Inteligencia emocional: y tú, ¿cómo respondes emocionalmente?

Inteligencia emocional: y tú, ¿cómo respondes emocionalmente?
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Sara Moruzzi
Redacción
Psicoterapeuta con orientación Cognitivo Neuropsicológico
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
15.6.2023
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En una sociedad cada vez más acelerada y demandante, en la que las habilidades técnicas y cognitivas cotizan a la alza, corremos el riesgo de pasar por alto que, sin embargo, es crucial: ¡la gestión de nuestras emociones!  

La protagonista de nuestro artículo de hoy es la inteligencia emocional, una habilidad que nos permite establecer relaciones más sólidas, tomar decisiones más acertadas y vivir de manera más plena y satisfactoria.  Toma nota porque a lo largo de este artículo, exploraremos qué es la inteligencia emocional y para qué sirve. También descubriremos cómo desarrollarla, cómo se puede aplicar en nuestra vida cotidiana y los beneficios que la inteligencia emocional nos puede brindar.

¿Qué es la inteligencia emocional?

¿Qué se entiende por inteligencia emocional? Veamos qué significa inteligencia emocional: la capacidad de comprender, utilizar y gestionar de manera positiva nuestras propias emociones para aliviar el estrés, comunicarnos de forma efectiva, empatizar con los demás, superar desafíos y resolver conflictos.

En términos prácticos, esto implica ser conscientes de que las emociones pueden guiar nuestro comportamiento y tener un impacto en las personas, y aprender a manejar tanto nuestras propias emociones como las de los demás. Antes de poder desarrollar la inteligencia emocional, es necesario tener una buena capacidad de mentalización, es decir, capacidad de reflexionar sobre esos estados mentales (comprender y atribuir pensamientos, sentimientos y deseos a uno mismo y a los demás).

Por tanto, la inteligencia emocional nos ayuda a construir relaciones más sólidas, tener éxito en la escuela y el trabajo, y perseguir de manera efectiva nuestras metas personales y profesionales. También nos ayuda a conectarnos con nuestros sentimientos, convertir la intención en acción y tomar decisiones sobre lo que realmente nos importa. Es una parte fundamental de nuestro crecimiento personal. Algunas teorías sobre la inteligencia emocional sugieren que se puede aprender y fortalecer, mientras que otros argumentan que es un rasgo innato. 

¿De dónde surge el concepto de inteligencia emocional? 

Muchos autores han desarrollado teorías sobre la inteligencia emocional. El concepto fue introducido por los profesores Peter Salovey y John D. Mayer, quienes mencionaron la inteligencia emocional por primera vez en 1990 en un artículo publicado en la revista Imagination, Cognition and Personality. Estos dos académicos dieron una primera definición de la inteligencia emocional, entendida como "la capacidad de controlar los propios sentimientos y emociones, distinguirlos y utilizar esta información para guiar los propios pensamientos y acciones".

Después, el periodista científico y psicólogo Daniel Goleman desarrolló el significado de la inteligencia emocional en su libro publicado en 1995, Inteligencia emocional: qué es y por qué nos puede hacer felices, dando a conocer este tema no solo en el ámbito psicológico sino también en el laboral. 

Para Howard Gardner, psicólogo e investigador, la inteligencia emocional implica la capacidad de mostrar empatía ante los demás e interpretar correctamente sus emociones. Para él entre las características de la inteligencia emocional está la mejora de la comunicación y poder desarrollar las relaciones interpersonales. Gardner aportó la visión de que existe una multitud de inteligencias y que cada una de ellas tiene sus propias fortalezas y limitaciones.

Otro autor destacable en la teoría de la inteligencia emocional, sobre todo en evaluación (Inventario de Inteligencia Emocional de BarOn) es Reuven Bar-On. Para este psicólogo la inteligencia emocional es la capacidad de autocomprenderse, de relacionarse de manera correcta con el resto y de poder adaptarnos a distintas circunstancias. 

que es la inteligencia emocional
Foto de Pixabay

Daniel Goleman y la inteligencia emocional 

Goleman en su libro Inteligencia emocional: por qué puede importar más que el coeficiente intelectual, definía los cinco pilares de la inteligencia emocional:

1. Conciencia de sí mismo o autoconocimiento emocional

La autoconciencia es la capacidad de reconocer una emoción cuando surge: es la piedra angular de la inteligencia emocional. Si conocemos nuestras emociones, cómo surgen y en qué ocasiones, no serán fenómenos chocantes para nosotros.

Pensemos, por ejemplo, en situaciones en las que se exige nuestro rendimiento, como un examen o situaciones en las que podemos agitarnos mucho hasta el punto de experimentar un ataque de ansiedad en toda regla. Si aprendemos a utilizar nuestra inteligencia emocional, cuando llegue la ansiedad la reconoceremos y podremos afrontarla antes de que nos desborde. Si, por el contrario, esta emoción nos golpea como una avalancha, nos veremos desbordados con mayor facilidad. El miedo a las propias emociones suele coincidir con una inteligencia emocional deficiente.

2. Autorregulación o autocontrol emocional

¿Alguna vez has tenido miedo a perder el control? El dominio de nuestros sentimientos evita que nos dejemos llevar por ellos sin control. Aprender a gestionar las emociones no significa negarlas o eliminarlas, sino asegurarse de que no se conviertan en comportamientos no deseados. ¿Qué emociones nos cuesta más controlar? ¿En qué situaciones surgen y qué han provocado en nuestras vidas?

La emoción de la ira, por ejemplo, es una de las que a menudo nos desborda provocando los temidos ataques de ira. Pensemos, por ejemplo, en la inteligencia emocional en el trabajo. En una discusión con un colega de trabajo: ¿qué podríamos decir de lo que nos arrepentiremos inmediatamente?, ¿cuál podría ser, en cambio, la estrategia más eficaz para comunicar nuestro enfado? Una de las cosas para las que sirve la inteligencia emocional es para regular nuestras emociones y adaptarnos a las circunstancias.

Con la capacidad de permanecer emocionalmente presente, puedes aprender a gestionar tus emociones sin dejar que prevalezcan sobre tus pensamientos y tu autocontrol. Podrás tomar decisiones que te permitan evitar comportamientos impulsivos, controlar tus emociones de forma saludable, tomar la iniciativa, cumplir compromisos y adaptarte a circunstancias cambiantes. 

3. Motivación

La inteligencia emocional, para Goleman, también significa ser consciente de las propias emociones, sin reprimir los sentimientos. Motivarse a uno mismo también es esencial para centrar la atención y mantener la motivación en la persecución de un objetivo y para tener la capacidad de dirigir y mantener la motivación hacia metas personales y profesionales. Incluye la persistencia, el compromiso, la pasión y la capacidad de recuperarse de los contratiempos.

4. Empatía y reconocimiento de las emociones de las demás personas

Para Goleman, la inteligencia emocional y la empatía están estrechamente relacionadas. La empatía consiste en la capacidad de comprender las emociones de los demás; las personas empáticas saben escuchar, están atentas a los aspectos verbales y no verbales de la comunicación y no se dejan influir por los prejuicios. Además, son personas que muestran sensibilidad (las personas altamente sensibles o PAS son un buen ejemplo de esto), pero sobre todo ayudan a los demás basándose en la comprensión de sus necesidades y sentimientos, sin anteponer su propio punto de vista y perspectiva. Por tanto, la empatía es uno de los componentes de la inteligencia emocional. 

5. Habilidades sociales

Existen numerosas habilidades que nos permiten tener éxito en las relaciones sociales y laborales. Las habilidades sociales incluyen, por ejemplo, la capacidad de tener influencia, es decir, de utilizar técnicas de persuasión eficaces, por eso la inteligencia emocional en la empresa es importante. Además, la capacidad de comunicarse eficazmente y con asertividad, gestionar conflictos, cooperar en equipo y ser un buen líder también figuran entre las habilidades sociales más valoradas. A estas competencias, es esencial añadir la habilidad de pedir perdón, ya que no solo es crucial para reparar errores y malentendidos, sino que también es una manifestación de empatía y autoconocimiento; hablamos de cuestiones como aprender a pedir perdón cuando hacemos daño a otos o reconocer nuestros errrores cuando nos equivocamos.

Tipos de inteligencia emocional

Según Goleman, dentro de la inteligencia emocional, existen dos tipos:

  • Inteligencia emocional intrapersonal: es la habilidad que tiene una persona para conocerse a sí misma siendo consciente de sus sentimientos, sus aspiraciones, sus fortalezas y sus debilidades. A este respecto, cabe señalar que la psicología positiva, como campo de estudio que se centra en las fortalezas y virtudes que permiten a individuos y comunidades prosperar, también ofrece herramientas valiosas para complementar y enriquecer nuestro entendimiento y práctica de la inteligencia emocional, promoviendo así una vida más satisfactoria y significativa.
  • Inteligencia emocional interpersonal: la capacidad que alguien tiene para comunicarse y relacionarse con el resto. 
por que desarrollar la inteligencia emocional
Foto de Pixabay

¿Por qué es importante desarrollar la inteligencia emocional?

No siempre las personas más inteligentes son las que tienen más éxito o están más satisfechas en la vida. Probablemente conozcas a personas que son académicamente brillantes, pero que no tienen éxito en el trabajo o en sus relaciones relaciones personales y sentimentales (por poner un ejemplo, una persona carente de inteligencia emocional puede ser más propensa a terminar una relación mediante ghosting que con una explicación) ¿por qué? quizás se deba a una baja inteligencia emocional.

El coeficiente intelectual (CI) por sí solo no basta para tener éxito en la vida. Tu coeficiente puede ayudarte a entrar en la universidad, por ejemplo, pero es tu cociente de inteligencia emocional el que te ayudará a lidiar con el estrés y las emociones cuando te enfrentes a los exámenes finales. Entonces… ¿qué diferencia hay entre coeficiente intelectual e inteligencia emocional?

Inteligencia emocional versus coeficiente intelectual 

El coeficiente intelectual mide la capacidad de razonamiento de una persona, mientras que la inteligencia emocional señala cómo la persona maneja sus emociones.

Una investigación publicada en Phycological Bulletin por la Asociación de Psicología estadounidense (APA) demostró que los estudiantes más capaces de comprender y manejar sus emociones de manera efectiva obtenían mejores resultados que los compañeros con menos habilidad para ello.

Según la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard, las personas que resultan ser mejores líderes sobresalen en “conciencia social y empatía”, se esfuerzan por comprender otras perspectivas, sentimientos y necesidades de aquellos que les rodean.  Además, se ha descubierto que la inteligencia emocional representa casi el 90% de las habilidades que distinguen a algunos líderes de sus compañeros. Pero aunque hay instrumentos y test para medir la inteligencia emocional, “no se ha encontrado un coeficiente válido general” como sí ocurre con la inteligencia cognitiva que suele evaluarse para saber si se da superdotación intelectual.

como desarrollar la inteligencia emocional
Foto de Pixabay

Cómo desarrollar la inteligencia emocional 

Según Daniel Goleman, la inteligencia emocional se puede trabajar o mejorar a lo largo del desarrollo psicológico de la persona y durante su vida. Las cinco competencias de la inteligencia emocional que desarrolló y que hemos visto antes, facilitan identificar las áreas de mejora para trabajar la inteligencia emocional.  

Otras capacidades a tener en cuenta a la hora de mejorar la inteligencia emocional:

  • Vocabulario emocional: las personas con un buen nivel de inteligencia emocional son capaces de hablar de sus emociones, de contarlas y por tanto de gestionarlas. Por el contrario, quienes no tienen un vocabulario emocional desarrollado podrían sufrir de alexitimia, la dificultad para acceder a su mundo emocional e identificar las emociones en los demás y en sí mismos. 
  • Adaptabilidad y curiosidad: una persona con inteligencia emocional se adapta fácilmente a nuevas situaciones en el trabajo y en su vida privada, le intrigan las cosas nuevas y no tiene miedo de experimentar, es flexible.
  • Independencia: una de las características de la inteligencia emocional es no depender del juicio de los demás. La persona, siendo plenamente consciente de sus propias emociones, también asume la responsabilidad de ellas frente a los demás y evalúa cuándo es adecuado compartirlas.

Con la edad, por lo general mejora nuestro autoconocimiento, tenemos más habilidades para afrontar las cosas y hemos acumulado más experiencia, lo que hace que manejemos mejor nuestro espacio emocional y las relaciones socioafectivas, así que la inteligencia emocional tiende a incrementarse con el paso de los años. Al menos, eso son los resultados que arrojó la evaluación de la inteligencia emocional a través del inventario de BarOn (I-CE) hecha en Lima (Perú) a una muestra representativa de 1.996 personas mayores de 15 años. Ahora bien, las influencias externas que recibimos del entorno, por ejemplo la educación afectivo-sexual con la que somos instruidos, también influye en nuestra capacidad para desarrollar una mayor inteligencia emocional.

Cómo desarrollar la inteligencia emocional durante la infancia 

En cuanto a desarrollar la inteligencia emocional infantil, cabe mencionar algunas actividades para trabajar la inteligencia emocional en las aulas. 

Por ejemplo, uno de los ejercicios de inteligencia emocional que se practica en algunos colegios se basa en el The Marshmallow Test: Mastering self-control. La prueba original se basa en dar a los niños a elegir entre una recompensa. Por ejemplo, un malvavisco que pueden obtener de inmediato y una recompensa más grande (dos malvaviscos). Después se ve qué niños han resistido la "tentación" y cuáles han sido capaces de aguantar la recompensa demorada. Esto parece ser un indicador a largo plazo de problemas psicológicos y de autocontrol. En algunos colegios, se hace una adaptación de esta prueba lanzando pompas de jabón y los niños deben aguantar las ganas de salir corriendo tras ellas para explotarlas.

Algunas actividades que pueden hacerse durante la infancia para fomentar la inteligencia emocional en niños y niñas:

  • Juego de roles emocionales: fomenta la empatía y la comprensión de las emociones de los demás.
  • Escribir un diario de emociones: promueve la autoconciencia y la expresión emocional.
  • Juegos de resolución de conflictos: fomenta las habilidades de comunicación y resolución de problemas en los niños y niñas.

Cómo medir la inteligencia emocional 

Para medir la inteligencia emocional se puede utilizar el test de inteligencia emocional de Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT) una escala con 141 preguntas que mide cuatro tipos de habilidades personales:

  • La percepción de las emociones, tanto la capacidad de descifrar las emociones propias como las ajenas.
  • El uso de las emociones para facilitar el pensamiento y afrontar distintas situaciones.
  • La comprensión de las emociones, entender de dónde vienen y cómo y cuándo se manifiestan.
  • La gestión de las emociones, la capacidad de regular las emociones cuando aparecen. 

Libros sobre inteligencia emocional 

Para concluir, la importancia de la inteligencia emocional reside en gestionar adecuadamente las emociones, lo que puede darnos una ventaja a la hora de comunicarnos, de automotivarnos y para reaccionar mejor a los estímulos del entorno. Así que si te preguntas cómo trabajar la inteligencia emocional, algunas lecturas al respecto pueden serte de ayuda. 

A continuación, te dejamos una lista con algunos de los mejores libros de inteligencia emocional:

  • Inteligencia emocional de Daniel Goleman.
  • Inteligencia emocional infantil y juvenil de Linda Lantieri y Daniel Goleman. Este libro es una práctica guía para ayudar a trabajar la inteligencia emocional en adolescentes y niños.  
  • Emociones: una guía interna, cuáles sigo y cuáles no de Leslie Greenberg.

También tienes la posibilidad de mejorar la inteligencia emocional de la mano de un psicólogo online. Esta opción es útil para todas aquellas personas que deseen controlar mejor sus sentimientos, empatizar con los demás, encontrar el equilibrio entre el hogar y el trabajo y entre el placer y el deber.

Bibliografia
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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