Psicología infantil: qué es y de qué se ocupa

La psicología infantil, también conocida como psicología pediátrica, es la disciplina que, entre las ramas de la psicología, se centra en el estudio de la psicología de los niños, de su comportamiento, de su proceso de crecimiento y del desarrollo de su personalidad. Podemos dividir la psicología de la infancia en tres etapas diferentes:

• La psicología de los niños de 0 a 3 años (la primera infancia).
• La psicología infantil de los 2 a los 6 años (la segunda infancia).
• La psicología infantil de los 7 a los 10 años (la niñez).

¿Por qué se distingue actualmente entre psicología del desarrollo y psicología infantil? A diferencia de la psicología del desarrollo (o psicología del ciclo vital), que estudia el comportamiento humano en todas las fases de la vida, la psicología infantil se concentra en los problemas psicológicos específicos de la infancia, en el apoyo psicológico a los niños y en el tratamiento de posibles patologías psicológicas infantiles.

En psicología, el estudio de la infancia se ha abordado desde diversos ángulos. Entre las teorías más importantes sobre el desarrollo psicológico de los niños, cabe destacar la de Jean Piaget. En sus estudios sobre los procesos cognitivos de los niños, Piaget teoriza sobre diversos estadios de aprendizaje y desarrollo mental, que provienen de la interacción de los mecanismos de asimilación y acomodamiento.

La psicología infantil también se ocupa de estudiar los factores que contribuyen al desarrollo psicológico de los niños. La psicología de los niños puede verse influida tanto por el ambiente familiar como por las relaciones que establece con otros niños, en la escuela o en otros ambientes. Estos elementos pueden convertirse en factores de riesgo o de protección en lo que se refiere a los trastornos psicológicos infantiles.

En las diferentes etapas psicológicas del desarrollo infantil, algunos aspectos de su personalidad y habilidades personales siguen estando en proceso de desarrollo y definición. Por eso, puede resultar difícil entender las señales de posibles trastornos psicológicos infantiles. De hecho, es probable que los niños con problemas psicológicos manifiesten su malestar a través de síntomas psicosomáticos como el dolor de cabeza, el dolor de estómago o los cambios de humor, problemas para socializar y problemas para alcanzar la autonomía personal o escolar.

Por eso es muy importante que, en los diversos contextos de la vida de los niños, los padres, profesores y adultos de referencia presten atención a posibles señales que indiquen la presencia de problemas psicológicos infantiles, escuchando atentamente y, si fuera necesario, pidiendo ayuda a un psicólogo infantil. Hacer que el niño se sienta comprendido y no dejar que le invada la soledad, puede marcar la diferencia a la hora de tratar posibles problemas psicológicos de la infancia.

La psicología infantil se centra en diversos tipos de trastornos mentales o neurodivergencias que se manifiestan durante la infancia. Algunos de ellos son:

• los trastornos de la conducta perturbadora como el trastorno negativista desafiante,
• el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH),
• los trastornos del espectro autista,
• los trastornos del aprendizaje como la dislexia o la discalculia,
• los trastornos de ansiedad (como la fobia escolar, en los que la ansiedad y el miedo hacen que el niño se niegue a ir al colegio), y
• las psicosis infantiles (agrupadas en el DSM-5 en la epígrafe Espectro de esquizofrenia y otros trastornos psicóticos). 

En líneas generales, las causas de los trastornos psicológicos de los niños se pueden atribuir a: un apego inseguro o desorganizado, posibles problemas familiares, traumas infantiles, factores genéticos o factores culturales.

Cuando los trastornos psicológicos en la infancia ponen en riesgo el bienestar psicofísico del niño, dirigirse a un psicólogo infantil puede resultar de gran utilidad. Un profesional podrá dar apoyo tanto a los padres, para comprender mejor las problemáticas y las necesidades emocionales del niño, como al propio niño, para que pueda superarlas.

Puede que no sea fácil llevar a un niño al psicólogo, por eso los padres, e incluso los profesores en algunas ocasiones, también pueden participar en la terapia o en algunas de las fases de la misma. Mediante diferentes tipos de terapia psicológica, el juego y la escucha, el psicólogo infantil (como un psicólogo conductual infantil) podrá intentar comprender qué tipo de malestar experimenta el niño y trabajar en sus emociones para que pueda conseguir procesarlas y expresarlas.