarrollo humano que se centraba en la energía psicosexual y cómo esta se manifiesta y se canaliza a lo largo de diferentes etapas de la vida. Según Freud, desde la infancia hasta la adultez, los individuos atraviesan cinco etapas distintas: oral, anal, fálica, latencia y genital. En cada una de estas etapas, el individuo se enfrenta a conflictos específicos relacionados con una zona erógena del cuerpo.

Para Freud, los mecanismos de defensa psicológica entran en juego cuando el individuo enfrenta ansiedades o tensiones relacionadas con estos conflictos no resueltos. Por ejemplo, durante la etapa fálica (alrededor de los 3 a 6 años), el niño experimenta el complejo de Edipo o de Electra, que genera sentimientos de atracción hacia el progenitor del sexo opuesto y un sentimiento de rivalidad con el progenitor del mismo sexo.

Con todo, las teorías de Freud han recibido numerosas críticas por parte de la comunidad científica, ya que se basan en observaciones anecdóticas en lugar de en evidencia empírica rigurosa y por un énfasis excesivo en la sexualidad para explicar todo lo que tiene que ver con el desarrollo humano. Aunque Freud ha tenido un impacto evidente en la psicología, muchas de sus ideas específicas han sido revisadas o desacreditadas por investigaciones y teorías posteriores. 

Modelo ecológico de Bronfenbrenner

Urie Bronfenbrenner propuso un enfoque holístico para entender el desarrollo humano, conocido como el modelo ecológico. Según este modelo, el desarrollo de un individuo es influenciado por diferentes sistemas interconectados que varían desde el contexto más inmediato hasta entornos más amplios. 

Estos sistemas incluyen el microsistema (entorno inmediato como la familia), mesosistema (interacción de dos o más microsistemas), exosistema (entornos que no involucran directamente al individuo, pero que influyen en su desarrollo, como el lugar de trabajo de los padres), macrosistema (cultura y sociedad) y cronosistema (eventos y cambios a lo largo del tiempo). 

Teoría de las relaciones objetales de Melanie Klein

Melanie Klein propuso la teoría de las relaciones objetales. Según Klein, los niños desde muy temprana edad establecen relaciones con objetos, que en realidad son representaciones mentales de personas y experiencias. Estas relaciones iniciales, especialmente con la madre, son fundamentales para la formación de la personalidad y la salud mental de la persona.

Klein destacó también la importancia de las fantasías infantiles y cómo estas juegan un papel crucial en el desarrollo emocional. A través de su trabajo con niños, Klein identificó posiciones tempranas como la "posición esquizo-paranoide" y la "posición depresiva", que supuestamente reflejan las ansiedades y defensas del niño en sus primeros años de vida.

La teoría de Klein, aunque fue influyente en el psicoanálisis, ha sido cuestionada por la falta de evidencia empírica rigurosa y porque minimiza la importancia de otras etapas posteriores del desarrollo psicosocial, más allá de la infancia. Además, sus interpretaciones sobre las fantasías infantiles son vistas por algunos autores como subjetivas, y su enfoque en lo patológico ha sido criticado por no considerar suficientemente la capacidad de resiliencia de un individuo (incluidos los niños).

La psicología evolutiva estudia las etapas del desarrollo
Foto de Tatiana Syrikova (Pexels)

Psicología del desarrollo: infancia y adolescencia

La psicología del desarrollo infantil es una rama especializada de la psicología que se dedica a estudiar los cambios físicos, cognitivos, emocionales y sociales que ocurren desde el nacimiento hasta la adolescencia. Durante estos años tan importantes, las personas no solo crecen físicamente, sino que también experimentan transformaciones en su capacidad para pensar, comunicarse, relacionarse y comprender el mundo que les rodea.

El desarrollo psicológico en la infancia es el periodo en el que se establecen las bases para el desarrollo posterior. Los bebés comienzan a explorar su entorno, desarrollan vínculos afectivos, como el apego con sus cuidadores, y adquieren habilidades motoras básicas. Es una etapa donde la interacción y el juego son esenciales para el aprendizaje.

El desarrollo psicológico en la adolescencia, por otro lado, se da en un período de transición entre la infancia y la adultez. Durante esta fase, los jóvenes experimentan cambios físicos significativos, como la pubertad, y hacen frente a desafíos emocionales y sociales, como la búsqueda de identidad y la necesidad de pertenencia al grupo. Los cambios en la adolescencia también incluyen el desarrollo de habilidades cognitivas superiores, como el pensamiento abstracto y la capacidad de razonamiento moral.

Hay que tener en cuenta que el desarrollo psicológico está muy influenciado por el entorno familiar, independientemente de su estructura. Ya sea que hablemos del desarrollo psicológico en las nuevas estructuras familiares —como las familias monoparentales, reconstituidas o con padres del mismo sexo— o en las más tradicionales, lo importante es el amor, el apoyo y la estabilidad que se da al individuo. Estos factores son esenciales para garantizar un crecimiento emocional y cognitivo saludable.

Diferencia entre psicología evolutiva y psicología del desarrollo

La psicología del desarrollo y la psicología evolutiva son dos ramas de la psicología que, aunque están estrechamente relacionadas, tienen enfoques y objetivos distintos. Ambas se centran en el cambio y el crecimiento a lo largo de la vida, pero difieren en sus perspectivas y áreas de interés.

La psicología del desarrollo, como hemos comentado a lo largo del artículo, se centra en cómo las personas crecen y cambian a lo largo de su vida, desde el nacimiento hasta la vejez. Esta rama se interesa por las transformaciones en áreas como la cognición, el lenguaje, las emociones y las relaciones sociales. Su objetivo principal es comprender las etapas y procesos que caracterizan la evolución del ser humano en diferentes momentos de su vida.

Por otro lado, cuando hablamos de qué es la psicología evolutiva, nos referimos a una disciplina que estudia los cambios en el comportamiento y las habilidades a lo largo de la vida desde una perspectiva más biológica y genética. La evolución psicológica se centra en cómo las adaptaciones evolutivas influencian el desarrollo humano. Por ejemplo, cómo ciertos comportamientos han evolucionado para aumentar nuestras posibilidades de supervivencia y reproducción.

Las etapas del desarrollo evolutivo se refieren a los períodos de la vida en los que se producen cambios biológicos y psicológicos significativos. Estas etapas, que también son estudiadas en la psicología del desarrollo, incluyen momentos como la infancia, la adolescencia y la adultez, pero siempre con un enfoque en cómo la evolución ha moldeado estos cambios.

En resumen, mientras que la psicología del desarrollo se centra en el "cómo" y el "porqué" del crecimiento y cambio humano a lo largo de la vida, la psicología evolutiva se enfoca en el "porqué" desde una perspectiva evolutiva, considerando cómo la evolución ha influenciado el comportamiento y el desarrollo en la especie humana.

Bibliografia
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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