La muerte es parte de la vida, por ello, tarde o temprano todas las personas afrontamos ese momento de perder a alguien, el momento del duelo.
Quizás porque nos cuesta hablar de todo lo relacionado con la muerte, no tenemos muy claro cómo enfrentarnos a ese duelo y no sabemos si es normal o no sentir algunas de las cosas que nos suceden durante él. En esta entrada del blog explicamos las diferentes fases del duelo, según varios psicólogos, y cómo se transitan.
¿Qué es el duelo?
El duelo es el proceso natural y emocional de enfrentarse a una pérdida. La mayoría de las personas asocia el duelo al dolor que sentimos ante la pérdida de un ser querido, pero en realidad, cuando perdemos un trabajo, sufrimos la ruptura de una relación de pareja o de amistad, o fallece nuestra mascota (si la tienes, seguro que alguna vez te has planteado cómo superar la muerte de un perro cuando esto ocurre...), también nos enfrentamos a un duelo.
Cuando perdemos algo, sentimos una punzada de dolor porque perdemos un vínculo; el apego emocional que habíamos creado se rompe y es normal experimentar una serie de reacciones y emociones.
Tratar de evitar el dolor y hacer como si nada hubiese ocurrido puede ser contraproducente, porque un duelo no resuelto puede dificultar la adaptación emocional y aumentar el malestar persistente, sin implicar patología necesariamente.
Diferencia entre duelo y luto
Puede que hayas oído hablar de duelo y luto como sinónimos. Sin embargo, hay matices que los diferencian:
- El duelo es un proceso emocional interno.
- El luto es la expresión externa del dolor y está ligado a las conductas, normas sociales, culturales, religiosas, así como a los signos externos de pena (en ropas, adornos, ceremonias…).
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Las fases del duelo ante la muerte
Desde hace años, la psicología clínica ha estudiado la forma en que las personas reaccionamos ante una pérdida, en especial la de un ser querido; reacciones como el miedo a la muerte, el duelo, etc. Por eso, hay distintas teorías sobre las diferentes etapas que atraviesa una persona durante la muerte de alguien a quien queremos.
Fases del duelo en psicoanálisis
Uno de los primeros en escribir sobre el duelo fue Sigmund Freud. En su libro Duelo y melancolía, destacó el hecho de que el duelo es una reacción normal ante una pérdida e hizo referencia a las diferencias entre el “duelo normal” y el “duelo patológico”. A partir de las investigaciones de Freud, otros continuaron desarrollando teorías sobre qué es el duelo y sus fases.
Las etapas del duelo según el psicoanálisis:
- La evitación es la etapa en la que se incluye el shock y la negación del reconocimiento inicial de la pérdida.
- La confrontación, la fase en la que se intenta recuperar aquello perdido, por eso la rabia y la culpa pueden ser desbordantes.
- El restablecimiento, fase en la que aparece un cierto desapego y el recuerdo surge con menos afecto. Es el momento al que de forma cotidiana nos referimos como "el tiempo borra las heridas".
Fases del duelo de Bowlby y Parkes
Como decíamos, son muchas las personas que han investigado las fases de pérdida y duelo. Por ejemplo, en los años cincuenta desarrollaron sus teorías John Bowlby y Colin Murray Parkes.
Las etapas del duelo según Bowlby y Parkes se clasificaban de esta forma:
- estupor o impacto;
- búsqueda y anhelo;
- desorganización o desesperanza;
- reorganización o aceptación.
Pero si hay una teoría que se ha popularizado y sigue siendo reconocida a día de hoy es la de las 5 fases del duelo desarrollada por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, y sobre la que a continuación profundizaremos.

Cuáles son las fases del duelo de Kübler-Ross
Elisabeth Kübler-Ross formuló el modelo de las 5 etapas o fases del duelo a partir de la observación directa del comportamiento de pacientes terminales:
- etapa de la negación;
- etapa de la ira;
- etapa de la negociación;
- etapa de la depresión;
- etapa de la aceptación.
No obstante, antes de entrar de lleno a explicar cada fase, es importante tener en cuenta que las personas sentimos el dolor emocional de diferentes maneras y que estas fases no son lineales. Se puede transitar por ellas en un orden diferente, incluso pasar por alguna de ellas en más de una ocasión y no hay nada raro en ello.
Etapa de la negación
"No puede ser verdad, esto no me está pasando a mí"
La etapa de la negación en el duelo no debe ser vista como una negación de la realidad de los hechos, sino como un mecanismo de defensa con una función. Esta fase nos da tiempo para asumir el shock emocional que sufrimos al recibir la noticia de la muerte de un ser querido.
En esta primera etapa del duelo es difícil creer lo que ha ocurrido y surgen pensamientos de incredulidad que pueden hacer que nos planteemos cómo continuar hacia delante sin esa persona. En resumen, la etapa de negación en el duelo sirve para amortiguar el golpe y darnos tiempo para asumir la pérdida.
Etapa de la ira
"¿Por qué a mí? ¡No es justo!"
La ira es una de las primeras emociones que aparecen ante la pérdida de un ser querido por esa sensación de injusticia que nos invade. La ira y la rabia tienen la función de sacar fuera la frustración ante un hecho irreversible como es la muerte.
Etapa de negociación
"Si hago todo bien, quizá esto no sea definitivo"
La etapa de negociación en el duelo hace referencia al momento en el que, ante la pérdida de una persona a quien amas, estás dispuesto a cualquier cosa con tal de que no suceda.
Hay muchas formas de negociación, pero la más común es la de las promesas — como “Prometo que si esta persona se salva haré las cosas mejor”— y peticiones que se dirigen a seres superiores (dependiendo de las creencias de cada persona) y que suelen hacerse ante la inminente pérdida del ser querido.
En esta fase de negociación nos centramos:
- en nuestras faltas y arrepentimientos,
- en las situaciones que vivimos con la persona y en las que quizás no estuvimos a la altura,
- en los momentos en que nuestra relación no fue tan buena,
- en cuando dijimos aquello que no queríamos haber dicho…
En esta tercera etapa del duelo nos gustaría volver atrás para poder cambiar los hechos, fantaseamos con la idea de cómo hubieran sido las cosas si hubiéramos actuado de otra manera y nos planteamos si hemos hecho todo lo posible.
Etapa de la depresión
"Siento que nada tiene sentido, la tristeza me invade"
En la etapa de la depresión no estamos hablando de depresión clínica —la cual se podría evaluar, por ejemplo, mediante algún test de depresión—, sino de la profunda tristeza que sentimos ante la muerte de alguien.
Durante la etapa de la depresión en el duelo nos enfrentamos a la realidad y cada persona lo hace a su manera, a menudo con una tendencia al aislamiento como parte esperable del proceso, siempre que no sea persistente o disfuncional y la soledad, por ejemplo:
- hay quienes optan por una retirada social,
- quienes no comentan con su entorno por lo que están pasando,
- quienes creen que en su vida ya no hay una motivación para seguir adelante.
Etapa de la aceptación
"Ahora entiendo que debo seguir adelante, aunque siempre llevaré este dolor conmigo"
La etapa de la aceptación hace referencia al momento en el que ya no nos resistimos a la realidad y empezamos a convivir con el dolor emocional en un mundo en el que ya no está alguien a quien amamos. Aceptar no significa que ya no haya tristeza ni mucho menos olvido.
Sin embargo, es importante subrayar que si bien el modelo de Kübler-Ross y la idea de las etapas del duelo como una serie de fases que deben ser “trabajadas” se popularizó ampliamente, también se ha topado con distintas críticas.
Limitaciones y críticas al modelo de las fases del duelo
Aunque el modelo de Kübler-Ross es ampliamente conocido, conviene tener presentes sus limitaciones. Diversos estudios advierten que una presentación definitiva y acrítica del modelo puede inducir la percepción errónea de que experimentar las etapas es la única forma válida de duelo, lo que puede tener consecuencias negativas para las personas en duelo (Avis et al., 2021).
Asimismo, como apunta Ruth Davis Konigsberg, autora de La verdad sobre el duelo, este enfoque incluso puede estigmatizar a quienes no viven o no pasan estas etapas, pues pueden llegar a creer que no están sufriendo “de la manera correcta”. Intentar que alguien se adapte a un modelo rígido puede generar sentimientos de culpa o incomprensión.
Por eso es importante recordar que el duelo se caracteriza por:
- No ser lineal: las etapas pueden repetirse, solaparse o incluso no aparecer. Por ejemplo, una persona puede llegar a la aceptación antes de sentir ira, o quizá no pase nunca por la fase de negociación.
- La diversidad individual: factores como la cultura, la personalidad, el tipo de pérdida y el contexto social pueden influir en la vivencia del duelo. No hay una única manera “adecuada” de transitar este proceso.
En resumen, resulta fundamental considerar las etapas como una guía orientativa y no como un camino obligatorio o universal. De hecho, hay otros modelos contemporáneos preferibles para transitar el duelo como los lazos continuos, las tareas del duelo, la reconstrucción de significado, las seis R del luto y el modelo de doble proceso de Stroebe y Schut por su mayor funcionalidad (Daniel, 2025).

Contexto histórico y cultural del modelo de Kübler-Ross
El modelo de las 5 fases del duelo, desarrollado por la psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross en 1969 en su libro On Death and Dying, representó un avance significativo en la comprensión del duelo dentro de la psicología clínica y la bioética. Kübler-Ross, reconocida por su labor acompañando a personas con enfermedades terminales, observó que muchas personas pueden atravesar fases emocionales similares cuando reciben la noticia de una pérdida inminente o reciente.
Este modelo no solo ha influido en la psicología, sino que también ha tenido un impacto relevante en la literatura científica, en la formación de profesionales de la salud y en la manera en que la sociedad occidental se acerca a la muerte y al duelo. Como menciona la propia Kübler-Ross: "No se puede curar lo que no se siente" (On Death and Dying, 1969), remarcando la importancia de darnos permiso para sentir cada emoción durante el proceso de duelo.
Con el paso del tiempo, el modelo ha sido adaptado y debatido, pero continúa siendo una referencia importante para comprender cómo las personas pueden atravesar el dolor asociado a una pérdida.
Ejemplos de las etapas del duelo en diferentes tipos de pérdidas
Las etapas del duelo pueden presentarse de maneras diferentes según el tipo de pérdida que se experimente. Aunque el modelo de Kübler-Ross surgió a partir de la observación de personas con enfermedades terminales y sus familias, actualmente también se utiliza en otros contextos de pérdida.
- Superar la pérdida de un ser querido: es común experimentar negación al recibir la noticia, sentir ira ante la sensación de injusticia, tener pensamientos de negociación como “si hubiera hecho algo diferente...”, atravesar una profunda tristeza y, finalmente, llegar a aceptar la ausencia.
- Superar una ruptura de pareja: puede aparecer la negación al no querer asumir el final, la ira dirigida hacia la otra persona o hacia uno mismo, intentos de reconciliación (negociación), tristeza por lo que se ha perdido y, con el tiempo, aceptación de la nueva realidad.
- Superar la pérdida de un empleo: la negación puede expresarse como incredulidad ante el despido, la ira puede sentirse como resentimiento, la negociación puede llevar a buscar opciones para recuperar el puesto, la tristeza puede aparecer en la pérdida de autoestima y la aceptación puede reflejarse en la búsqueda de nuevas oportunidades.
Estos ejemplos muestran que, aunque las emociones principales pueden ser parecidas, cada proceso de duelo es único y se adapta tanto a la naturaleza de la pérdida como a la historia personal de cada persona. Además, se ha observado que el anhelo constituye el principal indicador negativo de duelo desde el primer mes hasta los 24 meses después de la pérdida (Maciejewski et al., 2007), lo que resalta la importancia de considerar los matices individuales en la experiencia del duelo.
Libros sobre fases del duelo
Además de los libros a los que hemos hecho referencia a lo largo de esta entrada del blog, te dejamos otras lecturas por si quieres profundizar en el tema.
El camino de las lágrimas, Jorge Bucay
En este libro, Bucay recurre a la metáfora del duelo con la sanación natural y saludable de una herida profunda. La sanación pasa por diferentes etapas hasta que la herida alcanza la curación, pero deja una marca: la cicatriz. Eso mismo, según el autor, es lo que nos sucede tras la muerte de alguien querido.
La técnica del duelo, Jorge Bucay
En este libro, Bucay desarrolla su teoría de las siete etapas de duelo:
- Negación: una forma de protegerse del dolor y la realidad de la pérdida.
- Enojo: se siente ira y frustración con la situación y con uno mismo.
- Negociación: se busca una solución para evitar la pérdida o cambiar la realidad.
- Depresión: se experimenta tristeza y desesperanza.
- Aceptación: se acepta la realidad y se comienza a adaptarse a ella.
- Revisión: se reflexiona sobre la pérdida y sobre lo que se ha aprendido.
- Renovación: se comienza a reparar y a avanzar en la vida.
Cuando el final se acerca: cómo afrontar la muerte con sabiduría, Kathryn Mannix
La autora trata el tema de la muerte como algo que deberíamos ver con total normalidad y que debería dejar de ser tabú en la sociedad.
Sobre el duelo y el dolor, Elisabeth Kübler-Ross
Este libro, escrito en colaboración con el escritor David Kessler, habla de las cinco fases del duelo que hemos explicado en este post.
El mensaje de las lágrimas: una guía para superar la pérdida de un ser querido, Alba Payàs Puigarnau
La psicoterapeuta, en este libro, enseña a cómo gestionar el duelo ante la pérdida de un ser querido sin reprimir las emociones y aceptando lo que sentimos para tener un duelo sano.
Cada duelo es único y también lo son sus fases
A pesar de que el modelo de fases del proceso del duelo propuesto por Kübler-Ross sigue vigente, las personas nos afligimos de formas diferentes y lo normal es que el duelo se manifieste de formas distintas, cada dolor es único.
Hay quienes se preguntan “cómo saber en qué etapa del duelo estoy” o “cuánto tiempo dura cada etapa del duelo”. Pero es importante recordar que cada duelo es distinto y depende del apego emocional. Mayor apego puede asociarse a mayor intensidad emocional, aunque depende también de recursos personales, relación previa y contexto de apoyo. En cuanto al factor tiempo, cada persona tiene su ritmo y sus necesidades.
Después hay más factores que influyen a la hora de afrontar un duelo:
- no es igual el proceso de duelo en edad adulta que durante la infancia;
- ni tampoco lo es el que se pasa por un ser muy cercano como una madre, un padre o un hijo, respecto al de alguien con quien no teníamos una vinculación emocional tan fuerte.
Lo realmente importante es pasar el duelo para poder superarlo bien y no tratar de evitar y negar el dolor. Ponernos el disfraz de superwoman o superman y comportarnos como “yo puedo con todo” a la larga puede repercutir negativamente en nuestro bienestar psicológico.
El duelo hay que vivirlo, darle espacio y transitarlo; especialmente en casos complejos como puede ser el duelo perinatal, a menudo invisibilizado y que sin embargo no deja de ser un duelo.
No podemos hablar de tiempos específicos para gestionar todas las emociones que provoca la pérdida de un ser querido, ya que cada persona tiene sus propios ritmos y necesidades. Sin embargo, puede ser una buena idea pedir ayuda psicológica si tras seis meses el duelo interfiere en tu vida y no puedes seguir con ella tal y como era antes.
De hecho, se ha observado que los indicadores negativos de duelo tienden a alcanzar su punto máximo dentro de los primeros seis meses tras la pérdida; aquellas personas que mantienen valores altos después de este periodo podrían beneficiarse de una evaluación adicional (Maciejewski et al., 2007).
Aprender a identificar las emociones, legitimarlas y acompañarlas es el primer paso para reconstruirse emocionalmente desde el cuidado propio. Si crees que necesitas ayuda y herramientas para transitar un duelo, en Unobravo puedes encontrar psicólogos y psicólogas especializadas en el duelo que te pueden acompañar en este recorrido.






