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Familia
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5
min

La importancia de poner normas y límites a los adolescentes

La importancia de poner normas y límites a los adolescentes
Giulia Pacini
Psicoterapeuta con orientación Gestalt
Redacción
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica.
Última actualización el
13.11.2025
La importancia de poner normas y límites a los adolescentes
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La adolescencia es un periodo especialmente delicado tanto para los adolescentes como para las personas adultas del entorno. Es una etapa fundamental, marcada por cambios a nivel biológico, social y psicológico, en la que se experimentan:

  • emociones intensas,
  • mayor implicación en las relaciones con los iguales,
  • exploración creativa.

Los cambios en la adolescencia se reflejan en la forma de pensar, de interactuar y de tomar decisiones, así como en una importante renegociación de la relación entre padres e hijos. Para que esta relación sea constructiva y sana, es necesario que los adultos establezcan una tabla de normas para adolescentes que deberá respetarse tanto en casa como fuera de ella y que será útil para su crecimiento.

En este artículo trataremos de poner ejemplos de normas y límites para adolescentes y hablaremos de la importancia de las normas de convivencia en el hogar para adolescentes y adultos.

‍La adolescencia y la importancia de una tabla de normas para adolescentes

La adolescencia es una fase de la vida comprendida, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre los 10 y los 19 años. Es un periodo en el que la persona experimenta cambios fundamentales en su evolución. Las etapas psicoevolutivas de la adolescencia son:

  • La separación-individuación: lograr la independencia de las figuras reales y de las representaciones paternas idealizadas.
  • La mentalización del yo corporal: elaborar una nueva imagen de sí mismo a partir de las transformaciones corporales.
  • El nacimiento social: asumir un papel socialmente reconocido.
  • La definición-formación de valores: el adolescente busca una aclaración de sí mismo, qué es importante, en qué ideas cree e invierte emocionalmente.
  • La subjetivación: proceso que permite el establecimiento de un espacio psíquico personal.

Un adolescente necesita contar con todas las herramientas para afrontar de forma óptima los retos de esta fase de la vida. Por eso, padres y madres están llamados a educar sobre una tabla de normas para adolescentes con acciones que estimulen su cumplimiento.

Las normas para adolescentes en casa son necesarias para que estos puedan orientarse mejor en todos los cambios importantes que experimentan. El respeto de las normas ayudará al adolescente, que está buscando su propia identidad, a tener límites seguros en los que moverse en la autoexploración.

Antes de entender cómo dar normas a los hijos adolescentes y cuáles establecer, es importante hacer una aclaración fundamental. Dar una tabla de normas para adolescentes es diferente a imponer órdenes, ya que impartir normas en lugar de órdenes resulta crucial para que no sean percibidas como imposiciones, sino como orientaciones que favorecen la adquisición de mayor autonomía.

Además, la investigación sugiere que el sobreproteccionismo parental (overparenting) contribuye al desarrollo de un estilo cognitivo en el que el niño cree que el éxito o fracaso personal depende de factores externos y no de sus propias decisiones. Por eso es crucial que los padres les den dirección de manera que, aunque los niños dependan de ellos, puedan tomar sus propias decisiones y los padres estén disponibles para apoyar y aconsejar en lugar de decidir por ellos.

Padres y adolescentes viven una relación de ambivalencia natural, hecha de comportamientos contrapuestos. La persona adolescente sentirá la necesidad de seguridad, pero, como adolescente, también tendrá la tendencia a rebelarse y romper las reglas.

normas uso móvil adolescentes
Foto de Pixabay

Padres, hijos y normas en la adolescencia

La adolescencia representa una de las etapas evolutivas más significativas del ciclo vital de toda persona y simultáneamente constituye un momento crucial en la evolución de la familia. En este contexto, el sobreproteccionismo parental en niños pequeños se ha vinculado con la aparición de tendencias ansiosas, retraídas, depresivas e inseguras.

Esto puede tener repercusiones negativas en la adolescencia si los adultos mantienen posturas rígidas ante los cambios naturales de esta etapa. Adoptar una actitud excesivamente normativa puede provocar el rechazo del adolescente y, en consecuencia, el cierre de los canales de comunicación entre ambas generaciones.

Aunque los hijos adolescentes deben tener ejemplos de normas y límites claros como "contención" para su exploración, también rechazan una actitud rígida que bloquee la inclinación natural a experimentar. El resultado será un adolescente intolerante con las normas, que las ignora y las transgrede.

De hecho, muchas veces nos preguntamos por qué un hijo adulto rechaza a su madre o a su padre y la respuesta a esta pregunta puede darse mirando a cómo fue la etapa adolescente y la relación del niño con sus padres.

Comunicar las normas de convivencia en el hogar para adolescentes

La comunicación es un elemento clave para conseguir que un hijo adolescente respete las normas. Veamos cómo puede el progenitor comunicar las normas a sus hijos adolescentes y cómo puede ayudarles a respetarlas:

  • Claridad: cada norma debe entenderse a la perfección para que el adolescente no la interprete como una imposición.
  • Diálogo: las normas educativas para adolescentes son verdaderamente tales cuando se basan en una complicidad sincera. El adolescente podrá abrirse más si sabe que puede contar con la escucha activa de los padres.
  • Coherencia: una vez establecidas las normas para adolescentes en casa, los progenitores deben tener la capacidad de mantener la coherencia, sin ser ni demasiado laxos ni demasiado estrictos.
  • Paciencia: intentar que los adolescentes respeten las normas sin gritar, por ejemplo, será una buena manera de obtener mayor aceptación de parte de ellos.
  • Trabajo en equipo: los progenitores seguirán una línea común y compartida, de modo que se evite el "juego de roles" para que se respeten las normas.
  • Escucha activa: escuchar las razones y necesidades del adolescente ayudará a establecer normas sostenibles que serán más eficaces a quienes les cuesta seguirlas. Si, por ejemplo, usas frases como "tienes que hacer eso porque lo digo yo", el adolescente romperá las normas.
  • Disponibilidad: dar autonomía, pero estando disponible. Por ejemplo, para acompañarle a los lugares que quiera ir, pero sin imponer tu presencia. Será útil tanto para ver y entender qué ambientes frecuenta como para hacerle saber que siempre pueden contar contigo.

No siempre es fácil para un padre o madre adoptar estos comportamientos. Sin embargo, es posible crear una integración entre generaciones, favoreciendo un aumento de la comprensión empática y la interdependencia.

La tarea de los padres es respetar la dimensión adolescente sin renunciar a poner límites, contribuir a la transición a la edad adulta teniendo en cuenta el carácter universal de ciertos cambios de la adolescencia y escuchar la esencia de su "adolescente interior".

ejemplos de normas y límites para adolescentes
Foto de Pixabay

Cómo establecer normas en casa: pasos prácticos y ejemplos

Cada familia tiene su propio ritmo y estilo de vida, basado en las elecciones de las personas adultas. Una tabla de normas para adolescentes en casa es importante, ya que la familia es la primera unidad social en la que un adolescente puede aprender a relacionarse con los demás.

Por ejemplo: establecer normas sobre el uso del móvil es fundamental para prevenir riesgos como la posible adicción a las redes sociales, así como para proteger a los menores de otros peligros en línea, tales como el acoso y el acceso a contenido dañino. En este sentido, la Comisión Europea ha publicado directrices que establecen medidas proporcionales y apropiadas para salvaguardar a los menores frente a estos riesgos, incluyendo comportamientos adictivos (Comisión Europea, 2025).

A continuación puedes encontrar algunos ejemplos de pasos prácticos para establecer normas en casa:

  • Reuniones familiares periódicas: reservar un momento para dialogar sobre las normas permite que todas las personas de la familia expresen sus necesidades y preocupaciones. Este espacio facilita la comprensión mutua y promueve la toma de decisiones consensuadas.
  • Definir normas claras y específicas: es útil que las normas sean comprensibles y concretas. Por ejemplo, en vez de “llegar temprano”, se puede acordar “llegar a casa antes de las 22:00 los días de semana”.
  • Redactar acuerdos escritos: poner por escrito las normas y las consecuencias ayuda a evitar malentendidos y sirve como referencia si surgen desacuerdos. Este documento puede revisarse y adaptarse según cambie la situación familiar.
  • Establecer consecuencias y recompensas: las consecuencias pueden ser proporcionales y relacionadas con la norma que no se ha cumplido. Por ejemplo, si no se respeta el horario de uso del móvil, se puede reducir el tiempo de uso al día siguiente. Las recompensas, como elegir una actividad familiar, refuerzan el cumplimiento positivo.
  • Revisar y adaptar las normas: a medida que la persona adolescente crece y gana autonomía, es importante revisar las normas para ajustarlas a su nivel de madurez y a las nuevas circunstancias. Esto muestra flexibilidad y respeto por su proceso de desarrollo.

Este enfoque práctico puede ayudar a que las normas se perciban como herramientas para la convivencia y el crecimiento, y no como imposiciones arbitrarias.

Negociación y participación adolescente en la creación de normas

La participación activa de los adolescentes en la creación de normas en casa puede favorecer que las perciban como justas y legítimas. Desde la psicología del desarrollo, se observa que cuando las personas jóvenes sienten que sus opiniones se tienen en cuenta, suelen mostrar mayor disposición a respetar los acuerdos alcanzados.

Algunas estrategias útiles para fomentar la negociación y la participación son:

  • La escucha activa: brindar espacio para que el adolescente exprese sus puntos de vista y necesidades, mostrando interés genuino y evitando emitir juicios de manera anticipada.
  • La búsqueda de soluciones conjuntas: presentar las normas como un reto compartido y explorar alternativas que puedan responder tanto a las necesidades de padres como de hijos. Por ejemplo, se puede negociar el horario de llegada considerando la edad y las actividades del adolescente.
  • La validación de las emociones y los argumentos: reconocer las emociones y los argumentos del adolescente contribuye a generar un ambiente de confianza y respeto mutuo. Esto no implica ceder en todo, sino demostrar comprensión y apertura al diálogo.
  • El acuerdo de realizar revisiones periódicas: establecer momentos para revisar las normas facilita adaptarlas a los cambios en la vida familiar y en el desarrollo del adolescente, reforzando la idea de que las reglas pueden evolucionar junto con la familia.

Este proceso de negociación puede fortalecer la autonomía y la responsabilidad del adolescente, al mismo tiempo que mantiene la autoridad parental basada en el respeto y la colaboración.

Aplicación de consecuencias naturales y recompensas: ejemplos cotidianos

La aplicación coherente de consecuencias y recompensas puede ser clave para que las normas en casa resulten efectivas. Las consecuencias naturales, que surgen de manera directa a partir de una acción, pueden ayudar a que los adolescentes comprendan cómo sus decisiones influyen en su vida cotidiana. Por ejemplo:

  • Consecuencias naturales: si la persona adolescente no lava su ropa, es posible que no tenga ropa limpia disponible. Si no respeta el horario de llegada, podría perder la oportunidad de participar en una próxima salida.
  • Recompensas: cumplir con las normas puede permitir acceder a privilegios adicionales, como elegir una película para ver en familia o ampliar el tiempo de uso de dispositivos electrónicos durante el fin de semana.
  • Importancia de la proporcionalidad: las consecuencias suelen ser más efectivas cuando son proporcionales a la conducta y se comunican con anticipación. Esto puede evitar reacciones impulsivas y favorecer la percepción de justicia.
  • Refuerzo positivo: reconocer y valorar el esfuerzo de la persona adolescente cuando respeta las normas puede ser tan relevante como señalar las consecuencias de no hacerlo. Un simple “me alegra que hayas cumplido con lo acordado” puede fortalecer la autoestima y la motivación.

Este tipo de enfoque puede facilitar que las personas adolescentes asuman la responsabilidad de sus actos y aprendan a gestionar las consecuencias de sus decisiones dentro de un entorno seguro y de apoyo.

Consistencia y flexibilidad en la aplicación de normas

Mantener un equilibrio entre consistencia y flexibilidad puede ser fundamental para que las normas en casa resulten efectivas y sostenibles a lo largo del tiempo. La consistencia suele ofrecer seguridad y previsibilidad, mientras que la flexibilidad permite adaptarse a las distintas circunstancias y a la evolución de la persona adolescente. Algunas claves para lograr este equilibrio pueden ser:

  • Consistencia: aplicar las normas de manera uniforme puede evitar confusiones y transmite el mensaje de que las reglas tienen importancia para todas las personas en casa. Por ejemplo, si se acuerda la realización de un tarea, es recomendable cumplirlo siempre, salvo que existan motivos justificados para hacer una excepción.
  • Flexibilidad: adaptar las normas cuando cambian las circunstancias, como durante periodos de exámenes o eventos especiales, muestra comprensión y capacidad de ajuste. Esto no implica dejar de establecer límites, sino reconocer que la vida familiar puede ser dinámica.
  • Comunicación abierta: explicar los motivos detrás de los cambios o excepciones ayuda a que la persona adolescente comprenda que la flexibilidad no es algo arbitrario, sino una respuesta a necesidades reales.
  • Evaluación periódica: revisar en conjunto las normas y su aplicación permite identificar lo que funciona y lo que podría ajustarse, fortaleciendo la colaboración y el respeto mutuo.

Esta perspectiva favorece un ambiente familiar donde las normas se perciben como guías para la convivencia y el crecimiento, y no como restricciones rígidas.

La importancia de contar con una tabla de normas para adolescentes

El "trabajo de padre o madre" es ciertamente difícil, y la ausencia de normas de comportamiento en los adolescentes puede causar problemas que, sumados a otros factores de riesgo, podrían desembocar con el tiempo en trastornos más complejos.

También se ha observado que el estilo de crianza tipo “padres helicóptero” está positivamente correlacionado con rasgos de personalidad dependiente y neuroticismo en adultos jóvenes, lo que resalta la importancia de establecer límites y fomentar la autonomía desde la adolescencia. El término “padres helicóptero”, popularizado por los psicólogos Foster Cline y Jim Fay en los años 90, hace referencia a un estilo de crianza sobreprotector que limita la actividad de los hijos. Los padres helicóptero siempre suelen estar dispuestos a intervenir y resolver sus problemas y eso impide que crezcan, asuman riesgos y elijan su propio camino.

La desregulación emocional, los cambios de humor y los sentimientos de ira, soledad y ansiedad que puede experimentar cualquier adolescente pueden gestionarse como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje, sin desembocar en problemas más graves.

En un periodo tan delicado como esta fase de adultos jóvenes se puede experimentar inseguridades y miedos que corren el riesgo de afectar significativamente al desarrollo. La ansiedad social en la adolescencia, por ejemplo, es un trastorno vinculado precisamente a la idea de no ser suficiente, de ser juzgado o ridiculizado en situaciones sociales y puede ir acompañado, si no se controla, de otros problemas como ataques de pánico y adicciones.

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia, la bulimia o la adicción a la comida, también son muy frecuentes entre los adolescentes, que tienen que asumir un cuerpo cambiante y aceptar su madurez física redefiniendo su identidad también desde el punto de vista corporal.

 tabla de normas para adolescentes
Foto de Pixabay

¿Y cuando los adolescentes no obedecen las normas?

Un adolescente va en contra de las normas para autodeterminarse y encontrar su propia independencia. Sin embargo, los padres deben saber distinguir cuándo se trata de una actitud "ocasional" y cuando se trata de un comportamiento que lleva incluso a los actos violentos o autodestructivos.

Es esencial mantener una actitud de apertura ante los acontecimientos y respetar a la persona en la que se está convirtiendo el adolescente, a través de las imprevisibles etapas de este momento de la vida. Respetar significa "sintonizar", hacer que el adolescente se sienta escuchado y acogido, y sentar las bases de una confianza mutua, de modo que incluso los límites establecidos pasen a formar parte del apoyo.

Terapia psicológica para padres e hijos

Establecer normas durante la adolescencia puede ser un proceso que despierte dudas, frustraciones y, en ocasiones, situaciones de conflicto dentro de la familia. Pero recuerda que no es necesario afrontar este camino en soledad. Cuando un adolescente muestra una verdadera intolerancia a las normas y no las cumple, la terapia psicológica puede ayudar. El adolescente puede aprender a gestionar sus emociones y evitar comportamientos de riesgo.

Asimismo, un profesional especializado, como un psicólogo con experiencia en temas parentales y crianza puede apoyar a los padres en el trato con los hijos que se oponen a las normas establecidas y acompañarlos para que descubran cómo hacer cumplir las normas con autoridad y no con autoritarismo.

En Unobravo, contamos con psicólogos especializados que pueden acompañarte a ti y a tu familia para crear una relación basada en el diálogo, el respeto y el crecimiento conjunto.

Si consideras que podrías beneficiarte de orientación para gestionar los límites en casa o deseas fortalecer el vínculo con tu hijo adolescente, te ayudamos a encontrar tu psicólogo online para dar el primer paso hacia una convivencia más saludable y consciente.


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