Adicciones patológicas

La definición de adicción patológica según la OMS subraya cómo estas son "importantes factores de riesgo para la salud pública". Todo tipo de adicción, cuando afecta de forma significativa a la salud del individuo, se define como una adicción patológica.

El mecanismo de la adicción, tal como se define en el DSM-5, se basa "en la activación directa del sistema de recompensa del cerebro, que interviene en el refuerzo de conductas y en la producción de recuerdos. (Las sustancias) producen una activación tan intensa del sistema de recompensa que las actividades normales pueden ser descuidadas”.

Veamos cómo reconocer una adicción en función de los síntomas que provoca y cuáles son los más frecuentes e importantes.

Antes de enumerar los síntomas, hay que subrayar que en los distintos tipos de adicciones se encuentran comportamientos comunes, tales como: incapacidad para controlar el consumo de sustancias, fuerte deterioro de los comportamientos sociales, incapacidad para considerar el riesgo del consumo de sustancias.

Los distintos tipos de adicción tienen síntomas que podemos dividir en dos categorías: síntomas físicos y psicológicos:

• Entre los síntomas físicos de las adicciones se encuentran: adicción, abstinencia y sensación transitoria de bienestar. Además, también pueden aparecer síntomas inducidos por la sustancia específica, por ejemplo: somnolencia, excitación, pérdida de apetito, taquicardia, náuseas, aumento de la sudoración, solo por nombrar algunos.
• Entre los síntomas psicológicos encontramos: craving (es decir, el "pensamiento deseante", el deseo incontrolable de la sustancia), mal humor, sentimientos de culpa, ansiedad, pensamientos obsesivos, conductas compulsivas, negación y vergüenza, baja autoestima, depresión, soledad y ataques de ira.

Pero ¿cómo surgen las adicciones? ¿Cuáles son las causas más comunes?

¿De dónde viene una adicción? Las adicciones patológicas pueden tener causas diferentes. Generalmente se pueden clasificar en factores biológicos y ambiental-psicológicos.

Las causas biológicas de las adicciones, como hemos visto, están ligadas al sistema de recompensa del cerebro. Las investigaciones científicas (incluida la realizada por G. Di Chiara y su equipo en la Universidad de Cagliari) son numerosas y analizan principalmente la función de la dopamina en el sistema de recompensa y en la activación de la adicción.

Los factores ambientales y psicológicos que pueden provocar adicciones son muy diferentes y la desregulación emocional es un ejemplo de ello. La adicción puede ser provocada a causa de:

• abusos y traumas infantiles, pero también la influencia del grupo social o de las condiciones culturales y socioeconómicas. Según afirma el Istituto Superiore di Sanità (ISS), la experiencia de la pandemia de Covid-19 también ha afectado al consumo de sustancias;
• trastorno bipolar, depresión o trastorno de estrés postraumático (TEPT). Respecto a este último punto, resulta interesante la investigación realizada por Nick E. Goeders, profesor de la Louisiana State University.

Pero la adicción a sustancias es solo uno de los tipos de adicción patológica. Veamos en detalle cuáles son los principales.

La clasificación de las adicciones, como hemos comentado, se puede realizar distinguiendo entre la adicción a sustancias y la adicción conductual. Esta última se define como un nuevo tipo en el que el mecanismo de la adicción no se desencadena por la ingesta de una sustancia, sino por una conducta.

¿Cuántos tipos de adicción existen? Ilustramos las principales adicciones patológicas en esta breve lista:

• Adicción a las drogas: provocada por la dependencia de una o más sustancias como narcóticos y medicamentos.
• Alcoholismo: es la dependencia patológica del abuso del alcohol. Al igual que ocurre con la drogadicción, esta patología también tiene graves consecuencias, como define la OMS, se trata de una “afectación física, mental y social” con daños tanto a nivel físico (incluidos daños en el hígado, cerebro y otros órganos) como a nivel psicológico (como agresividad y trastornos depresivos).
• Ludopatía: se clasifica entre los distintos tipos de adicción conductual e indica la adicción al juego.
• Adicción a Internet: también llamada trastorno de adicción a Internet (IAD), se encuentra entre los tipos de adicción denominada new addiction e incluye la dependencia de nuevas tecnologías como videojuegos, redes sociales y teléfonos inteligentes, para lo cuales algunos investigadores también han creado una escala específica que mide el riesgo de adicción.
• Entre las new addictions también podemos incluir la oniomanía, es decir, las compras compulsivas, y el workaholism, es decir, la adicción al trabajo.
• Adicción a la comida: en este caso la ingesta de alimentos se produce de forma diferente a los trastornos alimentarios, como la anorexia y la bulimia, y al trastorno por atracón.
• Adicción al sexo: también llamada hipersexualidad, es otro ejemplo de adicción conductual patológica. Se define como ninfomanía en relación con las mujeres, satiriasis en referencia a los hombres.
• Adicción afectiva o dependencia emocional: aunque, como otras adicciones nuevas, no está incluida en el DSM-5, presenta síntomas similares a los de otras adicciones conductuales, como la pérdida de control. Se trata de una dependencia psicológica que lleva a la persona a ver a su pareja como el centro de su mundo y a temer el abandono.

¿Cómo superar una adicción? Existen varias estrategias de intervención para ayudar a una persona a escapar de una adicción. Las adicciones patológicas se pueden tratar con:

• El uso de fármacos: es un tratamiento utilizado sobre todo para las adicciones a sustancias y, en general, para aquellas adicciones que provocan consecuencias físicas. Las terapias farmacológicas deben administrarse estrictamente bajo estrecha supervisión médica después de un diagnóstico preciso y se utilizan especialmente para contrarrestar síntomas como la abstinencia.
• El uso de la terapia psicológica: las técnicas de psicología de las adicciones patológicas se centran en el análisis de las motivaciones y la modificación del comportamiento que empujan a la persona adicta a tomar esa sustancia o adoptar una conducta concreta.

La concienciación sobre el problema se acompaña, en estos casos, con un trabajo sobre el comportamiento: trabajamos para abandonar un comportamiento disfuncional a favor de uno más funcional. 

Entre las terapias psicológicas para las adicciones, la terapia cognitivo-conductual y la sistémico-relacional han demostrado ser de gran utilidad:

• Terapias en centros especializados: el tratamiento terapéutico de rehabilitación de la adicción patológica, realizado en estructuras especializadas, puede realizarse con el uso tanto de terapias psicológicas como de fármacos. El objetivo, además de apoyar a la persona en la lucha contra las adicciones, suele ser también el de la reinserción social.
• Grupos de terapia y autoayuda: diseñados para compartir, intercambiar y discutir entre los participantes, los grupos terapéuticos y de autoayuda son guiados o supervisados ​​por un profesional y tienen como objetivo ofrecer apoyo mutuo y mejorar la comunicación entre las partes.
• Los grupos terapéuticos no solo son útiles para una persona con adicción, sino también para personas que necesitan aprender a gestionar las consecuencias psicológicas de estar cerca de una persona que sufre una adicción patológica.

El tema de la prevención de adicciones es también muy importante, para el cual es necesaria la sinergia de instituciones, escuelas y familias. A través de proyectos distribuidos por el territorio e iniciativas de educación sanitaria, es posible contrarrestar o eliminar completamente los factores de riesgo vinculados a las adicciones patológicas.