La investigación científica ha reconocido el método EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares) como un enfoque basado en pruebas y especialmente útil en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático (TEPT).
A menudo confundido con la hipnosis, este método trabaja a través de estímulos específicos con el objetivo de ayudar a la persona a procesar los recuerdos traumáticos no resueltos. Veamos más de cerca cómo ha evolucionado la terapia EMDR a lo largo del tiempo.
Terapia EMDR: historia
El método EMDR es relativamente reciente: repasemos juntos sus hitos.
- 1987: se descubre que los movimientos oculares tienen el efecto de reactivar recuerdos espontáneos y la psicóloga Francine Shapiro es la primera en desarrollar procedimientos basados en estos efectos.
- 1989: se realiza el primer estudio sobre EMDR y se publica en el Journal of Traumatic Stress.
- 1990: se descubre que, además de los movimientos oculares, otras formas de estimulación bilateral como la percusión o los tonos auditivos tienen efectos positivos.
- 2013: la Organización Mundial de la Salud reconoce la EMDR como un tratamiento eficaz para el trauma y los trastornos relacionados con el trauma.
El EMDR parte de la base de que el acontecimiento traumático está almacenado en la memoria junto con las percepciones, emociones, sensaciones físicas y cogniciones perturbadoras que lo caracterizaron. Toda esta información se almacena de forma disfuncional, quedando como "congelada" dentro de las redes neuronales y, por tanto, sin conectar con otras redes de información útiles.
Como esta información "congelada" no se puede procesar, sigue causando malestar en la persona, lo que conduce a la aparición de patologías como, por ejemplo, el trastorno de estrés postraumático y otros trastornos psicológicos. De hecho, las cicatrices de estos acontecimientos dolorosos no desaparecen fácilmente del cerebro: muchas personas siguen padeciendo, incluso después de décadas, síntomas que afectan al bienestar y dificultan la reanudación de una nueva vida.
Un test de estrés postraumático, junto con una cuidadosa evaluación clínica, puede ayudar a identificar los síntomas a tiempo y llegar a un diagnóstico preciso.

Objetivos del EMDR en terapia
El objetivo de la EMDR es restaurar el procesamiento natural de la información en la memoria para crear conexiones nuevas y más funcionales. Este método tiene en cuenta todos los aspectos de una experiencia estresante o traumática, tanto cognitivos y emocionales como conductuales y neurofisiológicos. Cuando este proceso tiene lugar, la persona puede ver el suceso perturbador y a sí misma desde una nueva perspectiva.
Al final de la sesión de EMDR, la experiencia se utiliza de forma constructiva y se integra en un patrón cognitivo y emocional positivo. Por lo tanto, mediante el tratamiento con EMDR es posible:
- aliviar el sufrimiento emocional,
- permitir la reformulación de creencias negativas,
- reducir la excitación fisiológica, es decir, la reacción que puede, por ejemplo, aumentar el ritmo cardíaco.
Este enfoque también es eficaz para quienes tienen dificultades para describir el acontecimiento traumático que han vivido. De hecho, la terapia EMDR utiliza técnicas basadas en intervenciones no verbales que pueden:
- ofrecer un mayor control en el relato de la experiencia,
- ayudar en la regulación y gestión de las emociones intensas que puedan surgir durante la fase de procesamiento.
Eficacia de la terapia EMDR
El enfoque EMDR puede ser un valioso aliado para quienes desean afrontar y volver a procesar recuerdos difíciles, ya que ofrece una vía terapéutica más ágil que los métodos tradicionales y fomenta una gestión más consciente de las emociones.
Gracias también a la presencia tranquilizadora del terapeuta, muchas personas experimentan un alivio real tras unas pocas sesiones, con una reducción significativa de los síntomas relacionados con el trastorno de estrés postraumático. La eficacia del EMDR en el tratamiento del TEPT está ahora ampliamente reconocida y documentada y, en la actualidad, también es un enfoque terapéutico utilizado para el tratamiento de otros trastornos y patologías psicológicas, como:
- la depresión y otros trastornos del estado de ánimo (como la distimia y la ciclotimia),
- los trastornos de ansiedad,
- los trastornos obsesivo-compulsivos,
- el procesamiento del duelo patológico,
- los trastornos sexuales,
- los trastornos psicosomáticos,
- los trastornos de la personalidad,
- los trastornos de la conducta alimentaria (TCA),
- el dolor crónico,
- las adicciones.

Las fases de la terapia EMDR: una visión general operativa
En presencia de trastornos como los enumerados anteriormente, la elección de iniciar un proceso de terapia EMDR puede representar una valiosa oportunidad para afrontar y reelaborar experiencias dolorosas o traumáticas. La terapia EMDR se desarrolla a través de una serie de fases estructuradas, diseñadas para acompañar a la persona paso a paso, desde la evaluación inicial hasta la conclusión del tratamiento.
Las fases principales de la psicoterapia EMDR son:
- La anamnesis y la planificación del tratamiento: el psicólogo recoge la historia de vida de la persona, identifica los acontecimientos traumáticos y define conjuntamente los objetivos de la terapia.
- La preparación: se trabaja para crear una relación de confianza y explicar el método EMDR, proporcionando estrategias de gestión de las emociones para hacer frente a cualquier momento de angustia o malestar.
- La evaluación: se identifican los recuerdos objetivo que se van a procesar, junto con las emociones, las creencias negativas y las sensaciones físicas asociadas.
- La desensibilización: mediante estimulación bilateral (como movimientos oculares), se facilita el procesamiento del recuerdo traumático, reduciendo gradualmente la carga emocional negativa.
- La instalación: se refuerzan las creencias positivas que surgen durante la sesión, ayudando a la persona a integrar nuevas perspectivas sobre sí misma y sobre el acontecimiento vivido.
- El escaneo corporal: se comprueba cualquier tensión física residual, trabajando para promover una sensación de bienestar y relajación.
- El cierre: cada sesión concluye con técnicas de estabilización para garantizar que la persona se marcha de la sesión en un estado de equilibrio emocional.
- La reevaluación: en las sesiones siguientes, se realiza un seguimiento del cambio y se decide si trabajar sobre otros recuerdos o consolidar los resultados obtenidos.
Esta estructura permite tratar el trauma de forma progresiva, respetando el tiempo y los recursos de cada persona.
El modelo PAI y la base teórica de EMDR
El EMDR se basa en el modelo de Procesamiento Adaptativo de la Información (PAI), que explica cómo nuestro cerebro procesa e integra las experiencias vividas. Según este modelo, cuando un acontecimiento traumático no se procesa adecuadamente, la información se queda "bloqueada" en las redes neuronales, lo que provoca malestar y síntomas persistentes.
El tratamiento con EMDR pretende reactivar el procesamiento natural de la información, permitiendo al cerebro vincular el recuerdo traumático con información nueva y más adaptativa. De este modo, la experiencia dolorosa puede perder su carga emocional negativa e integrarse más funcionalmente en la historia personal.
Este modelo teórico está reconocido y respaldado por numerosas directrices internacionales, entre ellas las de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Americana de Psicología (APA), que recomiendan el EMDR como tratamiento de elección para el trastorno de estrés postraumático.

Duración del tratamiento EMDR y factores que pueden influir en ella
La duración de un tratamiento EMDR puede variar considerablemente de una persona a otra, dependiendo de varios factores. En algunos casos, bastan unas pocas sesiones para lograr una mejora significativa, mientras que en otros el tratamiento puede durar más tiempo. Los principales factores que influyen en la duración del tratamiento son:
- La complejidad y el número de acontecimientos traumáticos: quienes han sufrido traumas repetidos o muy graves pueden necesitar un tratamiento más articulado.
- La presencia de recursos personales y de una red de apoyo: el apoyo de familiares y amigos puede facilitar el proceso de procesamiento.
- La presencia de otros trastornos psicológicos: trastornos como la ansiedad, la depresión o los trastornos de personalidad pueden requerir un trabajo integrado y más prolongado.
- La motivación y la disposición de la persona: una actitud de colaboración y confianza en el proceso terapéutico puede acelerar el tiempo de recuperación.
En promedio, para el tratamiento de un solo evento traumático, la literatura sugiere que se necesitan de 3 a 6 sesiones, pero cada proceso terapéutico es único y se adapta a las necesidades individuales (según las directrices de la OMS, 2013).
El trauma y la importancia de la intervención
El trauma psicológico es, por desgracia, un hecho muy común en la población general. Según una investigación realizada por la Organización Mundial de la Salud en 2022, alrededor del 70 % de las personas de todo el mundo han experimentado al menos un acontecimiento traumático a lo largo de su vida.
No todo el mundo desarrolla un trastorno de estrés postraumático, pero una proporción significativa puede experimentar síntomas que merman el bienestar psicológico y la calidad de vida. Intervenir precozmente con tratamientos eficaces como el EMDR puede ayudar a reducir el riesgo de cronificación de los síntomas y promover una recuperación más rápida y duradera.
Estos datos subrayan la importancia de reconocer los signos de angustia y acudir a profesionales cualificados para obtener el apoyo adecuado.
Cuidar de tu bienestar es importante
Enfrentarse a las heridas del pasado puede parecer difícil, pero no hay por qué hacerlo en soledad: reconocer que necesitamos ayuda puede ser el primer paso hacia una vida más tranquila y menos afectada por el peso de los recuerdos traumáticos. La terapia EMDR puede ser un enfoque eficaz y reconocido para procesar el trauma y ayudarte a recuperar el equilibrio emocional.
Si sientes que ha llegado el momento de cuidarte y quieres descubrir cómo puede ayudarte la psicoterapia, Unobravo está aquí para acompañarte. Encuentra al profesional más adecuado a tus necesidades: inicia el cuestionario para encontrar a tu psicólogo online.




