“A veces siento que no estoy a la altura”
Todos podemos haber tenido alguna vez la sensación de no estar a la altura, por ejemplo, al temer no estar a la altura de la maternidad o la paternidad o no sentirse lo suficientemente buenos para un trabajo.
El miedo a no estar a la altura o a no tener éxito puede hacer que renunciemos a cosas, situaciones, oportunidades y personas, lo cual puede minar nuestra energía e incluso hacer que nos autosaboteemos por pensar que no merecemos tener lo que tenemos. En la raíz de ese sentimiento podemos encontrar la autocrítica, es decir, la actitud de ser consciente de las propias limitaciones, equivocaciones y errores, aceptarlos y esforzarse por corregirlos o mitigarlos.
La autocrítica es una habilidad que tiene su origen en nuestras primeras relaciones y que si se maneja de la manera correcta, puede ayudarnos a mejorar; mientras que si adquiere una connotación negativa, puede dificultar nuestras decisiones y relaciones.
Pero, ¿a qué nos referimos con no estar a la altura? ¿a la altura de qué? En este artículo abordamos qué es el miedo a no estar a la altura, en qué situaciones podemos experimentarlo y cómo podemos afrontarlo.
Sentir miedo a no estar a la altura en un trabajo
El trabajo es uno de los ámbitos en los que las personas pueden tener miedo de no estar a la altura. Para los seres humanos, el trabajo es una necesidad primaria esencial. Vivimos en comunidades y estamos biológicamente predispuestos a ejercitar nuestras capacidades y habilidades para lograr la aprobación personal y social.
En la sociedad actual, el trabajo supone un reto constante, implicando un esfuerzo considerable, dificultad y complejidad tanto para encontrar un empleo como para mantenerlo, lo que en ocasiones puede provocar agotamiento laboral o síndrome de burnout. En este contexto, la inadecuación experimentada en el mundo laboral se convierte en una carga si temes perder tu trabajo o incluso si no sientes merecimiento por haberlo conseguido.
El resultado de estos pensamientos puede disminuir el rendimiento y la productividad, con las consiguientes consecuencias en el desempeño y el desarrollo. Esto puede encontrar su explicación en el efecto Pigmalión, según el cual las expectativas que tenemos sobre nosotros mismos o los demás pueden influenciar nuestras acciones. Asimismo, no sentirse a la altura en el trabajo a menudo se asocia con el miedo al juicio de los compañeros, incluso al miedo a ser observado (escopofobia).
Esta y otras creencias pueden llevarte a no cambiar de trabajo por ese miedo a no estar a la altura de lo que se esperará. Esto suele ocurrirle a personas que tienden a menospreciar sus propios logros y a ignorar su esfuerzo y compromiso con su carrera. Sin embargo, es posible afrontar este problema cultivando aspectos como la autoestima y el sentimiento de autoeficacia.
Es conveniente aprender a ver la novedad como una oportunidad para crecer, experimentar y mejorar. Tener miedo a no estar a la altura de las situaciones no ayudará a resolver el problema, sino que lo puede dificultar aún más. Para comprender mejor cómo influye la percepción que tienes de ti mismo en este miedo, puedes realizar un test de autoestima que te ayude a identificar áreas de mejora y a fortalecer tu confianza.

Tener miedo a no estar a la altura en el amor
El sentimiento de no estar a la altura también puede surgir en el terreno de las relaciones y la sexualidad (por ejemplo, por ansiedad por rendimiento sexual). Esto puede crear dificultades para establecer nuevas relaciones y conducir a un círculo vicioso. Por ejemplo: cuando alguien piensa "no tengo amigos" porque siente que no está a la altura, ese mismo miedo puede impedir que se abra a nuevas personas.
Las causas del miedo a no estar a la altura en nuestras relaciones suelen encontrarse en los primeros años de vida y en el vínculo con nuestras figuras cuidadoras de referencia, es decir, en el estilo de apego.
El estilo de apego que experimentamos en la infancia, desde el primer año de vida, define la estructura de personalidad de la persona en referencia a las relaciones que experimentará en la edad adulta. En este sentido, el miedo a no estar a la altura de la pareja puede estar relacionado con un estilo de apego evitativo e inseguro, que suele estar basado en la regla “me basto a mí mismo”.
Asimismo, el miedo a no estar a la altura de amar o ser amado está influenciado por algunos de estos aspectos como:
- la baja autoestima,
- la inseguridad,
- el miedo a fallar,
- el miedo al rechazo,
- el miedo al conflicto.
Sentir no estar a la altura en una relación puede manifestarse en comportamientos de manipulación emocional y necesidad de control. Conocerte y comprenderte puede ayudarte a gestionar las relaciones interpersonales.
No estar a la altura de la paternidad o la maternidad
Convertirse en padre o madre no es una elección fácil. No sentirse preparado para cuidar de un hijo es un sentimiento normal, especialmente cuando se consideran los desafíos del embarazo y la maternidad, que conllevan toda una serie de cambios en la persona y en la pareja. Dependiendo de cómo estos se procesen, pueden desestabilizar la relación.
No sentirse a la altura de ser padres y el miedo a cometer errores que tarde o temprano puedan afectar al desarrollo psicológico y emocional de los hijos se ven alimentados además por el mito de "la madre o el padre perfecto". A este respecto, el pediatra y psicoanalista británico Donald Winnicott ideó la teoría de la "madre suficientemente buena" (o "padres suficientemente buenos"). Winnicott sostenía que solo este tipo de madre es capaz de garantizar un buen desarrollo y crecimiento a sus hijos.
Según Winnicott, la madre suficientemente buena posee una capacidad fundamental, la "preocupación maternal primaria", que le permite:
- Empatizar con el bebé.
- Reconocer e identificarse con sus necesidades.
- Dar respuestas adecuadas.
Según su teoría, se trata de una capacidad que se desarrolla lentamente ya durante el embarazo y que permite a la madre crear un entorno de contención y de provisión ambiental para su hijo, en el que éste se sienta seguro y protegido, sin que, no obstante, sea consciente de ello.

Tener miedo de no estar a la altura a consecuencia de una enfermedad
Convivir o tener una relación cercana con una persona enferma muchas veces implica la incapacidad de encontrar las palabras adecuadas. El diagnóstico de una enfermedad no solo despierta temor y preocupación, sino que desencadena una serie de mecanismos de identificación, activa nuestros miedos a enfermar y morir y, en los casos más graves, incluso da lugar a ataques de pánico y otros trastornos más graves.
Estos temores nos llevan a creer que necesariamente tenemos que encontrar qué decir. Sin embargo, no solo nos comunicamos con palabras, también lo hacemos a través de nuestro cuerpo y nuestro comportamiento, lo que a veces nos lleva a enviar mensajes contradictorios a la persona que tenemos delante.
Todas estas situaciones son normales. Estar al lado de una persona enferma y, en general, enfrentarse a la enfermedad, puede despertar una serie de emociones y sentimientos que nos hacen pensar no estar a la altura. A mayor preocupación por no estar haciendo lo suficiente, mayor dificultad para hacer algo.
¿Por qué no me siento a la altura?
Realizando una lectura interpretativa del filósofo Nietzsche sobre sus reflexiones en relación a la autoconfianza, la voluntad de poder y el “estilo de sí”, se puede hacer una distinción entre dos tipos de personas:
- Los insensatos, quienes nacen con seguridad en sí mismos, como si ya hubieran recibido desde el inicio una alta autoestima.
- Los escépticos, quienes son conscientes de que la seguridad, la confianza y la autoestima requieren un largo proceso de construcción y discusión y representan una conquista personal más que un don ya presente al nacer.
De modo que trabajar la autoestima y la confianza en uno mismo es importante y para ello, tenemos que enfrentarnos a las pruebas que nos pone la vida e intentar superarlas. Cuando nos alejamos de las experiencias por miedo a no tener éxito, cada vez resulta más frecuente la sensación de no estar a la altura. Ya que una baja autoestima puede hacer, por ejemplo, que tengamos miedo a defraudar las expectativas de los demás o a que nos juzguen.
Ante estos miedos, la persona puede poner en marcha una serie de mecanismos útiles para sentirse protegida, que construyen un círculo vicioso que alimenta el sentimiento de no estar a la altura, en lugar de sofocarlo.
Mecanismos psicológicos que pueden contribuir al miedo a no sentirse a la altura
El miedo a no estar a la altura no aparece sin motivo, sino que suele estar sostenido por mecanismos psicológicos automáticos que, aunque buscan protegernos, en ocasiones pueden limitarnos.
Uno de los conceptos más importantes en este contexto es el de las "psicotrampas" perceptivo-reactivas, descritas por el psicoterapeuta Giorgio Nardone. Estas psicotrampas son patrones de pensamiento y comportamiento que, en lugar de ayudar a resolver una dificultad, tienden a mantenerla o incluso a intensificarla.
Por ejemplo, la evitación es una de las estrategias más habituales: cuando sentimos que no estaremos a la altura, podemos tender a evitar situaciones que nos generan ansiedad. A corto plazo, esto puede proporcionar alivio, pero con el tiempo refuerza la idea de que no somos capaces, alimentando así el círculo del miedo.
Otro mecanismo frecuente es el exceso de control. Intentar controlar cada detalle para evitar errores puede aumentar la presión interna y la preocupación por fracasar, lo que genera más inseguridad y autocrítica.
Comprender estos mecanismos representa un primer paso para empezar a desmontarlos y abrirse a nuevas formas de afrontar los desafíos.

Estrategias para afrontar el miedo a no estar a la altura
Superar el miedo a no estar a la altura puede requerir un enfoque activo y consciente. Además de la reflexión, existen ejercicios y estrategias que pueden ayudarte a transformar la relación con este miedo de manera gradual y respetuosa contigo mismo.
- Identifica tus "autoengaños": el miedo suele alimentarse de pensamientos automáticos como "no soy capaz" o "voy a fracasar". Dedica unos minutos al día a escribir estos pensamientos y cuestiona su veracidad. Puedes preguntarte: "¿Tengo pruebas objetivas de que esto ocurre siempre?" o "¿Qué evidencia tengo de que no puedo hacerlo?".
- Desafía los patrones de evitación: si sueles evitar situaciones por miedo a no estar a la altura, puedes proponerte pequeños retos graduales. Por ejemplo, si te resulta difícil hablar en público, podrías empezar compartiendo tus ideas en un grupo reducido e ir aumentando la dificultad poco a poco. Cada mínimo logro puede reforzar tu confianza.
- Acepta la posibilidad de equivocarte: el perfeccionismo y el miedo al error a menudo se relacionan. Recuerda que equivocarse forma parte del aprendizaje y no determina tu valor como persona. Practica la autocompasión y permítete fallar sin juzgarte con dureza.
- Reconoce y celebra tus avances: llevar un registro de tus logros, aunque sean pequeños, puede ayudarte a tomar conciencia de tus capacidades y a equilibrar la tendencia a centrarte solo en lo que no sale como esperabas.
Estas estrategias, inspiradas en enfoques de la psicoterapia breve estratégica y la terapia cognitivo-conductual, pueden servir como punto de partida para cambiar la manera en que te relacionas con el miedo a no estar a la altura. Asimismo, la terapia psicológica automatizada mediante un coach virtual en realidad virtual (VR) ha demostrado producir beneficios clínicos importantes y presenta un gran potencial para ampliar el acceso a tratamientos para trastornos de salud mental (Freeman et al., 2018).
Recuerda que el cambio es un proceso y que cada paso que das tiene valor.
Da el primer paso para perder el miedo a no estar a la altura
Recuerda que sentir miedo a no estar a la altura es una experiencia más común de lo que parece y no determina tu valor ni tus capacidades. Si este sentimiento te está afectando o te dificulta disfrutar plenamente de tu vida, pedir ayuda puede ser una muestra de valentía y autocuidado.
En Unobravo, estamos aquí para acompañarte y apoyarte en el camino hacia una mayor confianza y bienestar emocional. Puedes dar el primer paso rellenando nuestro cuestionario para encontrar tu psicólogo online y comenzar a redescubrir tu potencial y nuevas oportunidades.



.avif)

