Problemas familiares
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¿A dónde acudir con un hijo problemático?

¿A dónde acudir con un hijo problemático?
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Redacción
Unobravo
PUBLICADO EL
24.4.2023

Tener un hijo problemático puede suponer todo un desafío para los padres, pues la sensación de lidiar con hijos conflictivos es abrumadora y desesperanzadora en ocasiones. Si tu hijo tiene problemas de comportamiento y tratar con él se ha convertido en un dolor de cabeza, te contamos que hay lugares a los que puedes acudir para recibir ayuda.

Si tienes un hijo problemático o conoces a alguien que se encuentre en esta situación, este artículo te dará algunos consejos prácticos para abordar la situación, así como información para saber a dónde acudir con un hijo problemático y poder proporcionarle la ayuda que necesita.

Hijos conflictivos: las causas

Los hijos problemáticos no conocen edades. Es posible que los niños y los adolescentes sean conflictivos (por diversas causas como el síndrome del emperador o el síndrome del hijo único, por ejemplo), pero también los hijos adultos pueden serlo. La crianza en líneas generales, supone un desafío para los padres, pues los niños no nacen con un manual de instrucciones bajo el brazo, por lo que sentir agobio es algo bastante normal. Cada padre pondrá en marcha distintos estilos de crianza basados en sus propias experiencias pasadas, aprendizajes, etc.

Los niños y los adolescentes pueden experimentar tristeza, enojo, ansiedad e irritabilidad. También es posible que haya frustración en niños y adolescentes, así como otros estados de ánimo a lo largo de su vida. Es algo comprensible y que puede atender a las fases y etapas de crecimiento y a situaciones muy puntuales asociadas con el colegio, los amigos, la familia, etcétera. Sin embargo, cuando estas conductas y estados de ánimo son una constante, y te enfrentas a chicos problemáticos, conflictivos y en ocasiones, agresivos, comienzan las dificultades. 

Para los padres resulta complicado saber qué hacer con un hijo conflictivo, pues es frustrante no poder proporcionarle la ayuda necesaria y no saber cómo tratar el problema.

Las causas de que los niños, adolescentes y adultos sean problemáticos son muy diversas. Algunas de estas son:

Cuando estas condiciones de salud mental no se tratan a tiempo, los niños no alcanzan su máximo potencial y aparecen problemas conductuales que suponen un desafío para los padres y constante malestar para los hijos, que se sienten incomprendidos y que no encajan en la sociedad que les rodea

donde buscar ayuda para adolescentes
Foto de Johnmark Smith (Pexels)

Los síntomas para identificar problemas de conducta en los hijos

¿Cómo saber si tengo un hijo conflictivo? Empieza por estar alerta a los síntomas. Debes saber que las manifestaciones de conductas negativas varían en función de la edad de tu hijo. No es lo mismo gestionar un niño problemático, que tener problemas con adolescentes o con hijos adultos que experimentan dificultades conductuales.

Niños y niñas problemáticas: síntomas para identificarlos

Las niñas y niños problemáticos pueden identificarse si presentan alguno de estos comportamientos:

  • Rabietas frecuentes.
  • Estado de irritabilidad muy intenso y que se prolonga durante bastante tiempo.
  • Expresan sus miedos y preocupaciones de forma constante.
  • Se quejan de dolores de estómago o de cabeza, sin una afección médica diagnosticada. Estos dolores pueden aparecer cuando se enfrentan a situaciones estresantes como ir al colegio, presentar un examen o participar en algún evento.
  • No saben estarse quietos ni en silencio, salvo cuando se trata de mirar la televisión o jugar videojuegos.
  • Duermen demasiado o muy poco.
  • Se quejan de experimentar pesadillas recurrentes.
  • Manifiestan tener sueño a lo largo del día.
  • Tienen dificultad para hacer amigos o jugar con otros niños, pueden expresar "no tengo amigos" con frecuencia.
  • Problemas académicos o bajada del rendimiento escolar repentina.
  • Comportamiento errático, repitiendo acciones de forma frecuente.
  • Sienten miedo de que algo pueda ocurrir, por lo que revisan una y otra vez que algunas cosas estén hechas.

Adolescentes rebeldes: los síntomas

Los cambios en la adolescencia hacen que una buena parte de la juventud se vuelva algo rebelde al llegar a esta edad. Ten en cuenta que aquí se viven una serie de procesos muy importantes, tanto a nivel físico como emocional. Durante la pubertad y la adolescencia hay una revolución hormonal que puede hacer que tu hijo deje de ser ese niño tierno y cariñoso que era durante la infancia y cambie su carácter y conducta.

¿Y cómo diferenciar los comportamientos desafiantes normales del crecimiento de una adolescencia conflictiva por otros problemas?

Los adolescentes rebeldes:

  • Tienen un comportamiento negativo que persiste durante semanas o meses.
  • Experimentan angustia constante. Este sentimiento puede trasladarse a los demás miembros de la familia.
  • Los adolescentes con problemas de conducta tienen un bajo rendimiento escolar.
  • Malas relaciones con los compañeros del colegio, los amigos y otros integrantes de la familia.
  • Presentan comportamiento errático que puede ser inseguro.
  • Pueden sentir deseos de hacerse daño a sí mismos o a otras personas, e incluso, a las mascotas de casa.
  • Cambian sus hábitos y se encierran en sí mismos, alejándose de sus padres.

En todo caso, es recomendable establecer una tabla de normas para adolescentes, tanto en el hogar como fuera de ello, y saber qué hacer para ayudarles a respetarlas.

Hijos problemáticos mayores de edad: ¿cómo identificarlos?

Los hijos adultos también pueden resultar conflictivos y para los padres significa un motivo de angustia, y no solo se convierte en un malestar para los progenitores, ya que se puede extender a un conflicto entre hermanos adultos. No es necesario vivir con un hijo adulto para notar que tiene problemas conductuales.

Los síntomas de los hijos adultos problemáticos se asemejan a los de los niños y los adolescentes:

  • Pérdida de interés por las cosas que solían disfrutar.
  • Poca energía para realizar sus actividades diarias.
  • Insomnio o somnolencia excesiva.
  • Aislamiento social.
  • Dieta y/o ejercicio excesivo.
  • Autolesiones.
  • Consumo de sustancias tóxicas como alcohol, tabaco y/o drogas.
  • Comportamientos destructivos.
  • Pensamientos suicidas recurrentes.
  • Depresión.
  • Carácter manipulador para con sus padres, pareja, amigos y otros miembros de la familia.

Desórdenes de ansiedad y depresión en los hijos problemáticos

Como padre de adolescentes problemáticos y adultos conflictivos, debes saber que hay dos trastornos que son habituales en los hijos de estas características: la ansiedad y la depresión. Hoy en día se sabe que estas dos condiciones pueden estar presentes durante la infancia.

Ansiedad

Los niños y adolescentes con problemas de conducta, así como los adultos conflictivos, presentan desórdenes de ansiedad. Este trastorno se caracteriza por una sensación de constante inquietud, preocupación y miedo; en el caso de los hijos adultos problemáticos esta sensación puede ser todavía aún mayor debido a agentes externos como el trabajo o las relaciones interpersonales. Los adultos que aún viven en el hogar familiar pueden sentir miedo a dejar la casa de los padres, algo que se asocia con la ansiedad y los temores de este estado.

Los desórdenes de ansiedad incluyen:

Depresión: uno de los problemas con hijos adolescentes y adultos conflictivos

La depresión es un estado de ánimo que influye sobre los pensamientos, sentimientos y las actividades cotidianas como dormir, comer o trabajar. Aunque la depresión es un trastorno mucho más amplio que, a su vez, se divide en subtipos, es importante destacar que los hijos problemáticos pueden atravesar por este estado de ánimo.

Algunos de los síntomas frecuentes de la depresión son:

  • Tristeza, ansiedad o vacío persistente.
  • Desesperación y pesimismo.
  • Irritabilidad, frustración y sensación de intranquilidad.
  • Sentimiento de culpa, impotencia e inutilidad.
  • Apatía.
  • Cansancio y fatiga.
  • Dificultad para tomar decisiones o recordar cosas.
  • Problemas para dormir.
  • Dolores físicos sin causa médica aparente.
  • Pensamientos recurrentes sobre la muerte y/o el suicidio.

De nueva cuenta, la depresión puede ser mayor en el caso de los hijos adolescentes y adultos. Este estado puede incrementarse a consecuencia del trabajo, las relaciones con los amigos o una ruptura amorosa.

como ayudar a un hijo problematico

Ayuda a padres con hijos problemáticos: posibles soluciones

Una de las preguntas habituales de los padres con hijos conflictivos es saber qué hacer y cómo actuar ante la situación. Si estás buscando a dónde acudir con un hijo problemático, te contamos que existen varias opciones a tener en cuenta para ayudar a tu hijo, disminuir los conflictos familiares y mejorar las tensiones en casa.

Habla con tu hijo

Una vez que has identificado que tu hijo tiene un problema, habla con él. Pero, ¿cómo hablar con adolescentes difíciles?, o ¿cómo tratar a los adolescentes rebeldes? 

Lo primero es armarte de paciencia y tener en cuenta que no puedes ponerte a su nivel; es decir, si tu hijo es rebelde no puedes reaccionar de la misma forma y a las malas

Para hablar con tu hijo, debes tener en cuenta su edad:

  • Niños pequeños. Mantén una conversación corta, con vocabulario simple y cercano. Es mejor mantener un tono neutral y simple con frases que empiecen por “entiendo que” o “comprendo cómo te sientes”; no utilices frases acusatorias.
  • Hijos adolescentes y adultos. Puedes mantener una conversación más larga, sincera y profunda. De igual forma, evita las frases acusatorias y pregunta a tu hijo qué puedes hacer para ayudarle o qué es lo que le disgusta.

Establece límites y mantente firme

No importa la edad de tu hijo, es fundamental que establezcas límites en casa. Ten en cuenta que los niños, adolescentes y adultos intentarán poner a prueba tus límites y paciencia para saber hasta dónde pueden llegar. Y si romper las reglas acarrea una sanción, debes mantenerte firme y no sucumbir a levantar el castigo.

Crea pautas, reglas y apégate a ellas. Estas reglas pueden ser de lo más simples y se trata de respetar las normas comunes del hogar; pero estas reglas deben cambiar con la edad. Mientras a un niño o un adolescente se le pide, por ejemplo, que cumpla con las obligaciones de casa y el colegio, a un hijo adulto se le pide que mantenga una conducta apropiada en casa y con ciertos límites.

Un hijo adulto problemático puede, por ejemplo, intentar manipular a los padres para conseguir algo, incluso dinero. En estos casos, debes saber cuál es tu límite y hacérselo ver a tu hijo. No puedes ceder a sus exigencias, aunque es algo difícil de poner en práctica.

Pide ayuda psicológica

Es normal buscar ayuda psicológica si las opciones anteriores no dan resultado. Y es que en ocasiones el diálogo y el establecimiento de límites no son efectivos; es posible que tu hijo se cierre y no te permita abordar el problema ni descubrir la raíz del mismo.

Por eso resulta normal recurrir a un psicólogo. Si buscas ayuda a padres con hijos conflictivos, un profesional puede ser la mejor opción. Gracias a la tecnología, hoy en día puedes encontrar terapias psicológicas online que ayuden a identificar cuál es la raíz del problema; también te permitirán aprender pautas y técnicas para lidiar con un hijo problemático.

¿Puedo internar a mi hijo?

Una de las preguntas habituales de los padres para saber qué hacer con un hijo problemático es si es posible internarlo. ¿Cuáles son los motivos para entrar en un reformatorio? 

Debemos decirte que se trata de un proceso muy complejo y delicado que requiere de la experiencia y recomendación de un psicólogo cualificado, así como de la intervención de los servicios sociales. Antes de tomar esta decisión tan drástica y que puede suponer un conflicto para toda la familia, intenta pedir ayuda psicológica online.

Cuando la terapia psicológica no surte efectos o en casos de rebeldía extrema por parte de los niños y/o adolescentes, es posible considerar algunas opciones de internamiento como los centros para niños con problemas de conducta y otras instituciones. Este es el último recurso para padres; por eso te reiteramos que agotes todas las instancias para intentar ayudar a tu hijo.

Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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