Has decidido iniciar una terapia psicológica. Has empezado las sesiones con el psicólogo o psicóloga que has elegido pero, al cabo de un tiempo, no notas ningún cambio ni la mejoría que esperabas. Entonces piensas “el psicólogo no me ayuda, mejor lo dejo”.
Puede parecerte extraño que en Unobravo, una plataforma de psicología online, nos ocupemos de esta cuestión. Sin embargo, es muy importante no subestimar este tema y tratar de analizar por qué la terapia psicológica en algunos casos no funciona y cuándo la psicoterapia no está funcionando.
"Ir al psicólogo no sirve para nada"
¿Has oído alguna vez la frase "ir al psicólogo no sirve para nada" o incluso "la psicología no sirve para nada"? Para los psicólogos y los profesionales de la salud mental, por desgracia, se trata de frases recurrentes.
Se trata de un prejuicio muy arraigado en nuestra cultura, que aún hoy juzga como “loco” o “enfermo” a quienes deciden acudir a un psicólogo para recuperar el bienestar psicológico, aprender a gestionar una situación emocionalmente compleja, superar una dificultad o, simplemente, dedicarse activamente a su crecimiento personal.
Pero, ¿es cierto que "el psicólogo no sirve para nada" y que "la psicoterapia tampoco sirve para nada"? En este artículo intentamos analizar las posibles razones por las que la psicoterapia puede no funcionar, teniendo en cuenta qué hace un psicólogo según los distintos tipos de psicología, y por qué podemos optar por iniciar una terapia psicológica.
El psicólogo: conozcamos esta figura profesional
El psicólogo es un profesional de la salud mental. Para poder ejercer como psicólogo en España, es obligatorio poseer un título universitario oficial en Psicología y estar inscrito en el Colegio Oficial de Psicólogos de la comunidad autónoma en la que vaya a trabajar. Asimismo, para ejercer en el ámbito sanitario, es necesario contar con un Máster Universitario en Psicología General Sanitaria.
Precisamente por ello, podemos encontrarnos con la figura del psicólogo en diversos ámbitos, como:
- el deporte,
- empresas,
- colegios,
- cuerpos de policía,
- organizaciones e instalaciones que prestan cuidados o asistencia a personas mayores.
Elegir hacer terapia psicológica
Acudir a un psicólogo es una elección que se basa en una serie de motivaciones muy personales. Como hemos mencionado al principio del artículo, esta elección puede estar dictada, por ejemplo, por:
- la necesidad de gestionar y comprender nuestras emociones,
- la necesidad de mejorar la autoestima,
- el deseo de afrontar un momento difícil con mayor conciencia.
Por supuesto, estas son solo algunas de las infinitas razones por las que una persona puede elegir emprender un proceso terapéutico o psicológico. Pero los elementos a evaluar son muchos y pueden estar relacionados, por ejemplo, con:
- la necesidad que lleva a tomar esta decisión,
- el tipo de profesional y su especialización,
- el coste de una sesión con un psicólogo.

¿Por qué la terapia no te ha ayudado?
Hay varias razones por las que la terapia psicológica puede no haberte ayudado. Algunas de las más comunes son, por ejemplo:
- las expectativas equivocadas sobre cómo es ir al psicólogo,
- la motivación para cambiar,
- la orientación teórica del psicólogo,
- la falta de una relación terapéutica sólida.
Antes de analizar estas razones una por una, recordemos que encontrar el psicólogo adecuado puede no ser algo que se consiga a la primera. Es muy importante no desanimarse y perseverar en el camino hacia nuestro bienestar mental, aunque la terapia no haya funcionado en el pasado.
Las expectativas de quienes siguen una terapia psicológica
Las personas que han tenido experiencias negativas con un psicólogo o psicóloga pueden apresurarse a afirmar que:
- "la psicoterapia no me sirvió de nada",
- "gastar dinero en un psicólogo no sirve de nada",
- "la psicoterapia no me sirvió para mejorar mi autoestima".
A veces podemos tener expectativas muy altas y desear resultados inmediatos. Pero la realidad es que no se puede determinar de antemano cuántas sesiones con el psicólogo necesitaremos antes de empezar a sentirnos mejor. Un proceso de terapia es gradual y entran en juego muchos factores, como:
- la dificultad para iniciar la terapia,
- la dificultad para hablar de uno mismo,
- el miedo a ser juzgado.
Una cuestión de motivación
Embarcarse en un proceso de terapia significa, en primer lugar, tener la motivación para hacerlo. Puede parecer trivial, pero a veces la frase "el psicólogo no sirve para nada" puede derivar del comportamiento del paciente, independientemente del profesional y de la diferencia entre psicólogo y psicoterapeuta en términos de métodos. Pongamos como ejemplo que acudimos a un psicólogo porque estamos tremendamente estresados por nuestro trabajo:
“Pasamos más horas de las necesarias leyendo y enviando correos electrónicos, renunciamos a tardes con amigos porque tenemos que entregar ese proyecto tan importante, volvemos a perdernos un aniversario importante por tener que trabajar. No conseguimos cambiar este comportamiento solos y la terapia puede ayudarnos a centrar nuestras prioridades.
“Pero, si no estamos dispuestos a cambiar nuestros hábitos aunque sea gradualmente, a tomarnos en serio el cambio, ¿cómo podemos mejorar? Un psicólogo no toma decisiones por el paciente, no impone ninguna elección ni influye en sus creencias. El cambio debe empezar por nosotros.”
El enfoque terapéutico del psicólogo
Otra razón por la que uno puede tener dificultades para saber cómo elegir un psicólogo está relacionada con el hecho de que existen numerosas orientaciones o enfoques terapéuticos, como:
- el enfoque sistémico-relacional,
- el enfoque psicoanalítico,
- el enfoque psicodinámico,
- el enfoque gestáltico,
- el enfoque cognitivo-conductual.
Por esta misma razón, puede que te encuentres emprendiendo un camino psicológico sin saber si ese enfoque es el adecuado para ti.
Hay enfoques que trabajan más sobre el pasado y la dinámica inconsciente del paciente, otros que se centran más en el presente, enfoques que trabajan principalmente con el individuo y otros que exploran la dinámica familiar. Por lo tanto, puede ocurrir que empecemos un proceso de terapia con un psicólogo o psicóloga que adopte un enfoque con el que no nos sintamos en sintonía y pensemos que "la psicología no funciona".
Con el fin de ayudar a los pacientes a elegir el enfoque que mejor se adapte a sus necesidades, Unobravo ha ideado un algoritmo que pone en contacto a cada persona con el psicólogo o psicóloga más adecuado a sus preferencias y necesidades personales, entre la red de profesionales de la plataforma.

La relación terapéutica que no encaja
Otra de las razones por las que la psicoterapia no funciona se encuentra en el fracaso a la hora de establecer la relación terapéutica —el vínculo que se crea entre el paciente y el profesional, basado en compartir objetivos y en la confianza mutua—.
Por mucha voluntad que haya por ambas partes, puede ocurrir que esa afinidad no se desencadene y, por lo tanto, que el proceso emprendido no dé los resultados deseados. En este caso, el psicólogo debe preguntarse cuáles son los factores que han podido influir en que la relación terapéutica fuera débil y, si fuera oportuno, derivar al paciente a otro experto.
Qué hacer cuando la psicoterapia no funciona
Cuando tengamos dudas de que la psicoterapia no funciona, no debemos preocuparnos. Como hemos visto, las razones por las que esto ocurre pueden ser múltiples y también estar relacionadas con cómo uno se siente después de una sesión de terapia. Entonces, ¿qué ocurre si pensamos que la psicoterapia no funciona?
Nuestro primer consejo es abordar el tema con nuestro psicólogo o psicóloga. Una conversación franca y clara nos ayudará a ambos a buscar una solución, ya sea modificar ciertos aspectos de la terapia o cambiar de profesional.
Cuando la terapia psicológica no funciona, el paciente tiene derecho a indicarlo y a cambiar de psicólogo si fuera oportuno. Debemos recordar siempre que un psicólogo es un profesional y no un amigo al que podemos confiar nuestros problemas. Se trata de una persona con una actitud neutral y objetiva, que puede apoyar un cambio que, para ser efectivo, debe empezar por nosotros.
El objetivo de cualquier terapia es que el paciente alcance sus objetivos y, si sentimos que el profesional que nos trata no es el adecuado, tenemos derecho a acudir a otro.
Cómo funciona en Unobravo
Cuando un psicólogo no se adapta a nuestras necesidades, ¿qué se puede hacer?
Para ayudar a los pacientes en la elección de su psicólogo o psicóloga, Unobravo ha desarrollado un algoritmo innovador que, analizando la información facilitada en el cuestionario gratuito, asocia a cada paciente con un psicólogo o psicóloga de la plataforma de Unobravo. Pero eso no es todo, Unobravo también ofrece la posibilidad de conocer al profesional en una primera cita gratuita.
La terapia online funciona de forma similar a la terapia presencial, aunque el setting terapéutico deja de ser el despacho del profesional y las sesiones tienen lugar a través de una videollamada. Lo importante es establecer una relación terapéutica eficaz que favorezca la consecución de los objetivos del paciente.
¿Y si la psicoterapia no funciona como se esperaba? ¿Cómo funciona Unobravo en estos casos? Los pacientes siempre pueden solicitar que se les asigne un nuevo psicólogo o psicóloga para poder continuar su proceso de terapia.