¿Qué diferencia hay entre la dopamina y la serotonina? Ambas pertenecen a la categoría de los neurotransmisores, que permiten que los nervios se comuniquen entre ellos o con otras estructuras del cuerpo. Ambos actúan en partes similares del cuerpo, pero tienen efectos diferentes. En este artículo intentaremos entender qué hacen la serotonina y la dopamina, cómo se generan y cuáles son los efectos y las diferencias entre estos dos neurotransmisores.
Dopamina y serotonina: qué son y qué hacen
Tanto la dopamina como la serotonina son neurotransmisores, mensajeros químicos que transmiten señales entre las células y regulan funciones corporales como el humor, el sueño y la digestión. Nuestro sistema nervioso es el encargado de generar dopamina y serotonina y, en el caso de la dopamina, aunque mínimamente, también las glándulas suprarrenales.
La serotonina está asociada a sentimientos de felicidad, concentración y calma, mientras que la dopamina está asociada a la motivación y la productividad, por lo que forma parte de lo que se conoce como el “sistema de recompensa”. La dopamina y la serotonina se suelen conocer como “hormonas de la felicidad y del buen humor”, ya que están involucradas en la mejora del estado de ánimo y las emociones agradables.
Tanto la dopamina como la serotonina también participan en la regulación de la digestión, reduciendo o aumentando el apetito en función de las necesidades corporales. Sin embargo, aunque tengan efectos similares en el cerebro y el cuerpo, al influir ambas en el estado de ánimo y la concentración, funcionan de forma diferente. La falta de una de estas sustancias químicas o de ambas influye en el comportamiento y, en concreto, en los cambios de humor y las adicciones.
Diferencia entre dopamina y serotonina
Como ya hemos mencionado, estos neurotransmisores presentan algunas diferencias y funciones diversas. Veamos cuáles son las principales diferencias entre la serotonina y la dopamina.
Serotonina
También conocida como 5-hidroxitriptamina (5-HT), la serotonina es un neurotransmisor producido en la parte del tronco encefálico conocida como núcleos del rafe. La serotonina, compuesta por un aminoácido llamado triptófano, es conocida por:
- su capacidad para mejorar el estado de ánimo, aliviar el dolor y las cefaleas,
- sus efectos sobre la digestión y el sistema inmunitario.
Este neurotransmisor es esencial para la emoción de la felicidad. La serotonina se libera en el flujo sanguíneo después del ejercicio físico o tras exponerse a la luz del sol. Contar con niveles de serotonina adecuados puede hacer que nos sintamos más felices, más tranquilos, más concentrados y menos invadidos por la ansiedad.
Pero, ¿qué sucede cuando nos falta serotonina? Tener un nivel de serotonina bajo puede afectar negativamente a nuestro estado de ánimo y puede estar relacionado, más concretamente, con trastornos del estado de ánimo como la depresión, el trastorno afectivo estacional, la ciclotimia y la distimia, así como con trastorno del sueño y del apetito.
Dopamina
La dopamina es un neurotransmisor que pertenece a la familia de las catecolaminas y desempeña un papel crucial en múltiples acciones del sistema nervioso. Entre las funciones de la dopamina se encuentran:
- el control del movimiento,
- la gestión de la memoria de trabajo,
- la regulación de las sensaciones de placer y del sistema de recompensa,
- la modulación de la producción de prolactina
- el mantenimiento de los ritmos de sueño-vigilia,
- el apoyo a determinadas capacidades cognitivas y a la atención.
En el cuerpo humano, la síntesis de la dopamina se produce predominantemente en las neuronas situadas en las áreas dopaminérgicas del cerebro, con una contribución secundaria de la porción medular de las glándulas suprarrenales. Estas áreas incluyen varias regiones encefálicas, como la pars compacta de la sustancia negra y el área tegmental ventral del mesencéfalo.
Las alteraciones de los niveles de dopamina pueden constituir la base de varias condiciones patológicas. Entre ellas, la enfermedad de Parkinson es una de las más conocidas, ya que se asocia a una degeneración progresiva de las neuronas dopaminérgicas y al consiguiente deterioro de las funciones motoras. También se ha estudiado mucho la relación entre la dopamina y la esquizofrenia, cuyos síntomas pueden deberse a una disfunción del sistema dopaminérgico.
La dopamina también se conoce como el neurotransmisor del placer: se almacena en el cerebro y se libera en el flujo sanguíneo cuando experimentamos sensaciones placenteras, durante actividades como puede ser escuchar música o comer nuestro plato favorito. Es la responsable de hacernos sentir bien después del sexo o la masturbación y, en general, de cualquier otra actividad que active el sistema de recompensa en nuestro cerebro.
De modo que la dopamina desempeña un papel importante en el circuito de recompensa de nuestro cerebro, aumenta nuestra producción y también la motivación. Todos hemos sentido alguna vez los efectos de la dopamina tras haber terminado una tarea difícil o alcanzado un objetivo.
Asimismo, la dopamina también tiene otras funciones menos conocidas e interviene en:
- los movimientos musculares,
- la gestión de la frecuencia cardíaca,
- el dolor,
- el sueño,
- el funcionamiento de los riñones y los vasos sanguíneos.
Este neurotransmisor nos ayuda igualmente a prestar atención y aprender cosas nuevas.
Contar con niveles de dopamina altos puede conducir a sentimientos de euforia, felicidad y aumento de la motivación y la concentración. Dado que la dopamina está relacionada con el sistema de recompensa y refuerza las experiencias agradables, se cree que también interviene en la adicción a la comida, el juego patológico y las compras compulsivas.

Otros neurotransmisores
La dopamina y la serotonina no son los únicos neurotransmisores del sistema nervioso. Existen otras sustancias químicas que las células del sistema nervioso (neuronas) utilizan y que actúan como mensajeros para la comunicación entre sinapsis. Algunas de las más importantes son:
La adrenalina
La adrenalina es un neurotransmisor que el cerebro libera en respuesta al estrés. Se trata de una hormona que las glándulas suprarrenales segregan ante una situación de peligro. La liberación de adrenalina estimula al máximo el sistema cardiovascular.
Al experimentar una emoción muy fuerte, la liberación de adrenalina es responsable del aumento de la tensión arterial y de la frecuencia cardíaca. Cuando se practica deporte de alta intensidad, el cuerpo multiplica por seis o más la producción de adrenalina.
La noradrenalina
La noradrenalina, también conocida como norepinefrina, es un neurotransmisor que actúa sobre determinados receptores adrenérgicos para desencadenar su acción en el organismo. Al igual que en el caso de la adrenalina, la noradrenalina también se libera en situaciones de estrés psicológico y físico. Por ejemplo, en el sistema respiratorio, provoca la dilatación de las vías respiratorias para facilitar la respiración en situaciones de estrés.
La endorfina
La producción en el organismo de la endorfina, también conocida como la hormona del bienestar, puede dar lugar a una agradable sensación de bienestar. Además, la endorfina ayuda a aliviar el dolor. De modo que esta sustancia tiene la capacidad de regalar placer, gratificación y felicidad, lo que ayuda a soportar mejor el estrés. La liberación de endorfinas se produce en situaciones concretas como, por ejemplo, la actividad física.
La oxitocina
La oxitocina, también conocida como hormona del amor, es una hormona que también actúa como neurotransmisor y que tiene varias funciones: ayuda a las mujeres durante el parto, favorece la lactancia y contribuye al vínculo entre madre e hijo. A nivel afectivo, atenúa el estrés, aumenta la confianza y la empatía hacia los demás, y ayuda a socializar.
Según una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Oregón y de la Universidad de California en Berkeley, una variación genética contribuye al nivel de las capacidades empáticas de las personas. La variación afecta al gen OXTR, que codifica el receptor celular de la oxitocina, una hormona/neurotransmisor que afecta a la capacidad de interpretar el estado mental de otra persona.
La melatonina
La melatonina es una neurohormona que parte de un neurotransmisor, la serotonina, en respuesta a la ausencia de luz determinada por receptores situados en la retina. Desempeña un papel esencial en la fisiología del sueño y en la regulación del ciclo de sueño y vigilia.
La relación entre la serotonina y la dopamina
La serotonina y la dopamina no funcionan de forma independiente la una de la otra, sino que interactúan y trabajan conjuntamente para crear modelos de comportamiento complejos y para mantener un equilibrio químico en el cuerpo. El aumento de la serotonina puede conducir a una disminución de la actividad de la dopamina y viceversa.
Por ejemplo, la serotonina inhibe el comportamiento impulsivo, mientras que la dopamina lo mejora. Dado que los niveles bajos de serotonina pueden provocar una sobreproducción de dopamina, algunos investigadores afirman que eso puede conducir a un aumento del comportamiento impulsivo (Marazziti, 2004).
Asimismo, la dopamina y la serotonina tienen efectos opuestos en el apetito. Los niveles bajos de dopamina estimulan el hambre, mientras que los niveles bajos de serotonina la suprimen. De modo que es necesario que exista un equilibrio adecuado entre la serotonina y la dopamina, ya que contar con niveles correctos de ambos neurotransmisores es importante para recibir adecuadamente las señales de hambre y reconocer la saciedad.
Serotonina y dopamina: cómo influyen en nuestro comportamiento
Como neurotransmisores, la serotonina y la dopamina en el cerebro pueden influir en el comportamiento, sobre todo en el estado de ánimo. De hecho, son conocidas por su capacidad de producir placer y felicidad.
También existe una relación entre la serotonina y la dopamina en el amor. Cuando nos enamoramos y sentimos las típicas “mariposas en el estómago”, nuestro cuerpo moviliza doce áreas del cerebro que participan en la liberación de hormonas (dopamina, adrenalina y oxitocina) que regulan la sensación de euforia de las primeras veces. En concreto, las zonas del cerebro que más se activan son las que contienen el mayor número de receptores de dopamina.
Al consumir una dosis de cocaína se activan los mismos receptores de la dopamina, de modo que el enamoramiento se puede asimilar a los efectos de la droga en el cerebro y a la euforia que induce la sustancia. Los centros cerebrales del placer que se activan durante el enamoramiento son los mismos que se activan en respuesta al consumo de sustancias estupefacientes y que están relacionados con la generación de las adicciones. La activación de estos circuitos podría explicar el deseo constante y creciente hacia la pareja.
Como explica el profesor Piero Barbanti, neurólogo jefe del Instituto Científico de Investigación y Tratamiento San Raffaele Pisana, si la dopamina aumenta, la producción de serotonina, encargada de regular el equilibrio psicológico, se desploma en el cerebro de la persona enamorada y funciona en cierto modo como un freno inhibitorio en el cerebro.

¿La falta de serotonina o dopamina puede provocar depresión?
Como tanto la dopamina como la serotonina influyen en nuestro estado de ánimo, se piensa que intervienen en los trastornos del estado de ánimo como la depresión. Por ejemplo, algunos investigadores han observado una disminución de los niveles de serotonina en las personas con depresión (Lin, S. H. et al., 2014) y otros tipos de trastornos mentales como la ansiedad y el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Sin embargo, eso no significa que los niveles de serotonina bajos provoquen depresión. La depresión es un trastorno complejo provocado por una combinación de muchos factores diferentes, entre los que se encuentran los antecedentes familiares, los acontecimientos vitales estresantes y los traumas. Por lo tanto, los niveles de serotonina bajos pueden formar parte del cuadro clínico, pero probablemente no explicarán por completo el motivo por el cual tiene lugar la depresión.
Según un estudio científico (Tye, K. M. et al., 2013), la falta de dopamina también puede provocar algunos síntomas propios de la depresión, como la falta de motivación y la pérdida de placer por realizar actividades que antes resultaban interesantes. Además, el estrés crónico o a largo plazo puede conducir a niveles altos de cortisol, una hormona que se libera en respuesta al estrés.
Los niveles de cortisol elevados reducen la producción de serotonina y dopamina y se han asociado con la depresión. La acción de estas hormonas y neurotransmisores también nos ayuda a entender por qué las personas con depresión se sienten mejor por la noche.
Además de la depresión, se cree que el trastorno bipolar también puede estar provocado por un desequilibrio cerebral de ciertas sustancias químicas como la dopamina y la serotonina. La dopamina puede ser responsable de los síntomas de grandiosidad, mientras que la serotonina de los síntomas de ansiedad y depresión.
Asimismo, el aumento de la disponibilidad cerebral de serotonina lleva a estar de buen humor, reduce la ansiedad y la agresividad, y alivia el dolor de cabeza. Por eso los medicamentos que aumentan la disponibilidad de serotonina cerebral se suelen utilizar de forma generalizada para tratar la depresión, contra los dolores de cabeza y los trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa.
El rol de la serotonina y la dopamina en las adicciones
Diversos estudios afirman que los desequilibrios entre serotonina y dopamina pueden conducir a la adicción. Por el contrario, una relación correcta entre ambos neurotransmisores podría impedir desarrollar adicciones.
Por ejemplo, se ha demostrado que contar con niveles de serotonina más altos puede ser útil para prevenir la adicción a la cocaína. Esta es la conclusión de un estudio realizado por un grupo de científicos del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (Li et al., 2021).
Según los investigadores, el consumo de cocaína activa principalmente dos fenómenos en el cerebro:
- el aumento de la dopamina, que luego puede provocar la compulsión,
- el aumento de la serotonina, que, en cambio, contrarresta la compulsión.
La adicción parece producirse cuando existe un desequilibrio entre la activación de estos dos neurotransmisores y cuando se da una mayor activación de la dopamina que de la serotonina.
Cómo aumentar la dopamina y la serotonina
La falta de dopamina y serotonina se puede producir por diversos motivos. Nuestro cuerpo podría no producir suficiente de estos neurotransmisores o no ser capaz de responder a los mismos de la manera adecuada. La producción deficiente de dopamina y serotonina puede tener efectos perjudiciales en el cuerpo, como:
- bajo estado de ánimo,
- falta de apetito,
- problemas de memoria,
- problemas de sueño,
- baja autoestima,
- desmotivación.
Los fármacos dopaminérgicos, también llamados agonistas dopaminérgicos o agonistas de la dopamina, se utilizan a menudo para aumentar la producción de dopamina y serotonina en el organismo. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios importantes y, antes de recurrir a ellos, conviene aplicar estrategias de estilo de vida saludable para aumentar la dopamina y la serotonina. En algunos casos, también puede recomendarse tomar suplementos específicos.
Pero, ¿cómo se puede generar serotonina y dopamina?
Existen diferentes maneras para aumentar los niveles de serotonina y dopamina de forma natural. No obstante, evidentemente, desaconsejamos hacer nada por libre. Siempre es mejor consultar a un profesional para que evalúe cómo proceder y si nuestro problema está realmente relacionado con una disminución de la dopamina y la serotonina.
Veamos algunas de las principales maneras para aumentar la dopamina y la serotonina naturalmente.

Tomar alimentos que estimulan la producción de serotonina y dopamina
Para aumentar la serotonina y la dopamina de forma natural podemos hacerlo principalmente a través de la alimentación. Los alimentos que estimulan la producción de serotonina y dopamina pueden ayudar a mejorar la salud física y mental. Algunos ejemplos son:
- El plátano: un estudio muy interesante reveló que entre los alimentos que aumentan la dopamina y la serotonina, el plátano es sin duda uno de los más importantes, ya que proporciona la energía adecuada (Ohla, 2011).
- El café también aumenta los niveles de serotonina y dopamina, aunque al dejar de beberlo puede provocar abstinencia (Yamato, 2002). El cerebro, acostumbrado a tener niveles altos de neurotransmisores, reacciona como si le faltaran. Pueden ser necesarios hasta 12 días de dieta sin cafeína para que el cerebro vuelva a su estado normal.
- Los garbanzos también se encuentran entre los alimentos más apreciados para aumentar la serotonina y la dopamina.
- Los ácidos grasos omega-3 aumentan los niveles de serotonina sin experimentar abstinencia. Ayudan a que la serotonina active los receptores de las células nerviosas y facilitan el transporte. Según un estudio realizado por investigadores del National Institute of Health Research y Maudsley Biomedical Research Center, el omega-3 puede ayudar a reducir los síntomas depresivos (Borsini et al., 2021). Una tesis que también cuenta con el respaldo de otro estudio que demuestra los efectos antidepresivos de los ácidos grasos omega-3 (Su, 2009). El omega-3 se puede encontrar en pescados de agua fría como el salmón y la caballa.
- El chocolate: según un estudio realizado por un equipo de investigadores italianos, la producción de dopamina aumenta cuando las personas comen alimentos como el chocolate, especialmente fundido. Asimismo, el chocolate proporciona exorfina, que también ayuda a reducir el dolor (Pastore et al., 2005).
- Las almendras, la miel, los cacahuetes y el aceite de oliva también son ideales para aumentar la serotonina y la dopamina. Además, las almendras y las nueces proporcionan energía gracias a la presencia de magnesio.
- La leche y la piña: en cambio, para aumentar la producción de serotonina, intenta beber más leche y comer piña. Esta última es antiinflamatoria, rica en vitamina C, ideal para favorecer la circulación y ayuda a producir melatonina, la hormona del sueño.
Hacer ejercicio físico
Otra forma de complementar la serotonina y la dopamina es practicar deporte. El ejercicio físico regular durante al menos 30 minutos cada día mejora el estado de ánimo general. Las actividades deportivas cardiovasculares a largo plazo aumentan los niveles de serotonina en el cerebro. Añadir actividades que alivien el estrés a tu día a día puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y regular los niveles de neurotransmisores.
Pasar tiempo al aire libre
En generaciones anteriores, los seres humanos pasaban la mayor parte del tiempo al aire libre. Hoy en día, muchas personas trabajan en espacios cerrados, sentadas ante un escritorio con iluminación artificial. Los investigadores han descubierto que tan solo cinco minutos al aire libre en un entorno natural ayudan a mejorar el estado de ánimo, la autoestima y la motivación. Así lo afirman investigadores de la University of Regina en Canadá, en un estudio publicado en la revista Journal of Positive Psychology.
Por ejemplo, la abundancia de iones negativos que estimula la producción de serotonina es uno de los beneficios del mar. Asimismo, la cantidad de tiempo que pasamos expuestos a la luz del sol también está relacionada con la producción de serotonina y dopamina, además de la vitamina D.
La vitamina D, que se sintetiza gracias a la luz del sol, estimula la producción de endorfinas, serotonina y dopamina, todas las hormonas que proporcionan una sensación de bienestar. Incluso un breve paseo por el parque puede mejorar tu bienestar y aumentar naturalmente la dopamina y la serotonina.
Escuchar música
Escuchar música también es un modo de aumentar los niveles de dopamina. Un estudio realizado por científicos de la Université de Bourgogne Franche-Comté de Besançon demostró que escuchar música libera dopamina, lo que, a su vez, influye en las sensaciones de placer que regalan las notas (Clark, 2020). De modo que se trata de una forma divertida de estimular la liberación de dopamina en el cerebro.
La música aumenta la actividad en las áreas del cerebro que están dedicadas a la gratificación y el placer, las cuales tienen numerosos receptores de dopamina.
¿Qué pasa si no tengo dopamina y serotonina? Cuándo pedir ayuda
La dopamina y la serotonina son neurotransmisores que intervienen en muchas funciones corporales similares, aunque tienen diferencias clave en la forma en que afectan al comportamiento. En general, la dopamina y la serotonina trabajan juntas para ayudar a regular el estado de ánimo, por lo que tener niveles bajos o altos de ambas puede afectar negativamente al bienestar general.
Por supuesto, nuestro estado de ánimo no siempre se debe a la producción de serotonina y dopamina. Existen también otros factores que influyen en la ansiedad, la depresión y el malestar, como pueden ser los antecedentes familiares y nuestra manera de pensar. Si te sientes poco motivado, triste o sufres ataques de ansiedad, puedes acudir a la ayuda de un psicólogo online de Unobravo, el cual sabrá guiarte y acompañarte en el proceso hacia un bienestar físico y mental.