Hay quienes no se deciden a acudir a la consulta de un psicólogo por los diferentes estereotipos que a día de hoy todavía existen sobre pedir ayuda: unas personas creen que es un signo de debilidad, otras que es solo para quienes atraviesan problemas psicológicos muy serios, algunas temen al qué dirán, otras piensan que no sirve o simplemente desconocen a qué van a enfrentarse y cómo es eso de ir al psicólogo.
En fin, podríamos seguir enumerando motivos, pero mejor empezamos a aclarar dudas sobre cómo es ir al psicólogo, las razones y qué saber antes de consultar a un profesional.
¿Para qué ir al psicólogo?
Ir al psicólogo es un acto de responsabilidad hacia nuestro propio bienestar mental y emocional. Si decides iniciar un proceso terapéutico, el psicólogo podrá ayudarte, acompañarte y ofrecerte un punto de vista diferente sobre la situación que atraviesas, con el objetivo de disminuir el malestar que puedas sentir.
Afortunadamente, la salud mental está recibiendo cada vez más atención y tanto la sociedad como los gobiernos comienzan a reconocer su importancia. Un reflejo de este avance es la aprobación en España del Plan de Acción de Salud Mental.
Asimismo, el interés creciente se observa también en el contexto europeo: ya que, en 2022, el 4,1 % de todas las muertes en la Unión Europea se debieron a trastornos mentales y del comportamiento. Además, la demencia fue la causa más común de muerte relacionada con trastornos mentales y del comportamiento en la región durante ese mismo año (Eurostat, 2025).
¿Por qué ir al psicólogo?
A continuación, encontrarás algunos motivos por los que buscar ayuda psicológica:
- Adquirir herramientas que te permitan el desarrollo personal.
- Trabajar el autoconocimiento y el autocuidado, lo cual puede ayudar a aceptarte, con tus cosas buenas y malas, sin culparte o juzgarte.
- Identificar reacciones y pensamientos automáticos ante diferentes situaciones.
- Tratar temas más complejos como la ansiedad, traumas, fobias, inseguridad patológica, depresión, problemas de pareja o duelos, entre otros.
Razones por las que ir al psicólogo
Entre las causas y razones por las que acudir a un psicólogo puede ser beneficioso podemos mencionar, por ejemplo:
- El deterioro de las relaciones sociales —relaciones tóxicas, dependencia emocional, problemas de pareja—.
- Experiencias traumáticas como el maltrato o acoso, entre otras experiencias que dejan huella y pueden requerir el acompañamiento de un profesional para lidiar mejor con el proceso de recuperación.
- Crisis existenciales que pueden impedir ver con claridad el futuro, tus metas o simplemente saber qué camino tomar.
- Un proceso de duelo que se prolonga en el tiempo y se transforma en un duelo complicado.
- Miedos irracionales o fobias que impiden llevar una vida normal, ya que el miedo se vuelve tan intenso que te hace evitar las situaciones o elementos que lo desencadenan.
- Adicciones, dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación.

Señales o síntomas para ir al psicólogo
Asimismo, algunas señales o síntomas también indican que puede ser recomendable ir a terapia y recibir apoyo psicológico. Por ejemplo, experimentar:
- Síntomas físicos sin causa médica aparente, como problemas digestivos, cansancio, dolores de cabeza o insomnio. Muchos problemas emocionales se manifiestan en nuestro cuerpo de forma física.
- Dificultad para concentrarte en tus actividades diarias, falta de motivación o bloqueos. El malestar continuado acaba reflejándose en nuestras actividades cotidianas.
- Apatía, incapacidad de disfrutar de situaciones que antes te resultaban agradables como aficiones o quedar con tus amistades.
- Irritabilidad, vacío, sentimiento de soledad, inseguridad, bajo nivel de autoestima, ansiedad, problemas con la alimentación o ecoansiedad, entre otras dificultades. Los cambios de humor y de ánimo son normales en el ser humano, pero pueden volverse problemáticos cuando su frecuencia e intensidad se vuelven altas y persistentes.
En resumen, no hay una sola respuesta a la pregunta de cuándo acudir a un psicólogo. Cada persona es única y puede sentir la necesidad de contar con apoyo ante diferentes situaciones, emociones o sentimientos.
Si has llegado hasta aquí, probablemente es porque te estás planteando la posibilidad de ir al psicólogo por primera vez y tienes muchas dudas respecto a cómo es ir a terapia, los beneficios de ir al psicólogo, cómo es la primera consulta y otras cuestiones. Intentemos arrojar luz sobre el tema.
¿Es bueno ir al psicólogo?
Cuidar de tu cuerpo es bueno, ¿verdad? Por eso, cuando tienes una dolencia acudes al médico. Entonces, ¿por qué dudar de si es bueno cuidar nuestra mente? Sí, ir al psicólogo puede ser muy beneficioso.
Además, como ya hemos dicho, no es necesario tener un trastorno psicológico para hacerlo, sino que existen muchas otras razones. Las consultas están llenas de personas que buscan mejorar su calidad de vida con ayuda para:
- superar la timidez,
- mejorar la autoestima,
- tener mayor control de las emociones y aprender a gestionarlas,
- aprender a poner límites,
- recuperar la motivación,
- abandonar esa sensación de no saber qué nos pasa pero descubrirlo y saber cómo actuar frente a ello.
Es importante aclarar que la psicología no es solo para personas con problemas complicados.
Pros y contras de ir al psicólogo
Estamos convencidos de que ir al psicólogo conlleva muchos beneficios. No obstante, sabemos que el estigma provoca reticencias y hace pensar en los contras de ir al psicólogo. A continuación intentaremos abordar algunos de estos miedos o prejuicios:
- Al plantearnos ir a terapia podemos tener miedo a mostrar nuestro interior y sentirnos juzgados; sin embargo, un psicólogo es un profesional que está ahí para escuchar, sin juzgar.
- Podemos sentirnos inseguros sobre cómo elegir un psicólogo o si encontraremos al adecuado, pero es importante recordar que no pasa nada por cambiar de psicólogo si sentimos que no estamos en sintonía. La relación terapéutica es un aspecto clave en el éxito de la terapia.
- Podemos percibir la terapia como un coste elevado difícil de asumir, dada la falta de recursos en la sanidad pública. Sin embargo, cada vez existen más servicios que hacen que la terapia sea más accesible, como Unobravo, y en los que el precio del psicólogo es transparente y sin sorpresas; y la primera cita es gratuita, lo que permite resolver dudas antes de iniciar la terapia.

Las ventajas de ir a terapia
Asimismo, para responder a la pregunta de “¿Por qué es importante ir al psicólogo?”, podemos enumerar algunas de las ventajas de ir a terapia:
- Trabajar la estabilidad mental y bienestar emocional. Puedes aprender cómo funciona tu mente, adquirir herramientas para controlar tus emociones, aumentar tu autoconocimiento.
- Reducir tus creencias limitantes. A veces, repetimos los mismos errores una y otra vez, estamos convencidos de que algo no es para nosotros, de que no somos capaces de esto o de aquello. Durante la infancia adquirimos patrones en los que podemos quedarnos atrapados y nos llevan erróneamente a creencias limitantes. La terapia es una oportunidad para cambiar, evolucionar y dejar atrás esos pensamientos limitadores.
- Mejorar las relaciones. Otra de las cosas para las que sirve ir al psicólogo es para mejorar la relación que tienes contigo mismo y también con los demás; al aprender a mantener y construir relaciones más sanas.
- Aumentar la autoestima y el autoconocimiento. Acudir al psicólogo puede ayudarte a identificar tus capacidades, cualidades, dificultades y debilidades, y esto fomenta el autoconocimiento y hace que aprendas a quererte.
- Adquirir recursos. La terapia puede ayudarte a identificar tus habilidades y construir tus propias herramientas para afrontar las situaciones y manejar la adversidad. Por ejemplo, recurriendo a técnicas como el pensamiento lateral, es decir, la capacidad de resolver problemas siguiendo caminos no convencionales ni basados en la lógica racional, que pueden ayudarte a ver las cosas con otra perspectiva.
¿Cómo es ir al psicólogo? ¿En qué consiste ir a terapia?
Puede que te preguntes: ¿qué esperar de un tratamiento psicológico? ¿En qué consiste realmente una terapia? Ir al psicólogo implica un compromiso contigo mismo y tomar un papel activo en el proceso de la terapia. No se trata de ir a una consulta y esperar a que el psicólogo o psicóloga adivine qué tienes. Solo por ir a terapia tus problemas no van a desaparecer. Un profesional te dará herramientas, te orientará, pero eres tú quien tiene que recorrer el camino escogido.
Ir a terapia significa hablar abiertamente con tu psicólogo de aquellos temas que te llevaron hasta su consulta. Así que, si no sabes por dónde empezar, empieza por contarle qué te ha llevado hasta allí, en qué momento y por qué decidiste pedir cita.
Recuerda que una psicóloga o un psicólogo no está para juzgarte, así que por insignificante que te pueda parecer un tema, no te lo calles y coméntalo. Deja también de lado la vergüenza. Se trata de establecer una relación de confianza y de que tú resuelvas aquello por lo que llegaste hasta la consulta.
Hay personas que deciden hacer anotaciones durante las sesiones, así que no extrañará al psicólogo; puedes hacerlo tranquilamente. Además, dependiendo del caso, puede que te encargue tareas, así que está bien tener a mano un bloc de notas.
Ir al psicólogo por primera vez
Cuando te duele una muela sabes más o menos lo que sucederá al llegar al dentista: dependiendo de cómo esté la pieza te harán un empaste o una endodoncia, pero cuando vas a ir al psicólogo por primera vez no tienes tan claro qué ocurrirá ni qué hacer en esa primera sesión de psicología. Es normal que te preguntes ¿cuánto dura una sesión de psicólogo?, ¿cuántas sesiones son necesarias? o simplemente ¿de qué hablar en la primera consulta?.
Tener dudas es completamente normal, pero el psicólogo está ahí para resolverlas sean cuales sean. Recuerda que estás delante de un profesional cuyo rol es ayudarte y acompañarte sin juzgarte.
Piensa que un psicólogo o psicóloga es consciente de la tensión que puede provocar el hecho de tocar ciertos temas, es completamente normal. Hacerte sentir bien y en un ambiente seguro y cómodo también forma parte de su trabajo. Lo más importante es que vayas con el firme propósito de ser abierto y honesto contigo mismo y que te comprometas para alcanzar tus objetivos y lograr resultados.
Consejos prácticos para prepararte antes de ir al psicólogo
Dar el paso de acudir al psicólogo puede generar cierta inquietud o nerviosismo, especialmente si es la primera vez. Prepararte de manera consciente puede ayudarte a reducir la ansiedad y a aprovechar al máximo esta experiencia. A continuación, te compartimos algunas recomendaciones prácticas para afrontar tu primera visita:
- Reflexiona sobre tus motivos: dedica unos minutos a pensar qué te ha llevado a buscar apoyo. Puedes anotar las situaciones, emociones o pensamientos que más te preocupan. Esto te servirá como guía durante la sesión y facilitará la comunicación con el profesional.
- Haz una lista de temas o preguntas: lleva por escrito los temas que te gustaría tratar o las dudas que tienes sobre el proceso terapéutico puede ayudarte a recordar lo que consideras importante durante la consulta.
- Permítete sentir nervios: es natural experimentar cierta inquietud antes de la primera sesión. Recuerda que el psicólogo está habituado a acompañar a personas en este proceso y su objetivo es crear un espacio seguro y de confianza.
- Llega con tiempo y sin prisas: si la sesión es presencial, intenta llegar con algunos minutos de antelación para evitar el estrés de última hora. Si es online, procura contar con un lugar tranquilo y sin interrupciones.
- Sé honesto contigo mismo: la sinceridad es fundamental para que el proceso sea útil. No te juzgues por lo que sientes o piensas; el espacio terapéutico está pensado precisamente para explorar esas cuestiones sin temor al juicio.
- Recuerda que no hay respuestas correctas o incorrectas: no necesitas preparar un discurso perfecto. El psicólogo te acompañará con preguntas y juntos podrán ir construyendo el camino.
Prepararte de esta manera puede ayudarte a sentirte más seguro y a sacar mayor provecho de tu primera experiencia en terapia.

La importancia de la confidencialidad en la terapia psicológica
Uno de los pilares fundamentales en la relación terapéutica es la confidencialidad. Todo lo que compartes con tu psicólogo está protegido por el secreto profesional. Esto significa que la información que decidas revelar no se compartirá con otras personas sin tu consentimiento, excepto en situaciones muy específicas establecidas por la ley (por ejemplo, cuando exista un riesgo grave para ti o para otras personas).
Esta protección de la confidencialidad resulta esencial para que puedas expresarte con libertad y confianza. Así, tus pensamientos, emociones y experiencias se tratarán siempre con el máximo respeto y privacidad. Sentirse seguro en este aspecto puede facilitar la apertura y favorecer el trabajo conjunto hacia tus objetivos de bienestar.
Si tienes alguna duda sobre cómo se gestiona la confidencialidad, puedes preguntar a tu psicólogo en la primera sesión. Esta pregunta es completamente válida y puede ayudarte a sentirte más tranquilo durante el proceso.
Expectativas realistas sobre el proceso terapéutico
Es importante recordar que acudir al psicólogo implica un proceso, no una solución inmediata. Los cambios significativos suelen requerir tiempo, compromiso y colaboración entre tú y la persona profesional.
Algunas personas pueden experimentar alivio en las primeras sesiones, mientras que otras pueden necesitar más tiempo para notar avances. Lo fundamental es mantener una actitud abierta y paciente, permitiéndote avanzar respetando tu propio ritmo.
- El progreso puede ser gradual: no te desanimes si los resultados no aparecen de inmediato. La terapia ofrece un espacio para explorar, comprender y transformar aspectos de tu vida, y cada quien avanza a su propio ritmo.
- El compromiso es fundamental: participar activamente en las sesiones y poner en práctica lo trabajado fuera de ellas puede potenciar los beneficios del proceso.
- Habla abiertamente sobre tus expectativas: si tienes dudas acerca del tiempo estimado de la terapia o sobre los objetivos, coméntalo con tu psicólogo. Así podréis ajustar juntos el proceso a tus necesidades.
Mantener expectativas realistas puede ayudarte a vivir la experiencia de acudir al psicólogo con mayor serenidad y confianza.
Ir al psicólogo: un acto de valentía y de autocuidado
Buscar ayuda psicológica es un acto de valentía y autocuidado; una señal de que te valoras y buscas mejorar tu bienestar. Cada vez más personas comprenden que cuidar la salud mental puede ser tan importante como cuidar la salud física y acudir a un psicólogo es una manera de invertir en tu calidad de vida.
Dar el primer paso puede resultar difícil, pero suele ser el inicio de un proceso de crecimiento y transformación personal. Si estás planteándote empezar terapia, en Unobravo te ayudamos a encontrar tu psicólogo online, con el que podrás realizar una primera cita gratuita para conoceros y exponerle tus necesidades, dudas y objetivos.





