Masturbación femenina: las mujeres y el autoerotismo

Masturbación femenina: las mujeres y el autoerotismo
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Nadia Gobbi
Redacción
Psicóloga con orientación Cognitivo-Conductual
Unobravo
Artículo revisado por nuestra redacción clínica
PUBLICADO EL
14.4.2023
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Ha costado, pero poco a poco, la masturbación femenina -esa práctica voluntaria de búsqueda de placer sexual mediante la estimulación de zonas erógenas- va dejando atrás estereotipos culturales y de género.

Para las mujeres, la masturbación puede ser una práctica sexual para conocerse a sí mismas, aumentar su conciencia corporal y disfrutar de beneficios físicos, psicológicos y relacionales. 

Cada mujer es libre de decidir si es una actividad que le gusta, más allá de las experiencias de los demás, más allá de lo que digan amistades y revistas. ¿Frecuencia?¿Qué está bien o mal? En la masturbación femenina lo que importa es el grado de satisfacción sexual y de bienestar percibido.

¿Cuáles son los beneficios del autoerotismo femenino? ¿Cómo interpreta la psicología la masturbación femenina? Te lo contamos en este artículo.

Mujeres y masturbación: ¿por qué del tabú en torno al autoerotismo femenino?

En una sociedad falocéntrica, a menudo se ha percibido a la mujer como una figura pasiva con respecto a la sexualidad, carente de deseo y ligada a su función reproductora, una creencia a menudo vinculada a la idea de ser una compañera sumisa y entregada al hombre. 

Con esta visión de la mujer es como se han planteado preguntas de si a las mujeres también les gusta masturbarse o si la masturbación es buena o mala para ellas, y es que durante muchos años ha parecido que la masturbación fuera una actividad exclusiva de los hombres.

Durante mucho tiempo, fue inconcebible que las mujeres pudieran obtener placer solas, en ausencia de una pareja; por esta razón, la masturbación femenina se consideraba una forma de llenar vacíos emocionales o una estrategia para hacer frente a situaciones estresantes. 

Desde mediados del siglo pasado, los estudios sobre la sexualidad humana han sentado las bases para comprender el placer femenino, situando a la mujer en un papel activo de autodeterminación de sí misma y de su experiencia sexual.  

autoerotismo femenino
Foto de Cottonbro studio (Pexels)

Mujeres y masturbación: cuando el tabú nace en la infancia 

En los primeros años de vida, las niñas buscan sensaciones corporales placenteras a través de la estimulación genital, de forma involuntaria y a menudo indirecta, frotando sus partes íntimas contra objetos, peluches, almohadas o simplemente apretando con fuerza los muslos. 

En esta etapa, las personas cuidadoras pueden sentirse incómodas y avergonzadas al ver estos gestos, especialmente cuando este comportamiento no tiene lugar en casa, sino en público o en presencia de otras personas. 

La incomodidad está asociada a la falsa creencia de que los niños y los ancianos no tienen sexualidad o que la masturbación en el embarazo es perjudicial. En el proceso de crecimiento y conocimiento del cuerpo, vemos la primera forma de discriminación: la autoestimulación de un niño suele ser más tolerada que la búsqueda de estimulación de una niña.  

Suele ocurrir que se regañe a las niñas y que los adultos prohíban explícitamente las caricias: acariciar los genitales "¡Está mal!", transmitiendo la idea de que la masturbación femenina "hace daño" o no es apropiada. Sin embargo, las críticas y los reproches negativos pueden infundir culpa y vergüenza, tan fuertes que crean una forma de miedo al placer sexual. 

En las últimas etapas del crecimiento, las chicas adolescentes reciben no pocas veces una educación orientada a abstenerse de cualquier tipo de exploración sexual, en pareja o en solitario. Pero las adolescentes también exploran su sexualidad enfrentándose a su grupo de iguales, buscando información en canales informáticos o en cursos de educación sexual para construir su identidad sexual. 

Por lo tanto, es fundamental comprender que la sexualidad no aparece de repente, sino que nos acompaña paso a paso en cada etapa de crecimiento.  Por lo tanto, es necesario entablar un diálogo abierto y sereno sobre el tema de la masturbación en una fase temprana del crecimiento.

La importancia de la educación sexual en la infancia

La OMS Europa, en su documento Normas para la educación sexual en Europa, afirma: ‍

"La educación sexual también forma parte de una educación más general e influye en el desarrollo de la personalidad del niño. El carácter preventivo de la educación sexual no solo ayuda a evitar posibles consecuencias negativas relacionadas con la sexualidad femenina (y la masculina), sino que también puede mejorar la calidad de vida, la salud y el bienestar, contribuyendo así a promover la salud general". Y sugiere que la exploración del cuerpo a través del juego debería fomentarse a partir de los 4 o 6 años de edad.

En las distintas etapas de crecimiento, se abordarán progresivamente temas cada vez más complejos, como la eyaculación y la menstruación, que conducirán a una mayor concienciación sobre el embarazo y la maternidad, las enfermedades de transmisión sexual, los métodos anticonceptivos y la búsqueda del placer sexual.

A través de la educación sexual, que la UNESCO define en las Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación en Sexualidad como "un enfoque apropiado para la edad y la cultura de la enseñanza sobre el sexo y las relaciones a través de la transmisión de información científicamente correcta, realista y sin prejuicios", se puede dar a los chicos y chicas jóvenes "la oportunidad tanto de explorar sus propios valores y actitudes como de desarrollar habilidades para la toma de decisiones, habilidades de comunicación y las aptitudes necesarias para la reducción de riesgos".

Mujeres y autoerotismo: ¿por qué se masturban las mujeres?

¿Es buena la masturbación femenina? Cuando una mujer se masturba, se favorece la liberación de dopamina, lo que mejora el estado de ánimo, la calidad del sueño y aumenta la gratificación sexual. Los beneficios de la masturbación femenina son fisiológicos y psicológicos. La masturbación es buena para la mujer porque:

  • Mantiene los tejidos elásticos y sanos.
  • Disminuye el dolor muscular.
  • Reduce la probabilidad de pérdidas involuntarias de orina y prolapso uterino.
  • Refuerza el tono muscular de las zonas pélvica y anal.
  • Disminuye la posibilidad de infecciones urinarias, ya que la masturbación favorece la salida de bacterias del cuello uterino (no, la masturbación no daña la vejiga de la mujer).
  • Alivia la tensión y reduce considerablemente el estrés.

Además, un importante efecto positivo de la masturbación femenina es que el autoerotismo ayuda a liberar y desinhibir la mente mediante la pérdida de control. La masturbación permite a la mujer tener más confianza en sí misma y en su cuerpo.

Mujeres y masturbación: algunas cifras 

Cada vez son más los estudios que analizan el comportamiento sexual del ser humano. Según un trabajo publicado por Superdrug’s Online Doctor, un portal británico especializado en salud sexual, tras preguntar a casi 1000 usuarios, mujeres y hombres de distintos países de Europa y Estados Unidos, cuántas veces se masturban, cómo, por qué lo hacían, aquí tenemos algunos datos:

  • El 88% de las mujeres y el 96% de los hombres admite masturbarse de forma habitual. 
  • Las mujeres se masturban una media de dos días por semana mientras que el promedio de los hombres es de cuatro veces por semana.
  • El 40% de las mujeres consultadas reconoce utilizar juguetes sexuales, mientras que el 60% se vale solo de las manos. En el caso de los hombres, únicamente un 10% utiliza juguetes sexuales.
masturbacion en mujeres
Foto de Inna Mykytas (Pexels)

‍¿Cuándo puede ser la masturbación femenina un síntoma de un problema psicológico?

En ocasiones, la masturbación puede convertirse en una forma de afrontar la ira, los estados de frustración y ansiedad, y utilizarse para hacer frente a las dificultades de la vida cotidiana. Con el tiempo, puede convertirse en una herramienta que responda a aspectos psicológicos distintos de la necesidad de placer. 

En estos casos, la masturbación puede ser experimentada por la mujer como un sedante natural y, en su mente, puede crearse una asociación de ansiedad - preocupación - masturbación - tranquilidad, lo que a veces desencadena un círculo vicioso.

Cuando la autoestimulación adquiere características obsesivas y compulsivas, afectando a la esfera laboral y relacional de la persona, puede ser un síntoma de adicción al sexo (también denominada ninfomanía en el caso de las mujeres). Aunque no figura oficialmente como trastorno mental en el DSM-5, la hipersexualidad puede convertirse en un problema incapacitante. 

Se habla de autoerotismo compulsivo cuando existe una necesidad irracional y urgente que lleva a la mujer a masturbarse repetidamente a lo largo del día. Las consecuencias de este comportamiento disfuncional pueden ser:

Autoerotismo femenino: psicología y placer de la mujer

De las distintas ramas de la psicología, la sexología puede ser la más adecuada para tratar no sólo los posibles problemas relacionados con la masturbación femenina, sino también para la propia educación sexual.

En la adolescencia, por ejemplo, puede ser importante:

  • Disipar falsos mitos sobre por qué se masturban las mujeres. 
  • Explicar los beneficios de la masturbación femenina.
  • Disipar ciertas ideas erróneas, como que masturbarse demasiado provoca infertilidad femenina o que masturbarse demasiado es malo para las mujeres.

En los casos en que el autoerotismo pierde su característica de placer o, a pesar de practicarlo, se produce anorgasmia femenina, conviene preguntarse qué es lo que falla, qué tipo de insatisfacción se experimenta y qué se necesita para sentirse en armonía con una misma.  

Recurrir a un especialista capaz de proporcionar estrategias eficaces que permitan a la persona volver a conectar con sus necesidades, su cuerpo y su dimensión sexual, será útil tanto desde el punto de vista del placer como del bienestar físico y psicológico.

Bibliografia
Este contenido es de tipo divulgativo y no puede reemplazar el diagnóstico de un profesional. Artículo revisado por nuestra redacción clínica

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