“Tengo muchos miedos; ¿por qué tengo miedo a todo?”
Todas las personas podemos tener algo que nos intimide, al fin y al cabo, el miedo es una emoción normal que nos ayuda a mantener los sentidos alerta y reaccionar, ante una amenaza, con estrategias de ataque o huida. Los miedos intensos a situaciones u objetos concretos, conocidos como fobias específicas, son relativamente comunes, con una prevalencia vital estimada del 12,5 % (Kessler et al., 2005). Pero, ¿qué pasaría si empezáramos a tener miedo a todo lo que nos rodea? ¿Es realmente posible vivir con miedo a todo?
En este artículo hablamos de panofobia, qué significa en psicología “tener miedo a todo”, cuáles son los síntomas y causas principales y cómo se puede afrontar.
Panofobia: qué es y qué significa
El estado de ansiedad resultante de tener miedo a todo se denomina panofobia (también llamada panfobia, pantofobia, omnifobia o polifobia). Como es habitual, para entender mejor el significado de la palabra panofobia, veamos su etimología: el término que define el miedo a todo tiene su origen en el griego pan “todo” y phobos “miedo”.
Pero, ¿qué se entiende en psicología por "tener miedo a todo"? Si retrocedemos un poco para echar un ojo a la historia de los trastornos de ansiedad, encontraremos el término panofobia en la nosología del siglo XVIII de Boissier de Sauvages, que utilizó el término "panfobias" para referirse a cuadros de ansiedad difusa o generalizada que, hoy en día, podrían asemejarse a un trastorno de ansiedad generalizada y los ataques de pánico.
Como podemos imaginar, tener miedo a todo no es una verdadera fobia, ya que, en el DSM-5, la principal característica de las fobias es que se dirigen a un objeto o situación específicos. Por lo tanto, cuando el miedo a todo afecta significativamente al bienestar diario, es muy importante recibir un diagnóstico preciso. La panofobia puede deberse, por ejemplo, a:
- un trastorno obsesivo compulsivo,
- un trastorno de ansiedad generalizada,
- múltiples fobias específicas,
- algunos otros cuadros ansiosos o fóbicos menos comunes como la fobia a las palabras largas, el miedo a los gérmenes y a la suciedad (misofobia), la megalofobia o la emetofobia.
¿Cómo se llama una persona que tiene miedo a todo? ¿Y qué le ocurre al cerebro, al cuerpo y a nuestras emociones cuando tenemos miedo a todo? Lo descubriremos echando un vistazo a los principales síntomas de la panofobia.
Miedo a todo: los síntomas principales
Cuando alguien se encuentra pensando "tengo miedo a todo", la sintomatología que puede experimentar es la común a muchos de los trastornos de ansiedad, y generalmente se manifiesta tanto en términos físicos como psicológicos. Entre los síntomas físicos de la panofobia podemos encontrar:
- sudoración excesiva,
- taquicardia por ansiedad,
- alteraciones del sueño,
- tensión muscular,
- mareos,
- dificultades de concentración,
- confusión mental.
En términos psicológicos, podemos encontrar presente la panofobia en:
- ataques de ansiedad,
- ataques de pánico,
- preocupaciones excesivas o ansiedad anticipatoria,
- evitación o huida,
- miedo a la muerte (en los casos más incapacitantes).
¿Por qué tengo miedo a todo?
La persona que padece panofobia puede vivir con miedo excesivo de todo lo que le rodea. En las personas con trastorno de ansiedad generalizada, el miedo a todo se manifiesta en múltiples preocupaciones que toman la forma de una reflexión constante y que pueden referirse al trabajo, las enfermedades, las relaciones sociales y cualquier otro ámbito de la vida.
Pero ¿de dónde viene la panofobia? Sus causas deben entenderse teniendo en cuenta posibles factores temperamentales, ambientales y genéticos.
Entre las experiencias de vida que podemos vincular a un miedo excesivo a todo puede haber conmociones vividas en la edad infantil o adolescente o causadas por eventos traumáticos (como la panofobia post accidente). En este sentido, podemos pensar en la panofobia como una manifestación de la ansiedad secundaria a un trauma o un evento altamente estresante, semejante a lo que ocurre en el trastorno de estrés postraumático. Pero no solo eso, también cabe la posibilidad de que tengas miedo de cualquier cosa como consecuencia de un estado de depresión o incluso, en algunos casos, a un trastorno bipolar o psicótico.
También existe la posibilidad de que una persona que tiene miedo de todo haya heredado, en términos genéticos, una predisposición a la ansiedad o, a través de relatos y experiencias compartidas, un recuerdo traumático que reaparece y se manifiesta con panofobia.
Dejar de tener miedo a todo: la cura para la panofobia
La panofobia, como hemos visto, puede tener un fuerte impacto en la vida de una persona, que puede llegar a no salir de casa por este problema. Pero, ¿es posible aprender a controlar este trastorno? ¿Cómo se trata la panofobia?
Si bien algunas prácticas como el mindfulness o el entrenamiento autógeno pueden ser una ayuda muy útil para calmar la ansiedad, recurrir a un psicólogo o psicóloga puede ser una solución aún más eficaz para cuidar el bienestar y la salud mental.
La terapia para el miedo a todo, partiendo de una definición precisa del problema, puede intervenir sobre los comportamientos disfuncionales puestos en práctica por la persona (en primer lugar, la evitación), pero también sobre la elaboración de posibles traumas psicológicos que hayan contribuido a la aparición de la panofobia.
Entre los enfoques psicoterapéuticos de elección, la terapia cognitivo-conductual puede ser especialmente útil en el tratamiento de la panofobia gracias a la técnica de exposición gradual, cuyo objetivo es reducir progresivamente la respuesta ansiosa. De este modo, la persona que, debido a la panofobia, exclama "ya no vivo" puede finalmente recuperar el control de su vida.
Ansiedad y miedo a todo: ¿cómo saber si necesitas ayuda?
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