Vivimos en una época y una sociedad sexualizada. Se pone tal énfasis en la sexualidad que, a veces, se convierte en una ostentación ante el resto. La liberalización y el abandono de ciertos tabúes está muy bien, pero esto también puede contribuir en algunos casos a incrementar la presión social e interna ante las relaciones íntimas por ese deseo de agradar, de impresionar y de no “ser menos” de lo que se supone que hay que ser.
Esta presión y el miedo a no estar a la altura pueden hacer que muchas personas se sientan ante el acto sexual como si estuvieran pasando un examen o una prueba, lo cual puede desembocar en lo que se conoce como ansiedad sexual o ansiedad por rendimiento sexual.
¿Qué es la ansiedad por rendimiento sexual?
La ansiedad por rendimiento sexual es una forma de ansiedad que surge ante la preocupación excesiva por el desempeño durante las relaciones íntimas. Una revisión científica concluyó que la ansiedad representa la vía final común a través de la cual los factores sociales, psicológicos, biológicos y morales convergen para deteriorar la respuesta sexual (Pyke, 2019).
No se trata de un peligro real, sino del miedo a no cumplir con las expectativas propias o de la pareja, a “fracasar” o a no ser capaz de dar o recibir placer. Esta presión convierte un acto que debería ser placentero en una fuente de estrés y puede afectar a personas de todos los géneros.
La ansiedad y el miedo juegan papeles fundamentales en nuestra supervivencia:
- dirigen nuestras acciones,
- nos pone en marcha ante el peligro,
- preparan el cuerpo para la defensa.
Pero, ¿cuál es la relación entre el miedo, la ansiedad y la sexualidad?
¿Se siente miedo o ansiedad por desempeño sexual?
Desde la perspectiva clínica, el miedo es una respuesta ante amenazas reales, mientras que la ansiedad es anticipatoria y puede activarse incluso sin un peligro inmediato, afectando la sexualidad cuando genera preocupación excesiva por el rendimiento.
- El miedo se activa ante un peligro real (por ejemplo, enfrentarse a un oso que podría atacarnos en mitad de la montaña); tan pronto la amenaza desaparece (el oso no nos ve y se aleja) el miedo se desvanece.
- La ansiedad puede activarse en ausencia de un peligro real inminente (por ejemplo, un examen universitario).
En cierta medida, la ansiedad es tan funcional para la supervivencia como el miedo, porque nos permitirá elegir un lugar menos peligroso para caminar donde no haya, por ejemplo, osos, y es útil para la consecución de los objetivos propios. En el caso del examen de la universidad nos dará el impulso para estudiar y llegar con la preparación necesaria. Pero también puede afectar a nuestro bienestar cuando se vuelve disfuncional.
Ansiedad de rendimiento en la sexualidad
Las personas que experimentan ansiedad de rendimiento en la sexualidad, a menudo temen no cumplir expectativas y anticipan un desempeño insatisfactorio, lo que altera la respuesta sexual y genera ansiedad anticipatoria. Volviendo al ejemplo del examen, si la persona cree que no podrá aprobar, no estará motivada para prepararse y esa convicción aumenta las probabilidades de fracaso, creando un círculo vicioso de inseguridad, similar al que ocurre con la ansiedad sexual.
Las personas que experimentan ansiedad por desempeño sexual pueden vivir con miedo a no cumplir con las expectativas de su pareja o no ser capaces de brindar placer, conceden un valor significativo a su rendimiento y consideran que el coito completo (coitocentrismo) es de vital importancia. Esto se aleja de la idea de placer e impide que la experiencia sexual se desarrolle con serenidad y naturalidad, esta preocupación excesiva puede dar lugar a una ansiedad anticipatoria).

Síntomas de la ansiedad sexual
La ansiedad sexual puede manifestarse a través de síntomas físicos, emocionales y conductuales antes o durante el sexo, y reconocerlos es el primer paso para poder gestionarla.
Algunos de los síntomas que pueden darse en la ansiedad por rendimiento sexual son:
- Síntomas físicos como taquicardia, sudoración, temblores, tensión muscular, sequedad de boca o dificultad para respirar.
- Síntomas emocionales como el miedo intenso al fracaso, preocupación constante por el rendimiento, pensamientos negativos o catastróficos sobre el encuentro sexual, y sentimientos de vergüenza o inadecuación.
- Síntomas sexuales como la pérdida de libido o la aparición de trastornos sexuales. Por ejemplo: la dificultad para conseguir o mantener una erección en hombres (disfunción eréctil) y los problemas de lubricación o dificultad para alcanzar el orgasmo en mujeres (anorgasmia femenina).
Causas de la ansiedad por desempeño sexual
Algunas de las causas que pueden estropear un encuentro íntimo pueden ser:
- Las experiencias negativas previas en el ámbito sexual que generan el temor de que se vuelvan a repetir.
- Concebir el encuentro sexual como una prueba a superar.
- Expectativas exageradas como que el acto sexual deba durar cierto tiempo o que la pareja deba mostrar un disfrute visible y duradero.
- Emociones y pensamientos perturbadores como pensamientos de inadecuación, incapacidad y vergüenza (body shaming), así como temer la exposición y el juicio del otro miembro de la pareja.
Cambiar la perspectiva respecto al rendimiento en la sexualidad
El objetivo primordial de las partes implicadas en un encuentro sexual debería ser sentirse bien juntos. No hay pruebas que superar, solo personas que han decidido compartir placer. De hecho, el placer sexual se consigue de muchas maneras no únicamente con el coito. Recuperar la dimensión del juego y la complicidad con la pareja es algo muy importante para vivir una sexualidad serena.
Los elementos básicos para que esto ocurra son:
- La relación siempre ha de ser consentida (una relación sexual sin consentimiento sexual se considera agresión).
- La pareja tiene que tener confianza y sentirse cómoda con la otra persona.
- La comunicación con la pareja es clave antes, durante y después del encuentro sexual.

Tratamiento de la ansiedad por desempeño sexual
A veces, ciertas experiencias del pasado no nos permiten interactuar de otra manera, sino que nos afectan negativamente y hacen que estas nuevas resulten más difíciles y se vivan con pesadez. La ansiedad de rendimiento en la sexualidad puede provenir de la forma en la que hemos aprendido a relacionarnos con determinadas situaciones. Afortunadamente, es posible revertir este tipo de ansiedad con tratamiento psicológico y una de las intervenciones más conocidas es la terapia sexual desarrollada por Masters y Johnson.
En el tratamiento para calmar la ansiedad por el desempeño sexual, es aconsejable consultar a un psicólogo o psicóloga especializado en sexología. Un profesional puede evaluar nuestro estado psicológico (mediante el uso de distintas herramientas clínicas como un test para la ansiedad) y proponernos un plan de tratamiento personalizado y específico para nuestra dificultad o problemática.
En Unobravo contamos con psicólogas y psicólogos online especializados en sexualidad y trastornos sexuales, con los que poder trabajar sobre el área sexual, pero siempre teniendo en cuenta la complejidad de la persona en todos los ámbitos de la vida para poder intervenir sobre aquellos elementos que causan el problema.




.jpg)