Cómo poner límites con respeto y empatía

Cómo poner límites con respeto y empatía
Redacción
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
23.9.2025
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¿Alguna vez te has preguntado cómo poner límites a los demás de manera eficaz? ¿O cómo poner límites a personas abusivas sin sentirte culpable? A veces olvidamos que tenemos el derecho y la responsabilidad de proteger nuestro espacio personal y emocional, y poner límites es una parte fundamental de este proceso. Esto es especialmente importante cuando se trata de personas que han estado en nuestras vidas durante mucho tiempo, como amigos de la infancia o familiares.

Saber poner límites no solo nos ayuda a mantener relaciones saludables, sino que también nos permite ser fieles a nosotros mismos y a nuestras necesidades. En este artículo, exploramos la importancia de establecer límites en nuestras relaciones interpersonales y cómo poner límites a los demás desde el respeto y la empatía.

¿Qué son los límites personales?

Los límites, en el contexto de las relaciones interpersonales y la salud mental, son las reglas o pautas que una persona crea para identificar razonablemente lo que son comportamientos seguros y permisibles hacia ella. Establecer límites personales es una forma de comunicar nuestras necesidades, expectativas y preferencias a los demás, y se establecen para proteger nuestro bienestar y autoestima.

Aprender a poner límites en la vida nos permite crear relaciones más satisfactorias, gratificantes y basadas en el respeto mutuo, al tiempo que protegemos nuestro bienestar emocional. Por ejemplo, cuando hemos tenido una relación de pareja y no queremos retomar esa relación de ninguna manera, marcar límites claros puede evitar ceder a técnicas de manipulación como el hoovering.

¿Por qué es importante aprender a poner límites?

Aprender a poner límites es crucial para mantener un equilibrio saludable en nuestras relaciones personales y laborales. Cuando no sabemos cómo poner límites a una persona, podemos terminar sintiéndonos agotados, frustrados y desvalorizados. Por el contrario, poner límites nos permite proteger nuestro espacio personal y emocional, lo que a su vez nos ayuda a sentirnos más respetados y seguros (evitando la inseguridad patológica).

Además, poner límites es una forma de practicar el autocuidado y la autoafirmación. Nos permite tener mayor control sobre nuestras vidas y tomar decisiones que reflejen nuestras necesidades y valores. Cuando establecemos límites claros, estamos comunicando a los demás que valoramos nuestro tiempo, nuestra energía y nuestro bienestar emocional.

Poner límites puede llevar a relaciones más saludables y equilibradas —así como a desarrollar un mayor sentido de autoestima y autorrespeto—, pero también puede llevar a que las relaciones se rompan. Sin embargo, esto también forma parte del autocuidado, del respeto y del amor propio que nos procuramos a nosotros mismos.

En última instancia, poner límites es una forma de afirmar que merecemos ser tratados con respeto y consideración. Es un paso esencial hacia la autenticidad: cuando uno aprende a establecer límites se permite vivir de acuerdo con sus propios valores y creencias, fomentando relaciones más genuinas y satisfactorias.

Beneficios de poner límites

Poner límites puede brindarte diversos beneficios. No solo te ayuda a proteger tu espacio personal y emocional, sino que también te permite empoderarte, tener mayor control de tu vida y establecer una serie de criterios respecto a cómo quieres que los demás te traten y de qué forma deseas involucrarte en tus relaciones.

Aprender a poner límites puede tener grandes beneficios sobre nuestra salud mental, como:

  • mejorar la autoestima,
  • reducir el estrés y la ansiedad,
  • mejorar la satisfacción en las relaciones y en la vida en general,
  • evitar sentirnos atrapados en dinámicas de complacencia o resentimiento,
  • brindar la oportunidad de empezar a construir una vida que refleje nuestros verdaderos valores y deseos.

Asimismo, poner límites también contribuye a:

  • prevenir malentendidos y conflictos;
  • demostrar respeto por ti mismo y por la otra persona, lo que puede fortalecer la relación a largo plazo;
  • promover una comunicación abierta y honesta para construir una base sólida para relaciones más saludables y satisfactorias.

En última instancia, poner límites es avanzar en el camino de la autoafirmación y el respeto por uno mismo. Parafraseando a Nedra Glover, autora de uno de los libros para aprender a poner límites más populares, Cuestión de límites: aprende a marcar, comunicar y mantener esas líneas que nadie debería cruzar:

“marcar límites claros para con los demás es un acto de valentía y amor propio; nadie mejor que tú mismo para saber lo que es mejor para ti.”
como poner limites en mi vida
Foto de Keura Burton (Pexels)

¿Por qué nos cuesta tanto poner límites?

Poner límites es un desafío común y es normal sentir incomodidad al principio. Esta dificultad suele originarse en varios factores psicológicos y sociales que hemos interiorizado. Por ejemplo:

  • El miedo al rechazo o al conflicto: temer que establecer un límite pueda dañar la relación o provocar una reacción negativa en la otra persona puede hacer más difícil que nos atrevamos a poner límites.
  • El sentimiento de culpa: a menudo, especialmente si hemos sido educados para complacer, decir que “no” nos genera culpa porque sentimos que estamos siendo egoístas o malas personas.
  • La baja autoestima: si no valoramos nuestras propias necesidades, es difícil defenderlas frente a las de los demás y marcar nuestros límites.
  • La falta de práctica: a veces nos cuesta poner límites simplemente porque es una habilidad que no hemos desarrollado y, como cualquier otra, requiere práctica para dominarla.

No obstante, reconocer estas barreras es el primer paso para superarlas.

Las consecuencias de no establecer límites claros

Cuando no establecemos límites, las consecuencias pueden afectar profundamente nuestro bienestar emocional y la calidad de nuestras relaciones. No ser capaces de poner límites puede contribuir, por ejemplo, a:

  • Aumentar el estrés y la ansiedad, ya que asumir más de lo que podemos manejar nos lleva a un estado de sobrecarga constante.
  • Dañar nuestra autoestima: al no priorizarnos, enviamos el mensaje (a nosotros mismos y a los demás) de que nuestras necesidades no son importantes.
  • Construir relaciones desequilibradas, lo cual puede fomentar dinámicas de dependencia o resentimiento, ya que una de las partes siempre cede.
  • Sufrir agotamiento o burnout: la falta de límites, especialmente en el ámbito laboral, es una de las principales causas del agotamiento profesional y personal.

7 claves para poner límites y hacerse respetar

Poner límites puede parecer desafiante al principio, especialmente si no estamos acostumbrados a hacerlo. Podemos tener miedo de herir los sentimientos de los demás o preocuparnos por el conflicto que pueda surgir.

Sin embargo, es importante recordar que establecer límites saludables es esencial para nuestro bienestar emocional y para mantener relaciones equilibradas, y con práctica y paciencia puedes empezar a poner límites de manera efectiva. No se trata simplemente de "hacerse respetar", sino de aprender a priorizar y respetarnos a nosotros mismos y nuestros valores.

A continuación, presentamos 7 claves fundamentales que pueden ayudarte a aprender a poner límites a los demás:

1. Identifica tus límites

Antes de poder poner límites, necesitas identificarlos. Esto puede implicar reflexionar sobre tus necesidades, deseos y valores. Puedes empezar por plantearte a ti mismo preguntas como:

  • ¿Cuáles son mis límites personales?
  • ¿Cómo sé qué límites me hacen sentir cómodo y respetado?

Al tener claridad sobre tus límites, estarás mejor preparado para comunicarlos y hacerte respetar.

2. Comunica tus límites de manera clara y asertiva

Tras identificar cuáles son tus límites, el siguiente paso es comunicarlos a los demás. Esto puede ser difícil, sobre todo cuando estás acostumbrado a ceder a las demandas de otras personas, como ocurre en las relaciones con dependencia emocional.

No tengas miedo de expresar tus necesidades y expectativas de forma directa y respetuosa, asegurándote de que la otra persona entiende tus límites y la importancia que tienen para ti.

3. Aprende a decir no sin sentirte culpable

Aprender a decir "no" puede ser increíblemente liberador. Sin embargo, a veces no es fácil, sobre todo si estás acostumbrado a complacer a los demás. Recuerda que negarte a hacer algo que te piden no te hace una mala persona, es simplemente una forma de respetar tus propios límites personales.

4. Mantente firme

Una vez que hayas comunicado tus límites, el siguiente paso es mantenerlos con firmeza. Esto puede requerir que seas constante y consistente, incluso cuando los demás intenten cruzar tus límites personales. Ten presente que mantener tus límites no es un acto egoísta, sino una forma de autocuidado y autorrespeto.

5. Practica el autocuidado

Poner límites efectivamente también implica priorizar tu propio autocuidado. Asegúrate de dedicarte tiempo y energía. Establece límites en lo que respecta a cómo distribuyes tus recursos y cómo te cuidas a nivel físico, emocional y mental.

6. Busca apoyo si lo necesitas

Si te resulta difícil aprender a poner límites o enfrentarte a personas abusivas, puede ser útil buscar apoyo psicológico. Un profesional de la salud mental puede proporcionarte las herramientas y estrategias que necesitas para saber cómo poner límites en una relación, así como un espacio seguro para explorar nuevos retos y crecer como persona.

7. Aprende a manejar las reacciones de los demás

Es posible que encuentres resistencia o reacciones negativas cuando estés aprendiendo a poner límites, pero no cejes en el empeño. Aprende a manejar estas situaciones de manera asertiva, escuchando las preocupaciones de los demás, pero sin comprometer tus límites y necesidades.

Cómo poner límites en la pareja

Aprender a poner límites a tu pareja es crucial para mantener una relación saludable y equilibrada. Esto puede implicar establecer límites sobre el trato mutuo, así como negociar cuánto tiempo y energía estás dispuesto a dedicar a la relación, entre otros aspectos.

Hay veces que en una relación de pareja escuchamos cosas como “mi pareja no pone límites a su familia” o “mi pareja no pone límites a su ex”. Esto puede ser la consecuencia de una falta de comunicación y establecimiento de límites sólidos en lo que respecta a las personas fuera de la relación sentimental. Para evitar este u otros problemas de pareja, puedes:

  • tratar de tener una conversación abierta y honesta con tu pareja;
  • expresar tus sentimientos y preocupaciones de manera clara y asertiva, y escuchar las suyas;
  • trabajar juntos para poner límites que sean mutuamente acordados y os hagan sentiros respetados y valorados.

No obstante, ponerse límites no se limita solo a las relaciones de pareja, sino que también se extiende a otros ámbitos de nuestra vida como el trabajo.

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Foto de Sarah Chai (Pexels)

Cómo poner límites en el trabajo

Poner límites en el trabajo es crucial para mantener un ambiente laboral saludable y productivo. Esto significa establecer límites, por ejemplo, sobre:

  • cuánto tiempo y recursos estás dispuesto a dedicar a tu trabajo,
  • cómo te tratan tus colegas y superiores para impedir que puedan desarrollarse situaciones de mobbing o gaslighting.

En un mundo donde la cultura del "siempre disponible" es cada vez más común, es fácil sentirse abrumado y estresado, lo que puede llevar a problemas como el burnout, un estado de agotamiento por estrés crónico. En este sentido, cuando sabemos cómo poner límites en el trabajo, estamos en una mejor posición para manejar el estrés y prevenir el agotamiento laboral.

En definitiva, establecer límites claros en nuestro puesto de trabajo es una forma de practicar el autocuidado y asegurar que nuestras carreras profesionales sean sostenibles y gratificantes a largo plazo.

Cómo poner límites a la familia

No siempre es fácil poner límites a la familia, pero como ocurre en el resto de ámbitos de la vida, en este caso también tienes derecho a expresar tus necesidades y establecer límites saludables que te permitan reafirmar tu identidad y hacerte respetar entre tus miembros familiares.

Para gestionar los problemas familiares es necesario poner límites que tienen que ver con aspectos como:

  • la invasión del espacio personal,
  • la frecuencia de las llamadas y las visitas,
  • las decisiones que afectan a las parejas y los hijos.

Establecer estas líneas divisorias claras entre lo que se puede hacer y lo que no puede ayudar a prevenir los conflictos familiares y a mejorar el ambiente y las relaciones entre padres e hijos, con la suegra, con los hermanos, etc.

En los casos en los que toca lidiar con padres o madres tóxicas, saber cómo poner límites, comunicar los sentimientos de manera asertiva y establecer espacios de intimidad claros es todavía más importante para prevenir comportamientos y dinámicas poco saludables.

como poner limites a nuestros hijos
Foto di Elina Fairytale (Pexels)

Cómo poner límites a los niños

Asimismo, si eres padre o madre, es probable que te hayas preguntado cómo poner límites a los niños de una manera que sea respetuosa pero firme.

Cuando lidiamos con niños problemáticos o con comportamientos más tiranos, como ocurre en el caso del síndrome del emperador, es importante:

  • establecer reglas claras,
  • ser consistente con las consecuencias,
  • modelar el respeto de los límites a través de tu propio comportamiento para evitar llegar a ser un padre o una madre tóxica.

Así como también es importante saber dónde acudir con un hijo problemático para obtener la ayuda profesional adecuada. 

También es posible que te toque tratar con situaciones en las que tengas que poner límites a tus hijos adolescentes en plena etapa de autodescubrimiento o a tus hijos adultos, con sus propias ideas y valores más desarrollados. En estos casos, sigue siendo importante establecer límites claros a través de conversaciones abiertas en las que todos se sientan partícipes y tengan claro que poner límites no es controlar, sino establecer una relación de respeto mutuo y convivencia armoniosa.

La terapia como herramienta para aprender a poner límites

Aprender a establecer y mantener límites es un proceso de crecimiento personal que puede ser complejo. A veces, las barreras internas como la culpa o el miedo están muy arraigadas y necesitamos apoyo para superarlas. Pero recuerda que poner límites en una relación no es un acto de rechazo, sino una manera de establecer un terreno seguro donde ambas partes puedan crecer y llevar a cabo su desarrollo personal.

La terapia psicológica ofrece un espacio seguro y sin juicios para explorar por qué te cuesta poner límites y adquirir herramientas personalizadas para comunicarte de forma asertiva.

Bibliografía
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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