En la antigua Roma, el término "histrión" se utilizaba para referirse a quienes participaban en una representación escénica. Los histriónicos eran los actores, los cómicos. Por lo tanto, la palabra histriónica existe desde la antigüedad y está asociada a un verdadero arte.
Hoy en día, el término "persona histriónica" se utiliza para hacer referencia a alguien que, en la vida, adopta una actitud excéntrica, exuberante, seductora y teatral. De hecho, una de las definiciones que da la RAE es “Persona que se expresa con afectación o exageración propia de un actor teatral”. Pero el término histriónico también tiene un significado psicológico y se asocia a un trastorno concreto, el trastorno histriónico de la personalidad.
Veamos sus múltiples facetas en este artículo y tratemos de comprender el significado psicológico de la "personalidad histriónica", cuáles son los síntomas y cómo tratar a una persona que sufre este trastorno mental.
¿Qué es el trastorno histriónico de la personalidad?
En psicología, el trastorno de la personalidad histriónica, o trastorno histriónico de la personalidad, se caracteriza por la presencia de una emotividad fuerte y excesiva y una búsqueda constante de atención. La personalidad histriónica tiene muchos rasgos importantes que se manifiestan en muchos ámbitos de la vida: trabajo, relaciones, familia.
Manifestaciones clínicas y consecuencias en la vida cotidiana
El trastorno histriónico de la personalidad puede influir de manera notable en distintas áreas de la vida cotidiana. Las personas que conviven con este diagnóstico pueden encontrar desafíos en el entorno laboral, social y familiar, especialmente relacionados con la necesidad frecuente de atención y la intensidad con la que experimentan sus emociones.
Algunas manifestaciones clínicas que suelen observarse son:
- Relaciones interpersonales inestables: la tendencia a dramatizar o a buscar ser el centro de atención puede favorecer la aparición de conflictos y malentendidos con amistades, pareja o compañeros de trabajo.
- Dificultad para mantener vínculos profundos: la emocionalidad superficial y la búsqueda constante de novedades pueden dificultar la creación de relaciones duraderas y satisfactorias.
- Impacto en el bienestar emocional: cuando la atención esperada no llega, pueden aparecer sentimientos de vacío, tristeza o irritabilidad.
- Problemas en el entorno laboral: la necesidad de reconocimiento puede llevar a conductas poco adaptativas en el trabajo, lo que puede influir en la reputación profesional y en las oportunidades de crecimiento.
Estas situaciones pueden favorecer la aparición de un círculo de insatisfacción y aislamiento, aumentando la búsqueda de validación externa y el malestar emocional.
Epidemiología y diferencias de género
El trastorno histriónico de la personalidad es poco frecuente en la población general. Según el DSM-5-TR, se estima que afecta entre el 2 % y el 3 % de las personas adultas.
Tradicionalmente, se había observado que este diagnóstico era más habitual en mujeres que en hombres. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que la condición afecta por igual a hombres y mujeres.
Esto pone de manifiesto la importancia de considerar los posibles sesgos al interpretar y valorar los comportamientos que la sociedad asocia a cada género. Es fundamental tener en cuenta que, más allá del género, este trastorno puede presentarse en personas de distintas edades y entornos socioculturales.
Identificarlo pronto y acceder a un tratamiento adecuado puede favorecer una mejor calidad de vida y ayudar a reducir el impacto en las relaciones y el bienestar general.
Trastorno histriónico de la personalidad: síntomas
El DSM-5-TR describe criterios específicos para identificar el trastorno histriónico de la personalidad (código 301.50). Para considerar este diagnóstico, la persona necesita mostrar un patrón persistente de emotividad intensa y búsqueda de atención, que aparece desde el inicio de la edad adulta y se presenta en diferentes situaciones de la vida.
Según el manual, este patrón se reconoce cuando se observan al menos cinco de los siguientes síntomas:
- Incomodidad cuando no es el centro de atención: la persona puede sentirse incómoda o poco tenida en cuenta si no recibe atención frecuente.
- Comportamiento sexualmente seductor o provocativo inapropiado: utiliza la seducción o la provocación para captar la atención, aunque esto no siempre refleje un interés sexual real.
- Expresión emocional superficial y que cambia rápidamente: las emociones pueden parecer intensas, pero suelen ser poco profundas y variar con rapidez.
- Uso del aspecto físico para llamar la atención: presta mucha atención a su apariencia y la utiliza como un recurso para atraer miradas o comentarios.
- Estilo de hablar excesivamente impresionista y con pocos detalles: la comunicación suele ser general, con pocas precisiones o detalles concretos.
- Dramatización, teatralidad y expresión exagerada de las emociones: las respuestas emocionales pueden ser muy llamativas en comparación con la situación que las provoca.
- Sugestionabilidad: puede dejarse influir fácilmente por otras personas o por el entorno.
- Percibe las relaciones como más íntimas de lo que realmente son: tiende a valorar los vínculos con los demás como más cercanos o significativos de lo que suelen ser en realidad.
Estos criterios ofrecen a los profesionales una guía para distinguir el trastorno histriónico de la personalidad de otros trastornos de la personalidad, así como de comportamientos que pueden llamar la atención pero que no presentan la intensidad ni la duración necesarias para este diagnóstico.
Estas manifestaciones son generalizadas, persistentes y están presentes desde los primeros años de la edad adulta. A menudo, el trastorno histriónico de la personalidad es egosintónico, es decir, no se percibe como un problema. La persona no reconoce que los demás pueden percibir su comportamiento como superficial.
El carácter egosintónico es común a todos los trastornos de la personalidad, en el sentido de que los síntomas se consideran adecuados y acordes con la propia imagen. Además, se ha observado que existe comorbilidad del trastorno de la personalidad histriónica con los trastornos de personalidad narcisista y antisocial, así como con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (Sulz, 2010).
Trastorno de personalidad histriónico y narcisista
En algunos casos, el trastorno narcisista de la personalidad puede diagnosticarse junto con el trastorno histriónico de la personalidad. Pero, ¿cuáles son las diferencias entre una personalidad histriónica y una narcisista?
La búsqueda constante de atención es un síntoma común, pero mientras que el narcisista busca el aprecio y la alabanza de los demás para ver afirmada su grandiosa visión de sí mismo, una personalidad histriónica también está dispuesta a mostrarse frágil y vulnerable para ser en el centro de atención, lo cual es inaceptable para el narcisista en la pareja y en las relaciones en general.
Trastorno histriónico y límite de la personalidad
El trastorno límite de la personalidad también puede coexistir con el trastorno histriónico de la personalidad. A la hora de hacer un diagnóstico será necesario entender si solo está presente uno de los trastornos o ambos.
En el trastorno límite de la personalidad hay una búsqueda de atención y una expresión exagerada de la emocionalidad. Sin embargo, únicamente en la personalidad límite encontramos:
- comportamientos autodestructivos (como el abuso de sustancias, las relaciones sexuales de riesgo, los gestos o amenazas de automutilación),
- una sensación generalizada de vacío y de abandono,
- manifestaciones de ira que pueden llevar a la ruptura de las relaciones y a que la persona se sienta todavía peor.
El trastorno de la personalidad histriónica y la sexualidad
La sexualidad de una persona con personalidad histriónica tiende a manifestarse de forma extremadamente seductora, por ejemplo, coqueteando incluso con desconocidos. Estos comportamientos, aunque ostensiblemente tienen como objetivo la conquista y la relación sexual (sexo y amor no van ligados), se perpetran principalmente para obtener caricias y cercanía.
La alta seducción se manifiesta en diversos contextos, desde la amistad hasta el trabajo. Por eso es frecuente que las actitudes provocadoras de una persona histriónica acaben siendo percibidas como inapropiadas por quienes le rodean y generen distanciamiento, incluso de los amigos.
Una persona con una personalidad histriónica difícilmente puede establecer relaciones profundas y esto también se aplica a las románticas, en las que casi nunca se logra la intimidad con la pareja. Podría decirse que la personalidad histriónica y el amor son difíciles de conciliar. Buscando constantemente nuevos estímulos, la persona histriónica suele experimentar sentimientos de aburrimiento y le resulta difícil mantener relaciones a largo plazo.
Trastorno histriónico de la personalidad y mentira
Las personas que padecen el trastorno histriónico de la personalidad suelen utilizar la mentira para relacionarse con la gente que les rodea. La persona lleva una máscara y da una imagen atractiva de sí misma para captar el interés. Las mentiras en el trastorno de la personalidad histriónica pueden incluir:
- Inventar historias sobre uno mismo.
- Exagerar el propio estado emocional.
- Dramatizar el propio malestar físico (por ejemplo, fingiendo estar enfermo).
Si al principio estos comportamientos consiguen atraer la atención de los demás, las personalidades histriónicas se desenmascaran pronto. A menudo, acusados de ser "mentirosos patológicos", son rechazados por los demás o se les tiene en baja estima. Por esta razón, las personas con trastorno histriónico de la personalidad pueden desarrollar una depresión secundaria al trastorno de la personalidad.
¿Qué hay detrás de la máscara de una persona histriónica?
¿Cuánto sufrimiento se esconde detrás del continuo esfuerzo por mantener un papel que no dé paso a la fragilidad y la vulnerabilidad? Quienes tienen un comportamiento de personalidad histriónica tienen literalmente miedo a la separación y son sensibles al rechazo por ser dependientes de la atención y la aprobación de otras personas.
Las causas del trastorno histriónico de la personalidad pueden encontrarse en la infancia de quien lo padece. A menudo han experimentado una falta de atención y reconocimiento de sus necesidades durante la infancia. La raíz del sufrimiento del histriónico es un profundo sentimiento de inadecuación y falta de afecto.
Inaccesibilidad al dolor
Al igual que hay personas con una herida del narcisista, detrás de la fachada fuerte y excéntrica de la personalidad histriónica se esconde una herida que se esfuerza por enmascarar por miedo a que, si los demás descubren quién es realmente, le dejen solo y no se ocupen de él.
La vida de una persona histriónica se basa en la inautenticidad, el alejamiento de sí misma y la falta de identidad.
En algunos casos, las figuras significativas las han apreciado por su aspecto y su capacidad de "arreglárselas solas" y no por su forma de ser. En otros casos, sin embargo, solo recibieron atención y cuidados durante la infancia cuando estaban enfermos, por lo que aprendieron a buscar atención con las quejas físicas.
Se trata de un tipo de apego disfuncional que lleva al niño, una vez adulto, a sentirse siempre demasiado pequeño, demasiado poco importante y a buscar constantemente la confirmación y las respuestas del mundo exterior, identificando los pensamientos del otro como propios. Estos son los elementos que representan las características de una personalidad histriónica.
Factores de riesgo: trastorno histriónico de la personalidad
El desarrollo del trastorno histriónico de la personalidad suele estar relacionado con una compleja interacción de factores genéticos, biológicos y ambientales. Aunque no se ha identificado una causa única, la investigación indica que ciertos elementos pueden aumentar la vulnerabilidad a este tipo de dificultades.
Entre los factores genéticos, la predisposición hereditaria puede influir en la aparición de rasgos de personalidad histriónicos, observándose que familiares de personas con trastornos de la personalidad presentan una mayor probabilidad de manifestar características similares.
Por otro lado, los factores ambientales, como las experiencias tempranas de falta de atención emocional, la sobrevaloración de la apariencia física o la inestabilidad en las relaciones familiares, pueden favorecer la aparición de patrones de búsqueda de atención y validación externa.
Asimismo, la exposición a agresión sexual se ha asociado con características cognitivas del trastorno histriónico de la personalidad, incluso después de controlar la influencia de los rasgos de temperamento (Yalch et al., 2023). Así como los modelos de apego disfuncionales, como la ausencia de vínculos seguros durante la infancia, pueden favorecer una dependencia mayor de la aprobación de otras personas en la vida adulta.
La combinación de estos factores puede favorecer una personalidad que busca de manera frecuente la validación externa y que puede experimentar dificultades para regular las propias emociones y establecer relaciones profundas y estables.
Quitarse la máscara
Para quienes padecen el trastorno histriónico de la personalidad no es fácil buscar ayuda. A menudo sucede que estas personas acuden a un profesional para el tratamiento de problemas secundarios como la depresión reactiva, la depresión endógena o la ansiedad generalizada, entre otros.
Pero, ¿cómo tratar el trastorno histriónico de la personalidad?
Tratamiento del trastorno histriónico de la personalidad
El tratamiento del trastorno histriónico de la personalidad con terapia psicológica es un primer paso para aliviar la tensión derivada de los conflictos internos en los que la persona está constantemente inmersa. La ayuda que puede prestar la terapia es acoger la fragilidad de la otra persona, aceptarla por lo que es y desarrollar la capacidad de reconocer su propia identidad auténtica.
Además, se ha demostrado que las mejoras en los procesos de relación entre pacientes y psicólogos se relacionan sistemáticamente con mejores resultados en la psicoterapia para el trastorno de la personalidad histriónica (Babl et al., 2023), lo que resalta la importancia de una conexión empática y auténtica en el proceso terapéutico.
La terapia dirigida a una persona con trastorno histriónico de la personalidad tiene varios objetivos:
- Reducir la sensación de malestar de la persona.
- Analizar y modificar los rasgos problemáticos de la personalidad.
- Facilitar el proceso de separación-individuación reforzando los conflictos internos entre el yo y el otro.
- Analizar cuestiones relacionadas con la dependencia, los sentimientos de abandono, la corporeidad y la necesidad de atención.
- Explorar y reelaborar las heridas de la infancia y los conflictos inherentes a ella.
La escucha, la aceptación, la exploración, la reelaboración y la relación terapéutica con el psicólogo o psicóloga son aspectos cruciales para que la persona encuentre el equilibrio en muchas áreas comprometidas de su vida.
Estrategias de afrontamiento y recomendaciones
Afrontar el trastorno histriónico de la personalidad implica un enfoque comprensivo y paciente, tanto para la persona que lo experimenta como para sus familiares y personas cercanas. Algunas estrategias que pueden resultar útiles son:
- Fomentar la autoconciencia: identificar los propios patrones de búsqueda de atención y las emociones relacionadas suele ser un primer paso hacia el cambio.
- Desarrollar habilidades de regulación emocional: aprender técnicas para gestionar la intensidad emocional, como la respiración consciente o la meditación, puede facilitar la reducción de la impulsividad.
- Buscar apoyo profesional: la terapia psicológica, en especial la terapia cognitivo-conductual y la terapia centrada en la mentalización, puede acompañar el trabajo sobre los aspectos centrales de este trastorno.
- Establecer límites claros en las relaciones: para las personas del entorno, mantener una comunicación asertiva y evitar reforzar conductas que favorecen la búsqueda de atención puede ser de ayuda.
- Practicar la empatía y la paciencia: comprender que el comportamiento histriónico responde a necesidades emocionales profundas puede facilitar una convivencia más armoniosa y con menos conflictos.
El acompañamiento profesional y el apoyo del entorno pueden favorecer avances hacia una mayor estabilidad emocional y relaciones más satisfactorias.
Apoyo y autocuidado
Si estás pasando por un momento difícil en la vida o sientes la necesidad de ser escuchado sin ser juzgado, ir al psicólogo puede ser de gran ayuda. A menudo, solo prestamos atención al malestar físico y no tenemos en cuenta el malestar psicológico por miedo o resistencia. Pero poner a ambos en el mismo nivel es importante para nuestro bienestar general.
Si crees que necesitas apoyo para afrontar lo que estás viviendo, en Unobravo te ayudamos a encontrar tu psicólogo o psicóloga online.
