Falta de libido o pérdida del deseo sexual: ¿qué nos está pasando?

Falta de libido o pérdida del deseo sexual: ¿qué nos está pasando?
Martina Truppo
Redacción
Psicoterapeuta con orientación Sistémica-Relacional
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
12.9.2025
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En la mayoría de los casos, el comienzo de una relación parece un cruce entre una película X y una de Disney: besos apasionados, mariposas en el estómago, arrumacos interminables, sexo en todos los sitios y de todas formas, frases dulces susurradas al oído…

Pero luego, ¡zas! Vuelta a la realidad. Pasan los meses, el primer año, quienes tienen suerte llegan al segundo año, y la actividad puede empezar a disminuir. ¿Qué ha pasado? En este post hablamos de la pérdida de libido y de la falta de apetito sexual en la pareja.

¿Qué es la falta de libido?

La falta de libido o falta de apetito sexual, también conocida como deseo sexual bajo o pérdida de deseo sexual, es una condición en la que una persona experimenta una reducción notable en el deseo de mantener relaciones sexuales. Esta situación puede ser temporal o persistente y puede afectar tanto a hombres como a mujeres.

La pérdida de libido o la falta de deseo sexual no solo impacta la vida sexual, sino que también puede afectar negativamente la relación de pareja y el bienestar psicológico de las personas que la experimentan.

Cuando uno de los miembros de la pareja nota una falta de apetito sexual, se pueden generar sentimientos de frustración, culpa o ansiedad, tanto en quien padece la pérdida de libido como en su pareja. Esta situación puede provocar una desconexión física y emocional, llevando a problemas de comunicación y entendimiento en la relación.

Además, la ausencia de apetito sexual puede influir negativamente en la autoestima y la autopercepción, haciendo que las personas se sientan menos atractivas o deseables. Es habitual que la disminución del deseo sexual se convierta en un tema delicado dentro de la relación, generando tensiones y desconfianza. En algunos casos, esto puede llevar a la evitación de encuentros íntimos y, en última instancia, al aislamiento emocional y la desvinculación de la pareja.

Algunas parejas experimentan una falta de apetito sexual
Foto de Timur Weber (Pexels)

¿Cuáles son los síntomas asociados a la falta de libido?

Reconocer los síntomas o signos asociados a la disminución del deseo sexual es el primer paso para abordarla. A nivel clínico, según el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), la falta de libido se puede diagnosticar como Trastorno del deseo sexual hipoactivo en hombres o Trastorno de la excitación del interés/excitación sexual en mujeres, teniendo en cuenta diversos criterios diagnósticos como:

  • la falta de interés en la actividad sexual;
  • la disminución o ausencia total de pensamientos y fantasías sexuales;
  • menor iniciativa sexual e indiferencia o rechazo ante las propuestas de la pareja;
  • la disminución o ausencia de la excitación o placer sexual durante el encuentro sexual en casi todas las ocasiones con la pareja, ya sea en situaciones y contextos concretos o generalizada;
  • la disminución o ausencia de la excitación o placer sexual en respuesta a cualquier invitación sexual o erótica, interna o externa;
  • la disminución o ausencia de sensaciones genitales o no genitales durante la actividad sexual en casi todas o todas las ocasiones de las relaciones sexuales en pareja, ya sea en situaciones y contextos concretos o generalizada.

Principales causas de la falta de libido

¿A qué se debe la pérdida de apetito sexual? En primer lugar, hay que distinguir entre:

  • falta de deseo sexual fisiológica,
  • falta de deseo sexual por un motivo psicológico.

La primera es la más frecuente y puede deberse a desequilibrios hormonales o a enfermedades de uno de los miembros de la pareja. El efecto puede ser primario, es decir, debido a la propia enfermedad, o secundario, a consecuencia de la dolencia (por ejemplo, quienes han tenido problemas de corazón, padecen diabetes o depresión). 

Asimismo, cabe destacar que la disminución del deseo sexual es multifactorial. Un estudio del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología enumeró los factores asociados al deseo sexual hipoactivo por orden de frecuencia, encontrando en primer lugar los problemas de pareja (especialmente de comunicación), seguidos de otras disfunciones sexuales, trastornos afectivos como la ansiedad y la depresión, y causas hormonales o médicas (Cabello-Santamaría & Palacios, 2012). A menudo, es una combinación de varias de ellas.

En cuanto a las causas psicológicas de la disminución de la libido, en mujeres, podría deberse a la anorgasmia femenina y, en ambos sexos, a la ansiedad por rendimiento sexual. Factores como el estrés, la baja autoestima, conflictos no resueltos en la relación y experiencias sexuales negativas anteriores también pueden contribuir a una disminución del deseo sexual. A continuación, desglosamos otros factores que también pueden contribuir a la pérdida de libido.

Hipotiroidismo y falta de libido

El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. Estas hormonas son cruciales para regular el metabolismo, y su deficiencia puede causar diversos síntomas, incluida la pérdida de libido. La fatiga, el aumento de peso y la depresión asociados con el hipotiroidismo pueden ser algunas de las causas de disminución de la libido.

Diabetes y falta de deseo sexual

La diabetes, especialmente cuando no está bien controlada, puede ser también una de las causas de la disminución o pérdida de apetito sexual. Los niveles altos de glucosa en sangre pueden dañar los vasos sanguíneos y los nervios, incluyendo aquellos que suministran los órganos sexuales. Además, la diabetes puede causar fatiga y problemas emocionales, lo que también puede contribuir a la pérdida de deseo sexual.

Ansiedad y falta de libido

La ansiedad puede ser una causa significativa de la disminución del deseo sexual. Las personas que sufren de ansiedad pueden estar demasiado preocupadas o tensas para relajarse y disfrutar del sexo. La ansiedad también puede llevar a problemas de autoestima y confianza, afectando aún más la libido.

Depresión y falta de libido

La depresión es una de las causas principales de la falta de apetito sexual. Las personas deprimidas a menudo experimentan una pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, lo cual también puede incluir las ganas de mantener relaciones sexuales.

La falta de energía, el sentimiento de inutilidad y otros síntomas depresivos pueden provocar un descenso de la libido o una falta de deseo sexual situacional, es decir, limitada a ciertos contextos, personas o momentos. En los casos más graves, puede haber una ausencia del deseo sexual generalizada.

Antidepresivos y falta de libido

La pérdida de libido por antidepresivos es algo más habitual de lo que pensamos. Muchos de estos psicofármacos, particularmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), pueden tener efectos secundarios que incluyen la disminución del deseo sexual.

Estos medicamentos alteran los niveles de neurotransmisores en el cerebro, lo que puede interferir con las señales de deseo y excitación sexual, por lo que su consumo puede ser también uno de los motivos para la disminución o falta de libido.

Falta de libido por estrés

El estrés, tanto a corto como a largo plazo, puede tener un impacto negativo en la libido. Las preocupaciones laborales, económicas o familiares pueden generar tensión emocional, lo que a su vez puede hacer que disminuya el deseo sexual. El cuerpo responde al estrés liberando hormonas que pueden suprimir la función sexual.

Falta de libido en la menopausia

La falta de libido durante la menopausia es una experiencia común para muchas mujeres. Durante la menopausia, los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona disminuyen significativamente, lo que puede llevar a una reducción del deseo sexual. Esta disminución hormonal puede causar síntomas físicos como sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales, lo que a su vez puede llevar a perder el apetito sexual.

Además de los cambios hormonales, la menopausia puede traer consigo una serie de síntomas psicológicos de la menopausia, como ansiedad, depresión o cambios en la autoimagen corporal, que también pueden contribuir a una reducción de la libido. Estos síntomas psicológicos de la menopausia tienen un peso importante, pues influyen directamente en el deseo, la motivación y la forma en que la mujer se relaciona consigo misma y con su pareja.

Anticonceptivos y pérdida de libido

El uso de anticonceptivos hormonales, como las píldoras anticonceptivas, los parches, los anillos y los dispositivos intrauterinos (DIU) hormonales, puede influir en la libido de algunas mujeres. Estos métodos funcionan al alterar los niveles hormonales en el cuerpo para prevenir el embarazo y estos cambios pueden tener efectos secundarios que incluyen la disminución del deseo sexual.

La pérdida de libido relacionada con los anticonceptivos hormonales puede deberse a la supresión de la producción de testosterona, una hormona clave en el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres. Además, algunos anticonceptivos pueden causar efectos secundarios como cambios de humor repentinos, aumento de peso y fatiga, que también pueden dar lugar a una pérdida de deseo sexual.

Falta de libido a los 30, a los 40 y a los 50 años (o más)

La falta de libido puede ocurrir en cualquier etapa de la vida, pero las causas y manifestaciones pueden variar significativamente según la edad. A los 30, el estrés relacionado con el trabajo, la crianza de los hijos y las responsabilidades financieras suelen ser las principales causas de la falta de deseo sexual.

Cumplidos los 40, tanto hombres como mujeres pueden enfrentar cambios hormonales importantes: las mujeres pueden experimentar los efectos de la perimenopausia, mientras que los hombres pueden notar una disminución en los niveles de testosterona. 

A los 50 o más, las mujeres atraviesan la menopausia que, como mencionamos anteriormente, trae consigo una disminución notable de estrógenos y progesterona, lo que incide en la falta de apetito sexual. Los hombres en esta etapa pueden lidiar con una mayor disminución de la testosterona y problemas de salud relacionados con la edad, como enfermedades cardiovasculares y diabetes, que también pueden situarse entre las causas de la falta de apetito sexual.

disminucion deseo sexual en la pareja
Foto de Pexels

¿Por qué se produce la disminución o falta de apetito sexual? Diferencias entre hombres y mujeres

Si estás leyendo esto es posible que alguna vez te haya pasado y hayas pensado: “¿por qué no tengo apetito sexual?” o “He perdido el apetito sexual, ¿qué puedo hacer?”.

En el aspecto psicológico, hombres y mujeres experimentan la sexualidad de manera diferente aunque existan puntos en común. Por ejemplo, trabajar mucho puede conducir a altos niveles de estrés con los consiguientes cambios hormonales que llevan a una disminución de libido, especialmente si el trabajo no es gratificante o físicamente resulta agotador. Pero, ¡ojo! La falta de trabajo también puede producir el mismo resultado, dado que el hombre basa la mayor parte de su autoestima en la productividad.‍

Veamos ahora cuáles son las principales diferencias en hombres y mujeres en lo que a la pérdida de libido y la falta de deseo sexual se refiere.

Falta de libido en hombres

Según algunos estudios realizados en el campo de la psicología sexual, la disminución del deseo sexual en hombres puede surgir cuando existe una falta de armonía en el hogar, hay conflictos frecuentes o se sienten constantemente criticados por su pareja, incluso inconscientemente. 

Además, la falta de libido en hombres también puede estar relacionada con factores como el estrés laboral, la falta de comunicación en la relación y la baja autoestima. Estos elementos pueden generar un entorno emocionalmente negativo que contribuye a la disminución del deseo sexual en el hombre.

Además, estos mismos factores pueden provocar una falta de libido y disfunción eréctil, donde el hombre experimenta problemas de erección y falta de deseo. La disfunción eréctil, una condición que dificulta al hombre lograr o mantener una erección adecuada para la actividad sexual, no solo afecta la vida sexual, sino que también puede tener un impacto negativo en su autoestima y en la relación de pareja. Las dificultades de erección pueden generar inseguridad o preocupación, lo cual puede afectar al deseo sexual. 

Por otra parte, aunque no se hable tanto de ello, la falta de deseo sexual en la adolescencia también puede ocurrir. La falta o pérdida de la libido en personas más jóvenes puede deberse a factores como los cambios hormonales, el estrés académico o los problemas emocionales, entre otros. Con todo, es habitual que los adolescentes experimenten cambios en su libido debido a la maduración física y psicológica que experimentan de forma natural en esta etapa vital.

Falta de libido en mujeres

Respecto a la falta o la pérdida de apetito sexual en la mujer, hay que decir que la situación laboral puede afectar menos a la libido respecto a las preocupaciones por tener demasiadas cosas de las que ocuparse (trabajo, casa, hijos), quizás sin el apoyo de la pareja o de otras figuras.

En algunas mujeres, la pérdida de libido puede deberse al miedo al embarazo y la tocofobia, mientras que durante el embarazo el mantenimiento de la libido es subjetivo. No obstante, la pérdida de libido en el embarazo es algo completamente normal en términos fisiológicos.

El hecho es que, durante el embarazo, hay mujeres que sienten mayor deseo sexual y atracción por su pareja y otras un rechazo total. En cualquier caso, la situación vuelve a cambiar en el periodo posterior al embarazo y las relaciones sexuales después del parto se retoman cuando la nueva madre se adapta a poco a poco a la nueva situación familiar.

Asimismo, la pérdida de apetito sexual después del parto es bastante común debido a la bajada de los niveles de estrógenos, ya que esto disminuye la lubricación vaginal y puede dificultar las relaciones sexuales por las molestias o el miedo a la penetración.

perdida del deseo sexual en la pareja
Foto de Pexels

¿Por qué he perdido el deseo sexual por mi pareja?

La pérdida de deseo hacia la pareja es un tema recurrente en muchas consultas de psicología y sexología. En general, la intimidad se ve afectada por el avance de la relación: la cercanía física y la falta de estimulación pueden llevar a la pérdida del apetito sexual con tu pareja. Esta situación puede desencadenar una disminución de deseo sexual en la pareja y, si no se aborda a tiempo, puede evolucionar hacia una falta de deseo sexual generalizada.

Reflexionar juntos sobre las razones de la pérdida de deseo sexual en la pareja es crucial. Preguntarse "¿por qué he perdido el deseo sexual con mi pareja?" y explorar las respuestas puede ser el primer paso para encontrar una solución. Es esencial identificar si la causa está relacionada con factores externos, como el estrés laboral, o internos, como la falta de comunicación y comprensión mutua. La terapia de pareja puede ser un espacio seguro en el que afrontar estas cuestiones con el apoyo de un profesional cualificado.

Para superar la falta de deseo en la pareja o en el matrimonio es importante buscar puntos en común y fortalecer el vínculo emocional. La comunicación abierta y sincera es clave para evitar la pérdida de deseo hacia la pareja. Encerrarse en un silencio hermético o culpar a la otra parte solo aumenta la tensión y separa emocional y físicamente. 

La disminución del deseo sexual, si se junta con una falta de comunicación, puede desembocar en una crisis de pareja. Cuando hay una falta de apetito sexual en la pareja es importante entender que ambos miembros tienen que trabajar juntos para reavivar la chispa. No se trata solo de intentar recuperar el deseo sexual por tu pareja, sino también de redescubrir la intimidad y el afecto mutuo. 

¿Qué hacer para recuperar el deseo en la pareja?

Recuperar el deseo en la pareja es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y una comunicación abierta entre ambos miembros. Para saber cómo solucionar la falta de deseo sexual hay que tener en cuenta los deseos y las necesidades del otro, abordar los problemas con paciencia y comprensión mutua y, sobre todo, saber pedir ayuda cuando es necesario.

Estos son algunos pasos y estrategias que pueden ayudarte a reavivar la pasión y la conexión íntima con tu pareja:

  • Comunicarse de forma abierta y sincera. Expresar de manera clara y respetuosa tus sentimientos y necesidades sexuales ayuda a comprenderse mejor y a buscar soluciones conjuntas para resolver la falta de libido. Esto incluye discutir con tu pareja cualquier preocupación, fantasías o deseos que puedas tener. La comunicación efectiva y la escucha activa pueden ayudar a ambos a entender mejor las expectativas y trabajar juntos para satisfacerlas.
  • Revivir la intimidad emocional. A menudo, la intimidad emocional y el vínculo con el otro pueden disminuir con el tiempo, afectando negativamente la vida sexual. Pasar tiempo de calidad juntos, expresar afecto y apoyo, y compartir experiencias nuevas pueden fortalecer ese vínculo emocional, lo que a su vez puede aumentar el deseo sexual.
  • Experimentar y ser creativo. Introducir novedades en la relación sexual puede ser una buena manera de recuperar el apetito sexual perdido. Esto puede incluir probar nuevas posiciones, lugares diferentes, juguetes sexuales o incluso planificar una escapada romántica o atrevida. La creatividad y la disposición a experimentar pueden hacer que la vida sexual sea un poco más emocionante y satisfactoria.
  • Cuidar de la salud física y mental. El bienestar físico y mental juega un papel clave en el deseo sexual. Hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable, dormir lo suficiente y gestionar el estrés son factores a tener en cuenta. Además, si hay problemas de salud mental, como ansiedad o depresión, buscar ayuda profesional puede ser crucial para mejorar tanto la salud mental como la sexual.
  • Redefinir las expectativas. Entender que el deseo sexual puede fluctuar naturalmente a lo largo de la relación ayuda a reducir la presión y a mantener una conexión auténtica con el tiempo es importante. Redefinir las expectativas y aceptar que no siempre habrá el mismo nivel de deseo que al inicio de la relación puede aliviar la presión y permitir una conexión más auténtica y relajada.
  • Buscar ayuda profesional. Si la pérdida de deseo persiste y afecta significativamente la relación, considerar la posibilidad de acudir a un profesional como un psicólogo o psicóloga online puede ser beneficioso. Un psicólogo/a puede proporcionar orientación y estrategias específicas para abordar los problemas subyacentes y mejorar la intimidad en la relación.

Un profesional de la salud mental no juzgará si es normal perder el deseo sexual o no, simplemente os puede ayudar a recuperar una sexualidad saludable y a adquirir herramientas para saber cómo combatir la falta de apetito sexual en la pareja.

Si crees que necesitas ayuda, no dudes en consultar a un psicólogo o psicóloga con experiencia en relaciones de pareja y sexología. En Unobravo te ayudamos a encontrar el profesional que mejor se adapte a tus necesidades entre una amplia red de psicólogos y psicólogas online.

Bibliografía
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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