Que sientas como las cosas giran a tu alrededor y que puedas caerte por falta de equilibrio es una sensación horrible. Quienes alguna vez han sufrido de vértigo lo saben muy bien. Algunas personas llegan a la consulta de su psicólogo o psicóloga, tras varias visitas a especialistas y que no les hayan encontrado causas subyacentes, diciendo que sufren de vértigo por estrés o vértigo por ansiedad.
Sabemos que el estrés impacta y se manifiesta en nuestro cuerpo de diferentes formas y desencadena muchos síntomas. Pero, ¿el vértigo puede ser causado por el estrés y por la ansiedad? En este artículo, tratamos de arrojar un poco de luz sobre este tema.
¿Qué es el vértigo?
El vértigo es una sensación ilusoria de rotación del cuerpo, de la cabeza o de los objetos del entorno. Es un síntoma, no un diagnóstico, desagradable y que puede provocar náuseas, vómitos e incluso taquicardia. El origen del vértigo suele estar relacionado con el oído interno y con el sistema vestibular que controla el sentido del equilibrio y la orientación espacial.
Muchas veces asociamos ciertos mareos al calor, a no haber comido mucho o incluso al agobio de las multitudes, pero lo cierto es que los mareos, la ansiedad y el estrés pueden tener una conexión. El estrés afecta a todos los sistemas de nuestro cuerpo:
- el sistema nervioso central;
- el sistema inmune;
- el sistema gastrointestinal, como sucede con la ansiedad estomacal;
- el sistema cardiovascular;
- el sistema reproductivo;
- el sistema muscular y esquelético;
- el sistema endocrino;
- el sistema respiratorio.
Síntomas del vértigo
Las personas que sufren vértigo pueden experimentar:
- aturdimiento,
- confusión,
- pérdida de equilibrio,
- náuseas y vómitos,
- dolores de cabeza,
- sudoración,
- pitidos en los oídos.
Vértigos psicógenos
El vértigo psicógeno es aquel del que no se encuentra un desencadenante directo y produce una sensación de pérdida de la estabilidad como resultado de la ansiedad, la depresión y el estrés. Los síntomas del vértigo psicógeno son similares a los del vértigo fisiológico:
- mareos,
- dolor de cabeza,
- náuseas,
- sudoración excesiva,
- dolor de cabeza,
- visión borrosa,
- dificultad para respirar,
- pérdida de equilibrio.
Síntomas del vértigo por estrés
Los síntomas del vértigo por estrés o del vértigo por ansiedad son iguales a cualquier otro tipo de mareo y comparten la sensación de aturdimiento, de desequilibrio y de que la habitación o las cosas den vueltas.
Vértigo por estrés: causas
El estrés puede favorecer los síntomas de vértigo, desencadenarlos o empeorarlos, pero no parece ser la causa de este. Asimismo, es importante distinguir entre dos términos que a menudo se usan como sinónimos, pero no lo son: mareo y vértigo.
- El mareo hace referencia a aquel estado en el que la persona se siente aturdida y pierde el equilibrio. Este trae consigo un amplio abanico de síntomas como tensión arterial, hipoglucemia y ansiedad, entre las que puede estar el vértigo.
- El vértigo implica la sensación de un movimiento ficticio de las cosas o de la propia persona.

¿Cuál es la relación entre estrés y vértigo?
Vértigo y estrés sí pueden estar relacionados como apunta una investigación realizada en Japón (Kitahara et al., 2016). En ella se descubrió que los síntomas de vértigo en quienes padecían la enfermedad de Ménière disminuían notablemente cuando se reducía la producción de la hormona del estrés, la vasopresina, en sus organismos.
Según los resultados de otro estudio (Kozak et al., 2018), parece que existe una fuerte correlación entre el vértigo y el estrés para aquellas personas con problemas de ansiedad, y otros problemas de salud mental.
Otra explicación de los mareos por estrés es que cuando ante una situación amenazante o de peligro liberamos hormonas como el cortisol y la adrenalina, esto puede tener un impacto directo en nuestro sistema vestibular (la parte del oído interno que ayuda a modular el equilibrio y proporciona al cerebro información sobre los movimientos) y provocar una sensación de mareo.
En algunos casos extremos, el estrés no solo afecta al equilibrio o provoca mareos, sino que puede llegar a desencadenar reacciones neurológicas más graves. Por ejemplo, algunas personas pueden llegar a experimentar un ataque epiléptico por estrés, un fenómeno poco frecuente pero documentado, en el que la sobrecarga emocional activa respuestas neurofisiológicas críticas. Esto refuerza la idea de que el sistema nervioso es altamente sensible a los efectos del estrés prolongado.
Un estudio (Saman et al., 2012) sugiere que estas hormonas pueden impedir el funcionamiento de este sistema e influir en los mensajes que envía al cerebro. Además, la liberación de adrenalina puede producir el aumento de glucosa en sangre y el cortisol puede favorecer la vasoconstricción y elevar la tensión arterial, lo que puede provocar mareo.
Así que la causa principal del vértigo por estrés parece radicar en la segregación de cortisol y adrenalina como consecuencia de la respuesta que tiene el organismo ante una situación de peligro.
¿Cúanto tiempo dura el vértigo por estrés?
Los vértigos por estrés o los vértigos psicógenos, de los que hablaremos más adelante, pueden durar unos minutos o varias horas. Además, pueden darse con intermitencias.
Vértigo y ansiedad: ¿se pueden sufrir mareos por ansiedad?
El estrés y la ansiedad son diferentes. Mientras el estrés suele estar relacionado con factores externos, a la ansiedad se la relaciona con aquellas preocupaciones que persisten incluso en ausencia de factores estresantes externos. Al igual que el estrés, la ansiedad también provoca la liberación de cortisol y adrenalina que, como hemos explicado antes, pueden desencadenar mareos y nerviosismo.
Existen algunos estudios que muestran esta relación. Por ejemplo, en un estudio realizado en Alemania (Wiltink et al., 2008), hace ya unos años, casi un tercio de los participantes que dijeron sufrir mareos tenían trastorno de ansiedad. Asimismo, en otro estudio de la Universidad Johannes Gutenberg (Best et al., 2009), se dice que existe una relación significativa entre el vértigo y personas que, además de sufrir ansiedad, padecen déficits vestibulares.
Vértigo por estrés: tratamiento
Los síntomas de mareo pueden leerse como problemas secundarios a un problema psicológico. Por tanto, y teniendo en cuenta que hablamos de estrés y ansiedad, debería abordarse con una buena terapia cognitiva y conductual, que se sabe que es eficaz en los trastornos por ansiedad y estrés.
Cómo eliminar los mareos por estrés
Existen diferentes herramientas y estrategias para controlar los nervios y ayudarte a lidiar con los mareos por estrés, como:
- llevar una vida saludable para poder rebajar los niveles de ansiedad y estrés;
- descansar y dormir lo suficiente;
- tomarte tiempo para ti
- practicar técnicas de relajación como el entrenamiento autógeno puede ayudar a controlar los niveles de cortisol y adrenalina y, a su vez, aliviar el estrés y la ansiedad;
- buscar el apoyo de un profesional de la salud mental que te ayude a afrontar mejor la situación por la que estés pasando. Un psicólogo o psicóloga para el estrés y la ansiedad puede proporcionar herramientas útiles para afrontarlo.
Encuentra apoyo profesional para gestionar el estrés
Entender la conexión entre tu mente y tu cuerpo es el primer paso para recuperar el control. Si los episodios de vértigo por estrés o ansiedad afectan tu día a día, recuerda que no tienes que enfrentarlo en soledad. La terapia psicológica te ofrece un espacio seguro para explorar las raíces de tu estrés y desarrollar herramientas efectivas para gestionarlo.
Un psicólogo puede ayudarte a calmar tu mente y a construir una vida con mayor equilibrio y bienestar. En Unobravo, estamos aquí para acompañarte y ayudarte a encontrar tu psicólogo online.




