La definición de asexual describe a una persona con una orientación sexual propia de quien no experimenta atracción sexual por otros individuos y no está interesado en el sexo.
En este artículo trataremos de conocer mejor qué significa ser asexual, desterrar la idea de que la asexualidad es una enfermedad y profundizar en los distintos matices de las personas que se identifican con ella.
¿Qué es la asexualidad?
Con el término asexualidad no estamos describiendo el comportamiento de una persona, sino lo que siente. La falta de conocimiento y la poca información sobre la asexualidad ha hecho que numerosas personas se hayan sentido y se sientan incomprendidas. Muchas han llegado a ser diagnosticadas con un trastorno mental, cuando realmente la asexualidad es una orientación sexual.
Una revisión narrativa sobre el tema concluye que la asexualidad puede definirse como un meta-constructo que integra dimensiones como la identidad, la atracción sexual, los deseos, fantasías y conductas asociadas, aunque la experiencia varía entre individuos (Iraklis, 2024). En términos más sencillos, se trata de una orientación sexual caracterizada por la ausencia o baja frecuencia de atracción sexual hacia otras personas. No es una elección voluntaria —como el celibato— ni un trastorno; más bien, representa una forma legítima y natural de vivir la sexualidad (Brotto & Milani, 2022).
Una persona asexual puede sentir otros tipos de atracción, como la romántica, la intelectual o la emocional, y puede desear tener relaciones afectivas profundas.
Historia de la asexualidad
La asexualidad se conoce desde 1948, cuando el biólogo y sexólogo Alfred Kinsey publicó Sexual Behaviour in the Human Male, un informe sobre los hábitos sexuales humanos con el que creó una escala en la que introduce la categoría X, de la que forman parte las personas que no experimentan deseo sexual.
En 1980, Michael D. Storms modificó la escala de Kinsey poniendo toda la atención en los temas de las fantasías sexuales y el erotismo, para poder establecer una distinción entre bisexualidad y asexualidad. Unos años más tarde, Paola Nurius publicó el estudio Mental Health Implications of Sexual Orientation (Nurius, 1983), que investigaba la relación entre las diferentes orientaciones sexuales y problemas psicológicos como la depresión y la baja autoestima.
En el año 2000 nació Haven for the Human Amoeba (HHA), un grupo de Yahoo que pretende dar un sentido más completo a la asexualidad. En dicho periodo florecen otros foros, páginas web y sitios dedicados a las personas asexuales y a la asexualidad, como The Asexual Visibility and Education Network (AVEN) , que informa de los testimonios de personas asexuales y tiene una página bastante completa sobre dudas relacionadas con la sexualidad. En ella se trata de responder a preguntas como:
- ¿Qué significa ser una persona asexual?
- ¿Cómo saber si eres asexual?
- ¿Por qué es necesaria una comunidad asexual?
- ¿Los asexuales se masturban?
- ¿La ansiedad de rendimiento en la sexualidad puede hacer que una persona se convierta en asexual?
Avanzamos un poco más y nos situamos en 2015, cuando Anthony Bogaert, en su investigación Toward a Conceptual Understanding of Asexuality (Bogaert, 2006), hace énfasis en la definición de asexual en relación con la orientación sexual y señala que, aunque no experimente deseo sexual, una persona asexual también pueden identificarse como:
- Asexual homorromántico (persona que se siente románticamente atraída hacia personas del mismo género).
- Asexual heterorromántico (persona que se siente atraída románticamente hacia personas del género opuesto).
- Asexual birromántico (persona que se siente atraída románticamente hacia dos géneros).
- Asexual panrromántico (experimenta atracción independientemente del sexo y de la identidad de género).
- Asexual arromántico (no experimenta ni busca una forma de amor romántico hacia su pareja o, en general, hacia los demás).
Cabe precisar que el término arromántico no indica una orientación sexual, sino una orientación relativa al ámbito de las relaciones. Ahí radica la diferencia entre asexual y arromántico, aunque la persona asexual también puede no experimentar atracción romántica.
El trabajo de Bogaert es muy importante porque permite distinguir la asexualidad de la falta de libido (los aspectos biológicos de la asexualidad no afectan a las funciones fisiológicas sexuales) y también dejar de interpretar el hecho de ser asexual como una patología.

Fotografía de Pixabay
Mitos y realidades sobre la asexualidad
La falta de visibilidad ha generado muchos mitos en torno a la asexualidad. Aclaremos algunos de los más comunes:
¿La asexualidad es una enfermedad o un trastorno?
Aunque durante mucho tiempo se debatió si la asexualidad era un trastorno o no, desde 2013, en el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), la asexualidad se diferencia de los trastornos que afectan a la esfera sexual, como el trastorno del deseo sexual hipoactivo (TDSH).
El manual indica que:
Si la falta de deseo sexual de toda la vida se explica mejor por la autoidentificación como asexual, entonces no se hace un diagnóstico de interés/trastorno de excitación sexual femenino. [...] Si el bajo deseo de un hombre se explica por la autoidentificación como asexual, entonces no se hace un diagnóstico de trastorno de deseo sexual hipoactivo masculino.
La asexualidad es una orientación sexual; en concreto, la de quienes no experimentan atracción sexual. Por lo tanto, podemos afirmar que no es una patología.
¿La asexualidad es lo mismo que el celibato o la abstinencia?
No, el celibato y la abstinencia son decisiones conscientes de no tener actividad sexual, a pesar de poder sentir atracción. La asexualidad se refiere a la falta de atracción sexual en sí misma.
¿La asexualidad es consecuencia de un trauma o miedo al sexo?
No existe una relación de causa y efecto. Aunque una persona con un trauma puede desarrollar aversión al sexo, la asexualidad es una orientación inherente y no está causada por experiencias negativas.
¿Cuál es la diferencia entre asexual y asexuado?
Hay que señalar que hay una diferencia entre asexual y asexuado, ya que a veces se usan como sinónimos y no es correcto. Asexuado significa "que carece de sexo" o de caracteres sexuales bien definidos, mientras que el término asexual hace referencia a las personas con una orientación sexual en la que no se experimenta atracción sexual por otros individuos y se muestra poco o nulo interés en el sexo.
Algunas características de la asexualidad
La asexualidad, como hemos mencionado antes, no es sinónimo de baja libido ni tampoco es la represión de los deseos sexuales de una persona. La falta de atracción sexual no implica la falta de experiencias de excitación sexual, ya que la lubricación vaginal y la capacidad de erección están presentes.
Algunas de las características de las personas asexuales son:
- no experimentan atracción sexual,
- tienen necesidades emocionales,
- pueden sentir atracción por otras personas,
- pueden excitarse,
- pueden tener comportamientos sexuales (algunas personas asexuales mantienen relaciones sexuales).
¿Pueden las personas asexuales experimentar el deseo sexual?
Aunque hay una falta de atracción sexual, las personas asexuales pueden experimentar:
- Deseo sexual primario, es decir, el deseo de mantener una actividad sexual para experimentar placer.
- Deseo sexual secundario, es decir, el deseo de mantener relaciones sexuales por curiosidad, para crear un vínculo emocional o para tener hijos.
¿Las personas asexuales se enamoran o tienen pareja?
Tanto los hombres como las mujeres asexuales se pueden enamorar y tener pareja. Las personas asexuales tienen relaciones, se enamoran, sienten emociones, se besan y pueden vivir en parejas sexuales-asexuales.
Puede parecer que buscar personas con esta misma orientación resulte complicado, pero existen apps para asexuales en las que es posible encontrar el tipo de relación que desean.
¿Las personas asexuales se excitan?
Muchas personas asexuales, aunque no tengan un impulso sexual hacia otra persona, pueden tener actividad sexual: no solo sexo, sino también otras actividades, como autoerotismo o algunos juegos preliminares. Algunos estudios muestran que las personas asexuales presentan un cierto nivel de deseo y de comportamientos sexuales (Yule et al., 2017).
¿Una persona se puede volver asexual?
Es probable que al tratarse de una orientación poco conocida, algunas personas asexuales mantengan relaciones (incluso durante años) con otras personas pese a no sentir deseo o placer, simplemente por "cumplir" con las expectativas de la pareja.

Las subidentidades de la orientación asexual
Todas las personas somos diferentes, por eso muchas personas asexuales no se identifican con lo que se engloba dentro del paraguas del término asexual y prefieren hablar del espectro de la asexualidad.
De modo que hay personas que se definen de las siguientes maneras:
- Gris-asexuales: solo experimentan atracción sexual en determinados momentos y pueden tener una pareja asexual.
- Alosexuales (allosexual en inglés): tienen relaciones sexuales y también pueden tener relaciones con personas asexuales.
- Demisexuales: experimentan atracción sexual solo con personas con las que tienen una fuerte conexión emocional y atracción mental. Sin vínculo emocional no hay atracción sexual.
- Arrománticos: no tienen interés en los vínculos románticos.
- Autosexuales: solo sienten atracción por ellos mismos y prefieren practicar únicamente la masturbación.
Las personas asexuales, las menos representadas en la diversidad sexual
Con una búsqueda rápida en internet se pueden encontrar diferentes test sobre la asexualidad, como el test IDR-6MAT y diversos quiz. Pero reducir la orientación sexual de una persona a las puntuaciones de un test por internet es simplificar mucho este tema.
Lo verdaderamente importante es ser conscientes de que la orientación asexual existe y no debería ser motivo de mofa ni de discriminación. El 6 de abril se celebra el Día Internacional de la Asexualidad, una jornada para sensibilizar y visibilizar el espectro asexual en su totalidad, en la que se incluyen las identidades demisexual, grisexual, asexual y otras identidades ace. El objetivo también es reivindicar los derechos humanos como personas de orientaciones diversas y denunciar la desigualdad de trato que existe en todo el mundo.
Aunque la asexualidad está cada vez más reconocida y visibilizada dentro del colectivo LGTBIQA+ en España, sigue enfrentando retos como una menor representación y la necesidad de mayor sensibilización.
¿Cuándo es necesario buscar apoyo psicológico?
La sexualidad es un aspecto muy importante en la vida de cualquier persona y, con independencia de cómo se viva y de las elecciones que se hagan, acudir a un psicólogo puede ser útil por muchas razones:
- Explorar nuestras emociones para comprender mejor, por ejemplo, qué se siente al ser asexual en una sociedad en la que todavía están arraigados muchos prejuicios sobre la asexualidad.
- Expresar y aclarar las dudas sobre la asexualidad y la vida sexual.
- Afrontar nuestra asexualidad para salir del armario y recibir apoyo.
- Tratar las consecuencias psicológicas que pueden causar los estereotipos sobre la asexualidad y los estereotipos de género.
- Aprender a manejar la ansiedad, problemas de baja autoestima, problemas de pareja, etc.
Si bien decidir cuándo acudir a un psicólogo puede no resultar fácil para muchas personas, un psicólogo experto en temas relacionados con la sexualidad, la identidad sexual y de género (como la disforia de género) puede acompañar a la persona a través de un proceso que tenga en cuenta sus necesidades y la fase de la vida en la que se encuentra en ese preciso momento. Siempre recordando que la asexualidad no es una enfermedad o patología.
El objetivo es conseguir que la experiencia sexual, sea cual sea la forma en que se decida vivir, pueda ser vivida de forma satisfactoria y serena. Si crees que tienes necesidad de tratar tu orientación sexual con un profesional, puedes hablar con una psicóloga o psicólogo online de Unobravo siempre que lo necesites.
La asexualidad en cifras
En 2004, el sexólogo Anthony F. Bogaert publicó un estudio en el que estimaba que el porcentaje de personas asexuales en el mundo es de alrededor del 1% . No hay datos oficiales, pero esta es la cifra que se toma como referencia para esta orientación sexual.
Con estos datos se calcula que hay unos 76 millones de personas asexuales en todo el mundo y cerca de medio millón en España. Sin embargo, al tratarse de una orientación poco conocida y de la que no se habla habitualmente, muchas personas asexuales no saben que lo son.